Córdoba: Juntos por el Cambio busca acordar con Juan Schiaretti para las elecciones del 2023

El macrismo cordobés está en medio de una situación conflictiva inédita: el partido se encuentra dividido no sólo por cuestionamientos internos por posicionamientos políticos y desconfianza entre los mismos miembros, sino también por causa de una cierta deslegitimación de los liderazgos internos que componen el partido. 

Previo a la ruptura de la facción política, los amarillos cordobeses funcionaban con el articulado de Germán Kammerath y la conducción de Nicolás Massot. En ese entonces, el partido se ordenaba y ajustaba a las demandas de Mauricio Macri. Después de lo que fue la detención de Kammerath y la salida del Gobierno de Massot, la estructura organizativa se empezó a desmoronar. Esto ocasionó, que en varias oportunidades, la gestión cotidiana del partido se deje a manos de los referentes sociales. 

A pesar de la cantidad de diferencias que hoy presentan los dos grupos que componen el partido del PRO, estos coinciden en tres puntos principales: el partido no tiene debate interno, los liderazgo locales son terminales de los nacionales. Las dos facciones del PRO que encabezan el conflicto son las siguientes: 

Por un lado, se presentan los que apoyan la idea de asociarse con Juan Schiaretti y juego online, cuya sanción propiciada por los legisladores del PRO sigue generando problemas internos. Los que integran este bloque son: Gustavo Santos, Soher y el legislador provincial Darío Capitani - que optan por la idea de que el PRO tiene que apelar a una “estrategia de crecimiento”.

Por otro lado, tenemos al sector, que además de estar alineado con Patricia Bullrich, cree que el camino está en consolidar Juntos por el Cambio para enfrentar a Hacemos por Córdoba, aunque no cierran la puerta al acuerdo con Schiaretti. El mismo está compuesto por Laura Rodríguez Machado y Álvarez Rivero, dos figuras de peso político dentro de la coalición. Los mismos estuvieron junto a Luis Juez y Rodrigo de Loredo en la interna.

En el mismo contexto, se generaron más problemas internos cuando el gobernador de Córdoba decidió convertir en ley un proyecto del PRO para sacar de la clandestinidad los juegos de azar en línea. A pesar de las múltiples críticas que llevó este futuro negocio millonario, la ley fue aprobada durante la última sesión ordinaria de la Legislatura de Córdoba, profundizando la grieta interna del propio partido.

No sólo se vio que la senadora nacional, Carmen Álvarez Rivero, empezó a  impulsar el derogación  de la ley, mientras, Sebastián García Díaz, lanza sospechas sobre la "matufia" de "cuatro pícaros" (por los legisladores) para "hacerle un favor al peronismo" con una ley que "le saca la plata a los pobres". Sino que también, el bando PRO-Schiaretti trata de descalificar a Álvarez Rivero (y también a su primo García Díaz)  por haber "entrado por la ventana" al PRO y por "pelearse con los legisladores".