La oportunidad que tiene que aprovechar Alberto Fernández en medio de la crisis
El analista político Enrique Zuleta Puceiro dijo que si bien Alberto Fernández está pagando las consecuencias de "no tener un mapa", tiene una gran habilidad política que puede aprovechar a su favor.
El analista político Enrique Zuleta Puceiro habló el conflicto entre Rusia y Ucrania y la posición que toma Argentina al respecto. Pero a su vez dijo que el presidente tiene una gran oportunidad, que si la sabe aprovechar puede posicionarse y hacer valer lo que el politólogo consideró en MDZ Radio "la gran virtud" de Alberto Fernández.
Se le consultó a Enrique Zuleta Puceiro si la crisis a nivel internacional hace que los problemas de Argentina sean menores y el analista respondió tajante: "No, los problemas son mayores. Porque a un país que estuvo muy encerrado en sí mismo, mirando el mundo desde el ombligo, le llega una crisis desde afuera y demuestra lo desprovistos que estamos".
En relación a eso, el entrevistado enumeró que "no formamos parte de las alianzas y tenemos algunas tradiciones importantes como es el neutralismo de radicales y peronistas, a lo largo de la historia. Tomar distancia es una posición fácil para el Gobierno, pero muy difícil a su vez, en un mundo que está cada vez más interrelacionado. Si uno ve el mundo se da cuenta que los gobiernos están en reuniones y asambleas permanentes, pero Argentina está fuera de todo eso".
Esto no es gratis, dijo Zuleta Puceiro, "el neutralismo tiene costos. Se gane o se pierda, el neutralismo significa un desprendimiento respecto al lugar donde se toman decisiones, lo cual perjudica al país. Tiene un componente de anestesia sobre la opinión pública, que hoy tiene todas las miradas en lo que ocurre en Europa central y Europa del este".
"No hay un manejo de la política exterior de Argentina. Nos atropellan los acontecimientos. El último viaje de Alberto Fernández respondía a una estrategia muy interesante de aproximación a Rusia y a China, que creo que es imprescindible. Pero claro, el momento en que eso se produce deja muy descolocada a Argentina hoy", continuó.
Evidentemente, opinó el entrevistado, "fue un viaje fuera de momento y con esa frase contra Estados Unidos, que Alberto Fernández siguió sosteniendo hasta que lo convencieron de que fue desafortunada. Ahora él debe haberlo entendido mucho más. Porque está aprisionado entre la necesidad de abrir la economía y de acoger la estrategia de los capitales rusos y chinos y al mismo tiempo está forzado a hacer un apoyo al occidente. Una situación muy clara de lo que pasa cuando uno no tiene un mapa".
"Cuando un gobierno puede indicar a dónde va, les puedo asegurar que la gente acompaña cualquiera sea el sentido de ese camino. Cuando, al contrario, un gobierno no es capaz de reflejar eso, la gente no lo acompaña, se encierra sobre sí mismo, flota. El liderazgo es poder transmitir convicción, sentido de orientación, así sea equivocada".
Por eso, el politólogo entiende que gran parte de la crisis que tiene hoy el Gobierno argentino es no poder transmitir esa convicción de hacia dónde se va. Porque hay divisiones internas, paradigmas contrapuestos, estrategias, visiones y tácticas distintas. Eso está sobre la mesa y la crisis exterior -dijo el entrevistado- ha agregado un elemento más al que ya tenía el Gobierno tras salir de la elección de noviembre.
"Alberto Fernández si una virtud tiene es que es un hombre con capacidad de transversalidad, no tiene fronteras cerradas con nadie. La gran gestión de él en 2003 como jefe de gabinete fue poder integrar perspectivas distintas. Puso en marcha una alianza con 7 provincias radicales que terminó con la fórmula Kirchner-Cobos. Él está preparado para eso, probablemente sea de los únicos dirigentes con credenciales para eso", dijo el entrevistado.
Lo que sucede es que "representar un papel contrario como el que ha hecho hasta ahora, con una especie de gobierno monocolor absolutamente centrado en la defensa de las propias posiciones, desestimando el diálogo con el resto, es desestimar esa herramienta para la cual Alberto Fernández está preparado", insistió.
Zuleta Puceiro entiende que el presidente, "hoy depende muchísimo de los demás, y esa debilidad podría ser esa fortaleza. Para eso debería hacer marcha atrás, dialogar con la oposición que gobierna (no lo van a entender los Milei ni los sectores que están en el Congreso con una visión retórica de oposición por oposición, pero sí quienes gobiernan)".
Con un dejo de esperanza, el analista político dijo que hoy "la economía está creciendo, Argentina tiene todas las posibilidades, se están reconstruyendo las industrias y tenemos recursos naturales extraordinarios. Pero toda posibilidad tiene un aspecto negativo: por ejemplo, la crisis internacional habrá duplicado el valor de Vaca Muerta y las empresas petroleras tienen el barril a 110, pero al mismo tiempo eso vale ahora el gas natural licuado o es lo que valdrán los subsidios a la energía. O sea, cada factor positivo que se puede ver hacia adelante como una oportunidad tiene además un factor de riesgo íntimamente asociado".
Finalmente, el analista preguntó retóricamente: ¿Cómo se integra esa perspectiva? Y respondió: "A través de las políticas de convergencia, de no conflicto, de construcción hacia adelante. Ese es el desafío. Es un punto de inflexión para Alberto Fernández y una gran oportunidad para él".