Arde la interna de JxC

El juego de la silla del PRO, el ajedrez de Mauricio Macri y el desconcierto radical

Cada vez resulta más evidente que Mauricio Macri es el jefe del PRO y juega con una estrategia misteriosa que busca desgastar a Horacio Rodríguez Larreta, pero no significa que, por ahora, termine apoyando a Patricia Bullrich. Todos siguen de cerca al expresidente. En la UCR reina el desconcierto.

Beto Valdez
Beto Valdez domingo, 20 de noviembre de 2022 · 07:05 hs
El juego de la silla del PRO, el ajedrez de Mauricio Macri y el desconcierto radical
Foto: Archivo MDZ

“Si Mauricio Macri es candidato se rompe Juntos por el Cambio”, dice tajantemente a MDZ una alta fuente del radicalismo. “No podemos repetir la experiencia de 2015”, agrega. Es obvio que las recientes movidas del expresidente ponen nerviosos a todos los referentes de Juntos por el Cambio. Incluso desorienta a la propia Patricia Bullrich. Desorientación y más interna en la coalición opositora.

“El PRO está como el juego de la silla: son tres y solo hay dos lugares, si juega Mauricio nadie sabe quién se baja, Horacio o Patricia, pero los tres no van”, analiza un referente del PRO bonaerense. Los dirigentes amarillos que no quieren el segundo tiempo están convencidos de que Macri se está moviendo como candidato y no como armador. “Es un experto en bridge, pero está jugando al ajedrez y ahora mueve los hilos desde Quatar, si se lanza es el futuro presidente, nos guste o no”, explica un diputado del PRO.

Dan como ejemplo la movida de ayer en Twitter donde referentes alineados del macrismo, hoy alineados con Patricia Bullrich, salieron en coro a criticar el acuerdo de Horacio Rodríguez Larreta con el exdiputado Antonio Carambia en Santa Cruz, quien luego de entrar a la Cámara en la lista de JxC rompió con el bloque y armó una bancada absolutamente funcional al kirchnerismo. El primer tuit contra el jefe de Gobierno porteño fue del diputado santafecino Federico Angelini, luego se sumaron el senador y presidente del bloque del PRO, Humberto Schiavone; el diputado Hernán Lombardi y el legislador porteño y allegado al expresidente, Darío Nieto. Y por último apareció el otro titular del bloque en Diputados, Cristian Ritondo, sin nombrar a Larreta. 

Esta movida exhibe las diferencias que mantiene Macri con la forma de hacer política de Rodríguez Larreta. La insistencia de sus alfiles apuntaba a “que no todo es lo mismo”. No les gusta que incorpore a gente qué pasó por el kirchnerismo, a quienes consideran “sin convicciones”. También es una crítica al objetivo del mandatario de juntar el 70% si llega a ser presidente. Macri y “los halcones” piensan lo contrario.

Más allá de las estrategias de acumulación de poder, lo cierto es que después del desayuno de la semana pasada fue el macrismo quien rompió la tregua acordada entre el fundador del PRO, Larreta y Bullrich. “Mauricio está intentado debilitar a Horacio y lo va logrando con la erosión sobre su candidatura y el crecimiento de Patricia en las encuestas”, comenta un vocero del partido amarillo. “Lo que mide Patricia”, es la frase más escuchada en el PRO bonaerense donde los intendentes propios y los de la UCR piden a gritos la Y. Es decir, poder llevar la boleta de Larreta y de Bullrich. 

En el ecosistema de JxC están sorprendidos con el aparente estancamiento de la intención de voto del jefe de Gobierno porteño y la suba de la presidenta del PRO, a quien además le ha bajado la imagen negativa. Esta foto no es definitiva, ni mucho menos. Pero abre muchos interrogantes en la coalición opositora. ¿Los movimientos de Macri apuntan a evitar que Horacio sea el candidato presidencial o es una estrategia para instalarse él?, se preguntan en el PRO. La incógnita surge por la actitud que viene teniendo con muchos dirigentes cercanos que quieren sacarle algo concreto respecto al famoso segundo tiempo. “Acercarte a Patricia y sacate una foto ya”, suele ser la respuesta del expresidente. Entonces, ¿va a apoyar a su exministra de Seguridad?. Nadie lo sabe. Sigue jugando al ajedrez y nadie sabe cuál va a ser próxima jugada. 

Mientras tanto en la UCR hay desconcierto y peleas internas. Facundo Manes está cada vez más solo en su aventura presidencial. No se lleva bien con Gerardo Morales y encima se peleó con todos en el radicalismo bonaerense. Está enojado con Maxi Abad porque lo ve muy cerca de Gustavo Posse. Una exageración, en todo caso son aliados pero se desconfían. Y dirigentes de Evolución, línea que conducen Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, no le perdonan que en la interna del domingo haya jugado contra sus candidatos. Hizo mucho ruido la derrota de Sergio Panella en La Plata donde el médico apostó fuerte. El triunfo del joven Pablo Nicoletti de Evolución en la capital provincial fue la gran sorpresa.

Más allá de las rencillas bonaerenses, los radicales están preocupados por el avance de Macri sobre Rodríguez Larreta. “Es nuestro candidato, si se cae estamos obligados a jugar con Manes”, dice un diputado del centenario partido. Algunos exploran el proyecto de Bullrich pero les hace ruido que haya tantos macristas. Otros esperan el consejo oportuno de su amigo Emilio Monzó, que tiene a su tropa militando con la jefa de PRO. Pero lo que tienen claro es que con Macri no van a ningún lado. Hasta les molesta el coqueteo del expresidente con Martín Tetaz y con Rodrigo De Loredo, a quien le viene bien el aval de Macri en su intento de destronar a Luis Juez como candidato a gobernador. “Si juega Mauricio se rompe todo”, plantea con crudeza una fuente.

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