El síntoma que anticipa una mala elección del kirchnerismo en provincias clave

En los últimos días Alberto Fernández ha viajado por diferentes puntos del país en el marco de la campaña previa a las PASO del 12 de septiembre. Sin embargo, esquivó tres jurisdicciones clave y muchos entienden que esto se debe a que su presencia en esos lugares no ayudaría a los candidatos del Frente de Todos que tienen una elección compleja por delante: se trata de Mendoza, Córdoba y Santa Fe.

En cambio, Alberto Fernández se ha concentrado puntualmente en provincia de Buenos Aires, donde llevará adelante el cierre de campaña con dos actos. Uno en Mar del Plata y otro en la ciudad de La Plata. El jueves el acto de cierre será en el Estadio Único de La Plata.

Si bien en Mendoza la lista es encabezada por Anabel Fernández Sagasti -la protegida de Cristina Fernández de Kirchner- las encuestas son adversas y saben que no podrán derrotar al espacio que conduce Alfredo Cornejo. Al igual que en Córdoba, en Mendoza la imagen de Alberto Fernández es muy mala y su presencia lejos de ayudar podría tener el efecto inverso.

En Córdoba Juntos por el Cambio tendrá una interna feroz pero entre sus candidatos le darían el triunfo a ese espacio. Luego aparecería el oficialismo cordobés con los candidatos de Juan Schiaretti y recién después los elegidos de la Casa Rosada.

Una situación particular se vive en Santa Fe. Allí se el Frente de Todos se ha fragmentado y eso representa otro dolor de cabeza para el presidente. Por un lado aparece la lista encabezada por Marcelo Lewandowski que es apoyada por el gobernador Omar Perotti como candidato suplente a senador.

Por el otro, Agustín Rossi se lanzó en soledad a pesar del pedido de Alberto Fernández de desistir de esa candidatura. El exministro de Defensa aspira a vencer a Perotti y hay encuestas que lo dan como ganador.

Ante ese panorama, la decisión de la Casa Rosada fue evitar esas tres jurisdicciones clave.