La sombra que puede opacar la alegría del frente Juntos en noviembre
El principal frente opositor hizo una elección histórica y se ilusiona con repetir en noviembre para quitarle el quórum al Frente de Todos en el Senado. Pero para que eso sea posible deberán lograr unidad en provincias en las que hubo internas descarnadas.
El domingo fue pura alegría para el frente Juntos por el Cambio. El lunes las redes sociales se llenaron de memes y comentarios eufóricos por el histórico triunfo que lograron en la gran mayoría de las provincias del país. Sin embargo, en las próximas horas sus referentes tendrán un enorme desafío si de verdad quieren lograr que en noviembre se replique el mismo resultado: la unidad. En la mayoría de los lugares en los que se impuso Juntos por el Cambio lo hizo gracias a que llevaba varias listas de candidatos y en algunos casos las campañas internas fueron descarnadas y ahora deberán recomponer esas relaciones.
Quizás en la provincia de Buenos Aires ya se dio el primer paso con el festejo en conjunto entre Facundo Manes y Diego Santilli, pero en otras jurisdicciones el clima se encuentra enrarecido. Incluso, en CABA existen dudas respecto a qué hará el votante de Ricardo López Murphy. ¿Se inclinará por María Eugenia Vidal o algunos votantes se fugarán a la lista de Javier Mieli?
Situaciones como esas se repiten a lo largo y a lo ancho del país. En Santa Fe, por ejemplo, hubo cuatro listas de Juntos por el Cambio con nombres importantes y a lo largo de la campaña se dispararon munición gruesa. Amalia Granata denunció juego sucio y acusó a otros candidatos de viralizar videos de su fiesta de cumpleaños. Si el frente opositor quiere ganar en noviembre deberá resolver ese tipo de cortocircuitos y mostrar una Amalia Granata acompañando en la campaña a Carolina Losada y Mario Barletta.
Lo mismo en Tucumán donde la boleta de Germán Alfaro derrotó en la interna a la lista del intendente Mariano Campero y la del histórico legislador José Cano, quien quedó último. O en Córdoba, donde si bien la pelea principal se libró entre la lista de Luis Juez contra la de Mario Negri, existieron otras dos boletas de Juntos por el Cambio en el cuarto oscuro.
Aunque Mario Negri salga a respaldar abiertamente a Luis Juez y Facundo Manes celebre el triunfo de Diego Santilli la duda que muchos tienen en el espacio opositor es si los votos se transferirán linealmente al ganador de la interna. Sobre todo los votos de las listas que no lograron poner candidatos en la boleta de cara a las elecciones generales.
El principal dolor de cabeza es que ese problema se repite prácticamente en todas las provincias del país. En Chubut eran tres listas y en La Pampa cinco. Para repetir resultado deberán abroquelarse como opción. Lo mismo en El Chaco, (tres listas), Entre Ríos (tres listas), Misiones (cinco listas), en Salta (cuatro listas) o en Santa Cruz (seis listas).
En la tierra de los Kirchner Juntos por el Cambio se impuso ampliamente con 38,6% contra el 26,46% del Frente de Todos. Pero el peronismo solo presentó una lista mientras que el resultado de Juntos suma los votos de seis listas diferentes. Lo mismo en Tierra del Fuego con las cinco listas de Juntos y una sola del kirchnerismo.
La tarea de ingeniería no será fácil y algunos popes deberán dejar de lado sus egos. No solo los candidatos, sino los armadores que acompañaron a las diferentes listas como Ernesto Sanz, Martín Lousteau, Alfredo Cornejo, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
En estos meses deberán sacar a relucir su capacidad de diálogo y unir fuerzas contra el "enemigo común" que representa el kirchnerismo. Pero aunque lo logren no es garantía de que el elector no se va a decantar por otra opción diferente en las generales. El aliciente que encuentran en el frente opositor es que su misión -aunque compleja- parece más sencilla que la que tienen en el Frente de Todos. Allí el revés electoral amenaza con romper la unidad que el peronismo ya había logrado.