El temor que atraviesa al Frente de Todos por la posible condena a Cristina Kirchner

La dirigencia política se apresta a protagonizar “por lo menos una semana de máxima tensión” por lo que sucederá el próximo 6 de diciembre, fecha en la que muy factiblemente se condenará a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y se la inhabilitará para ejercer cargo público, aunque el proceso siga por otros caminos de apelación.

Esta situación, que sufrió solamente el ex presidente Carlos Menem pero una vez que terminó su mandato, vuelve a provocar una fortísima discusión interna en la que hay sectores que pujan para que todo sea interpretado como una persecución política contra CFK y otros encuentran una gran oportunidad para desprenderse definitivamente de su liderazgo por no tener chance de candidatearse a nada.

“Ella sabe que se aproxima su fin político. Cree que el sistema la quiere condenar, ve todo como un lawfare y además se dio cuenta que cualquiera puede matarla. Perdida por perdida, incendia todo y chau… qué duda te cabe?”, fue la lacónica reflexión de una experimentadísima dirigente política a la que nadie se le atreve a discutir su peronismo.

La pregunta que MDZ le había formulado era si podía pasar qué, ante una condena judicial, el kirchnerismo encontrara la excusa para desconocer no solo la institución judicial sino el resto de los organismos constitucionales.

Desde otro sector del oficialismo son menos pesimistas, pero se alarman porque ante el vacío de poder que generará su desplazamiento de cualquier candidatura nadie esté pensando en el día después. “De diez escenarios posibles, todos nos pueden encontrar como protagonistas. Sin embargo, nadie se anima”, reflexiona el mismo referente oficial que pide a gritos algún gesto de grandeza de quienes ejercen la conducción del espacio.

¿Cuál sería el gesto de grandeza? “Renunciar a ser parte del futuro cuando fuiste culpable del pasado. Eduardo Duhalde fue reconocido luego que dijo que no se presentaría para su reelección. Ni Cristina ni Massa y mucho menos Alberto Fernández pueden darnos ninguna respuesta para adelante”, sostiene.

Mientras tanto, algunos sectores del peronismo empiezan a alistar a su militancia para copar las calles el próximo miércoles, armar vigilias y realizar actos de fe que también quieren significar solidaridad a cambio de que en algún momento vuelva esa gratitud demostrada ahora.

El gremio de Camioneros, las organizaciones sociales y algunos intendentes, que aún no hablaron sobre lo que harán en caso de ser convocados a una movilización por parte de La Cámpora, movilizarán “en defensa propia. Saben que si hay una condena semejante, ellos caerán más fácil aún”, se sinceró un ex funcionario nacional.

El tema de la persecución política, el lawfare y el desprecio para el peronismo en su conjunto suele unificar las miradas en el Frente de Todos. Tal cual lo ensayó hace tiempo Jorge Ferraresi, la creencia es que “algunos volverán a dar clases en las universidades, y otros iremos a la cárcel”. Mientras, la militancia sigue coreando. Si la tocan a Cristina va a haber quilombo, va a haber quilombo…”.

Más allá de la culpabilidad o no de la vicepresidenta, Lázaro Báez y Julio De Vido, entre otros, lo que también se empieza a observar es la sistemática manipulación judicial sobre los tiempos, plazos y velocidad en cada una de las investigaciones. Mauricio Macri, a quien algunos ven como el cerebro detrás de todo esto, es también vapuleado por buena parte del círculo rojo con el que convivió durante cuatro años.

"Debe haber Justicia, pero no saña. Me parece que la asociación Ilícita sería una exageración, pero algunos están tan cebados que pueden provocar una reacción contraria a ellos mismos", reconoció un especialista constitucional consultado por MDZ.