Elecciones

La alerta de Suarez por un cisne negro que podría surgir en la campaña

En el Gobierno hay alarma por un fallo adverso de la Corte Suprema que está analizando si es constitucional la candidatura a senador del gobernador. A dos semanas Cambia Mendoza se encamina a un triunfo, en una elección en donde es claro el divorcio de los candidatos con los problemas de la gente.

Marcelo Arce
Marcelo Arce domingo, 29 de agosto de 2021 · 09:24 hs
La alerta de Suarez por un cisne negro que podría surgir en la campaña

Cuesta encontrar antecedentes en elecciones recientes, en donde se evidencie tanto el divorcio entre los temas de agenda de la campaña de los candidatos y los verdaderos problemas de aquellos a quienes esos mismos dirigentes les están pidiendo el voto.

Quizás sea esa una de las explicaciones posibles de la apatía del electorado que ya han detectado los consultores locales en mayor o menor medida, para quienes -desde lo profesional-  su problema es mayor: mucha gente directamente rechaza responder a los encuestadores, con lo que la incertidumbre para que puedan aventurar un resultado se ha transformado en un hecho inédito en esta ocasión. Y algo más, que nunca había ocurrido tampoco. Son tantas las dudas que tienen quienes están midiendo el pulso electoral, que han decidido en esta oportunidad no hacer públicos los datos de intención de voto para no jugarse su prestigio. Esa información queda reservada para el cliente a quien, asimismo, le están advirtiendo sobre los posibles errores muestrales.

Hecha la salvedad, Cambia Mendoza, a dos semanas de la primera contienda electoral de este año, se encamina a repetir en la provincia un triunfo en las urnas y por una diferencia que estaría rondando hoy los diez puntos. Martha Reale ya le acercó su última medición a Rodolfo Suarez y allí un puñado de números entusiasmaron al gobernador. Uno de ellos es que el porcentaje de indecisos que detectó es bajo, en comparación a mediciones como las de Elbio Rodríguez, encuestador del Frente de Todos, para quien esa proporción de gente que duda está por encima del 40%.



La diferencia entre una muestra y otra es abismal en este punto. Para Reale los indecisos no llegan al 10% aunque se pueda colocar aquí una nota al pie y es que la certeza de los consultados está más bien basada en a quién no van a votar que por la positiva. Rodríguez volvió a salir a la calle para preguntar esta última semana y obtuvo los mismos resultados que hace quince días. Para él la indefinición es altísima y sostiene que el enojo, la apatía y la indiferencia electoral arrastran al radicalismo y al peronismo por igual. Por eso es que mide a Cambia Mendoza apenas con 30 puntos mientras que el Frente de Todos está en 20 de intención de voto, según su relevamiento.

¿Por qué festeja el PJ estas cifras a pesar de que le dan un piso histórico? Porque Rodríguez entiende que ese elevado nivel de indecisos es lo que le puede llegar a permitir al FdT achicar las distancias. O como se sinceró un dirigente peronista: “Si esto es así, estamos frente a un final abierto. Acerca de cuál será la diferencia- aclaró- pero final abierto al fin”.

La elección será polarizada, casi sin dudas. Y no asoman terceras fuerzas con la suficiente capacidad competitiva como para captar la atención de aquellos que todavía no deciden su voto. Después de las PASO se verá para ellas y habrá que esperar hasta ese momento para determinar quién resulta la más votada y , en consecuencia, la que quedará con más chances de sumar hasta la general de noviembre.

De todos los números que acercó Reale, el que más festejó Suarez fue este: como consecuencia del Olivosgate, la imagen de Alberto Fernández en Mendoza cayó cinco puntos y descendió a niveles más bajos de los que ya tenía el presidente en la provincia. Eso explica en buena medida lo anodina de la estrategia electoral de los radicales, que se apuntaron por ahora nada más que para mostrarse como mendocinos de corazón y para hacer recorridas. “¿Para qué vamos a hacer campaña si Alberto la está haciendo por nosotros”?, se jactan. Entre los tiros en el pie que se viene pegando el presidente y el reflejo en los sondeos acerca del nivel de aprobación su gestión, el gobernador está dando la sensación de que navega la campaña.

Pero una tormenta está en ciernes y puede llegar a alterar esa aparente calma. Se espera que esta semana la Corte Suprema de Justicia emita su fallo sobre la legalidad o no de la candidatura suplente de Suarez a senador nacional y en Casa de Gobierno están muy alertas por la posibilidad de que surja un cisne negro. El temor es que los jueces de la Corte terminen adoptando el criterio de uno de los integrantes de la Cámara Nacional Electoral, Alberto DallaVía, quien votó en disidencia de sus colegas, Santiago Corcuera, Daniel Bejas, cuando en esa instancia Judicial se debió analizar el tema tras una presentación del frente Vamos Mendocinos!.

Para Dalla Vía no corresponde autorizar a Suarez a ser candidato a senador nacional suplente y se fundó en el artículo 73 de la Constitución Nacional. El mismo establece que "los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congreso, ni los gobernadores de provincia por la de su mando". "En efecto, el artículo 73 de la Constitución Nacional es un límite de elegibilidad para los gobernadores de provincia mientras estén en ejercicio de sus mandatos, prohibiéndoles postularse como precandidatos o candidatos a cargos legislativos en los distritos que los eligió previamente para ejercer la más alta función ejecutiva provincial", sostuvo Dalla Via, dando a entender que objetaba la postulación por considerarla en cierta medida como testimonial. El Gobierno está alerta no tanto porque la sentencia le puede llegar a salir en contra, sino que le desespera no saber qué puede llegar a suceder.

Operadores judiciales del peronismo a nivel nacional levantaron el teléfono y se comunicaron con el búnker de Anabel Fernández Sagasti para ponerse a disposición. Desde aquí entendieron rápido el ofrecimiento de la maniobra pero la rechazaron. El PJ mendocino ya tiene una cuesta inmensa que subir hasta llegar al 12 de septiembre y la sospecha de que podría haber jugado sucio para bajar a Suarez de las listas iba a tener un efecto peor, que el riesgo que implica la candidatura del gobernador en sí. La Corte puede terminar avalando a Suarez o directamente no meterse con el tema, pero el temor dentro de Cambia Mendoza es grande porque un fallo en contra significará un mazazo en un plan meramente electoral que, además, no cayó bien ni siquiera dentro del electorado del propio del oficialismo.


El PJ sabe que los errores de Alberto están haciendo mella hacia afuera, aunque nadie sabe si eso se terminará trasladando a las urnas. Pero son conscientes de que el daño también se está produciendo dentro del propio votante del peronismo. “Podemos explicar algunas medidas, algún error de gestión, pero lo no se puede explicar es la estupidez”, rezongan puertas adentro. La visita del viernes y sábado en tren electoral del ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvo su impacto hacia la interna del partido y alcanzó una buena recepción entre los empresarios que escucharon en vivo su mensaje de que hay que calmar la economía. Pero esa presencia adoleció de lo que muchos están esperando y es que el encargado de fijar las políticas macroeconómicas diga, entre otras cosas, cómo controlará la suba de precios. Volviendo al punto: el 90% de los mendocinos tienen como a su principal preocupación a la inflación, el 70% al desempleo y, vacunas mediante, solo el 33% dice estar a esta altura preocupado por la pandemia. 

Ante este escenario la gente percibe que su presente es horrible, que su futuro no será mucho más alentador y los candidatos no le dicen ni le proponen una salida para demostrar que eso no es cierto. Y qué cosas harán, en definitiva, para lograr que todo sea para mejor.

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