Cristina buscó un argumento más para ratificar que ella es inocente y el Círculo Rojo tiembla

“El papel resiste cualquier cosa, siempre me decía un experimentado profesor”, le dijo a MDZ un reconocido miembro del Consejo de la Magistratura quien además negó que por el escándalo que provocaron los chats y las relaciones conocidas entre empresarios, dueños de medios y magistrados pueda sancionarse a alguno de los involucrados en el organismo que controla el funcionamiento de los jueces y magistrados.

Más fuerte sonaron los conceptos de otra experimentada abogada quien le dijo a este periodista: “A ellos se los debe investigar por prevaricato. Al presidente por bol…, porque fue un funcionario de él quien dio a conocer todo, como sabiendo de antemano de lo que se trataba”, en clara alusión a la reaparición de un nuevo “puf puf” como el que el diputado Eduardo Valdez inició con el juez Alejo Ramos Padilla hace más de dos años para involucrar a periodistas y fiscales que investigaban al kirchnerismo.

El escándalo que suena a humo, previo de la víspera de la sentencia que tendrá la causa que se le sigue a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sin embargo, no puede esconder otra realidad que corroe la precarísima credibilidad que tienen todas las instituciones, incluida la Justica.

Es que hay sectores de altísimo nivel social que han convivido toda la vida en los mismos colegios, universidades y que hoy conducen destinos ade poder, en la política, la Justicia y el mundo empresario.

“Hay tres clases de empresarios. Los que vienen de familias 'tradicionales'; los 'nuevos', armados a imagen y semejanza de las economías de mercados regulados como las nuestras y otros que laburaron toda su vida. Estos últimos no se suben a esos aviones ni arman causas con los servicios de inteligencia", dijo un diputado nacional que vio y observa todo con desparpajo y hasta desidia en la actualidad.

Dos consultores que toman nota del humor social cotidianamente reconocieron a MDZ que “salvo que la metan presa a Cristina, todo lo demás es nada. Mundial mata todo”, reconocen. Claramente, si bien puede haber una condena contra la vicepresidenta, no irá a prisión.

En uno de sus últimos trabajos, la consultora Shila Vilker afirmó que la sociedad está percibiendo que todo es “un circo” donde los protagonistas brindan un espectáculo donde la gente solo puede mirar porque no puede llegar a involucrarse.

En las reuniones en la que participan los dirigentes de la oposición, y en las que este periodista pudo estar como mero observador, queda claro que la gente cree que la dirigencia del frente Juntos por el Cambio no hace nada parecido a lo que hace el Frente de Todos, que pretende bloquear la Justicia, imponer jueces y magistrados y manejar todo lo concerniente a ese ámbito para blindarse de impunidad

En tanto, a pesar de las múltiples diferencias que tienen con la vicepresidenta y con su hijo, Máximo Kirchner, en el peronismo hay una certeza. Todo es un lawfare que lo único que busca es condenar a los defensores de los derechos de los que menos tienen.

Los dos grupos sociales están absolutamente equivocados. Algunos tienen formas más sutiles, pero intervienen tanto como los otros. Unos entran con una organización preexistente detrás. El otro con una motosierra y con candidatos que solo deben acatar.

Así las cosas, un viaje compartido entre personas que se conocen desde años se transforman en una asociación ilícita. Si los involucrados solo se ubicaran en la “palmera” que les toca en la organización social actual, nada de esto sucedería.

Vaya a saber uno donde perdieron la conexión con la realidad. El juez, que debe impartir Justicia, Los empresarios, que deben emprender y producir. Y los empresarios de medios, hacer lo que le exigen a sus periodistas. Saber y entender lo que representan, y si hay una grieta y alguien los acusa de estar en un lugar de la misma, no aparecer confirmando la falsa acusación.