Visitas a Olivos: la gravísima falta que cometió Alberto Fernández

Más allá de las controversias éticas y las consecuencias penales en torno al escándalo por las visitas a la Quinta de Olivos durante el aislamiento sanitario, el presidente Alberto Fernández quebró otra obligación que suele quedar bastante relegada en la política argentina: la transparencia en la gestión pública.

Si bien en principio toda la documentación expuesta sobre las visitas a la residencia presidencial fue obtenida gracias a los pedidos de acceso a la información pública que realizaron distintos programas periodísticos, lo cierto es que existe un enorme vacío de datos del que el jefe de Estado es el máximo responsable, ya que como funcionario tiene la obligación de brindar detalles sobre sus encuentros privados en Olivos y la Casa Rosada.

"Por el decreto 1172/03 dictado en 2003 por Néstor Kirchner, todos los funcionarios están obligados a registrar sus reuniones y audiencias con particulares y representantes de entidades o empresas en el Registro Único de Audiencias de Gestión de Intereses, el cual se puede consultar en la web, con el fin de transparentar el lobby. Los funcionarios tienen que detallar los motivos de la reunión y quienes participaron, más allá de dónde se hicieron las reuniones", explicó Jorge Lanata en el programa PPT Box, emitido anoche en el canal El Trece.

Sin embargo, este Registro Único es considerado por Fernández y sus colaboradores como un mero adorno, porque las visitas más controvertidas que salieron a la luz en estos días, como las de Florencia Peña o las del novio de Sofía Pacchi, el enigmático empresario Chien Chia Hong, no figuran en este documento abierto, sino únicamente en los listados de la Casa Militar que custodia el ingreso a Olivos y que solo pueden consultarse mediante un pedido de acceso.

"Alberto Fernández no solo incumplió el decreto de la cuarentena que él mismo dictó, sino que además violó otro decreto por el cual tiene que informar las reuniones de acuerdo a lo que la ley dice", sintetizó Lanata.