Elecciones

Vulnerables: las fragilidades que la campaña expuso de Anabel Fernández Sagasti y Rodolfo Suarez

El gobernador Rodolfo Suarez y la senadora Anabel Fernández Sagasti son los más expuestos en la campaña. Ambos sufrieron problemas y se mostraron vulnerables, cada uno en su rol.

Pablo Icardi
Pablo Icardi miércoles, 18 de agosto de 2021 · 21:41 hs
Vulnerables: las fragilidades que la campaña expuso de Anabel Fernández Sagasti y Rodolfo Suarez

El gobernador Rodolfo Suarez tenía un mapa de ruta para agosto y septiembre, con un rol inesperado: ser candidato y encabezar la campaña electoral. Es habitual que los gobernadores plebisciten su gestión en las elecciones de medio término, pero Suarez dio un paso sui generis y se metió en la boleta, en la campaña y subió el perfil. Ese paso coincidió con el quiebre de la burbuja política  generada por la pandemia y que lo blindó desde el año pasado. Ahora, los problemas empezaron a repiquetear a su alrededor. El quiebre se vio ayer, cuando el gobernador tuvo que suspender un acto oficial por el reclamos de los trabajadores de la Salud, que lo obligó a abrir una puerta de negociación que lo tiene a él expuesto y sin fusibles. Suarez estaba en modo campaña, pero tuvo que responder en plan de gestión; justo para lo que fue elegido en 2019.

Anabel Fernández Sagasti ocupa un rol extraño como representante local del Gobierno nacional, más allá de su rol de senadora. Cristina Fernández de Kirchner le da su piso electoral, pero también su techo. Su relación y cercanía con Alberto Fernández era el otro plan para tratar de romper el tope que tiene. Por eso, la campaña por su reelección tiene como eje la necesidad de tener buena relación con la Nación en general y con Alberto en particular. Pues si tenían problemas para remontar, el escándalo por la fiesta clandestina de cumpleaños y el incumplimiento del aislamiento por parte del presidente generó un golpe durísimo. Sin Alberto como eje, Anabel se queda sin plan. 

Vulnerables

Los dos dirigentes políticos más influyentes de Mendoza están sobreexpuestos y vulnerables por la campaña, cada uno en su rol. Curiosamente también rozaron el absurdo en el anuncio del inicio de obra de la ruta 40 hacia San Juan, una de las rutas más anunciadas de la historia reciente. El anuncio, como todo en los últimos días, estuvo forzado para que sea el 17 de agosto, un día antes de que se restrinjan todos los actos de gobierno que se puedan usar de manera proselitista. Anabel y Suarez iban a estar, pero quedó una silla vacía.

La senadora figuró en el lugar y Suarez eligió hacerlo desde la red social Twitter, donde resaltó la participación provincial en la obra (la reubicación de las personas que fueron desalojadas). La campaña les exigió anunciar algo aunque aún no se haya movido una piedra y, como ocurre en la vida misma, el éxito tiene muchos padres y madres, pero el fracaso es huérfano: ni Suarez, ni Anabel recordaron que la obra de la ruta 40 la anunciaron gobiernos peronistas y radicales que no cumplieron. De hecho, es una de las peores rutas de la región, cuestión que no solo genera atraso productivos sino que, además, se ha cobrado vidas. A pesar de las distancias políticas, los dos referentes estuvieron unidos por un hilo: la empresa CEOSA, que tiene igual de buena relación con los dos sectores. 

Gestión y campaña

Rodolfo Suarez fue el dirigente más resiliente del país. Luego de empezar la gestión con problemas autoinflingidos, lo que ocurrió desde el 20 de marzo del 2020 para él fue un nuevo comienzo. La pandemia cambió el mapa y él salió fortalecido. Así lo marcan las encuestas. El orden de prioridades también se modificó y la exigencia fue monotemática. En ese paréntesis, Suarez pudo prescindir de mostrar pericia para gestionar algunos temas áridos y críticos. Desde los problemas financieros y económicos, hasta la falta de recursos para obras y la negociación con los gremios y otros poderes.

En el conflicto con los trabajadores de la Salud es donde el Gobierno mostró la vulnerabilidad que quizá estaba tapada. En realidad, quienes conocen la gestión de cerca hablan más de subestimación que de olvido, pues creen que el problema real es que no mensuraron el impacto de las protestas del sector más relevante para enfrentar la pandemia.

Suarez debió recibir a los dirigentes gremiales para solucionar el conflicto.

La paz gremial con AMPROS y otros sectores fue una de las herencias que le dejó Cornejo a Suarez y que parece haberse perdido con los médicos. En el cambio de enfoque hay dos temas clave. El primero es de dinero: Cornejo otorgó un beneficio inédito (la cláusula gatillo) a los estatales que al actual gobernador le jugó en contra. El otro es político: Cornejo tenía a Ulpiano Suarez y a Dalmiro Garay como negociadores en la relación, quienes tenían muy buen diálogo con AMProS y otros gremios. La actual gestión prescindió del accionar en equipo y, aseguran, se trabajó de manera más hermética. El conflicto con los trabajadores de la Salud creció y fue el gobernador quien tuvo que abrir la puerta para tratar de frenar las protestas que cada vez golpeaban más cerca. "El problema es que se animan", explicó un cornejista. 

Lo que tampoco se ha medido es el impacto real de la candidatura de Suarez. Es una postulación sin efecto inmediato, pero que busca impacto electoral. Un ensayo nunca visto en Mendoza y que en el Gobierno defienden. Tienen un margen amplio que les permite experimentar. Es que más por carencias ajenas que por virtudes propias, todo apunta a que las elecciones de 2021 serán la décima contienda electoral con derrota para el PJ, esta vez bajo la marca Frente de Todos

Recalculando

Anabel Fernández Sagasti busca su reelección como senadora, un cargo que es estratégico por la importancia, la duración (6 años) y el rol. Además del test electoral con la ciudadanía, es la primera elección que la tiene como presidenta del PJ, rol en el que tuvo que lidiar con los prejuicios internos que había. Ella eligió el camino de la negociación y no de la rebelión. Por eso tiene a su alrededor gran parte de la estructura que decía combatir. 

Anabel y Alberto, aliados y en problemas. 

Aunque en su entorno aseguran que elabora un plan de poder propio, la razón de ser hacia afuera ha sido, como desde el 2011, su vinculación con la Nación. Anabel y María Luz Alonso son dos de las dirigentes políticas de mayor confianza y surgidas del semillero de Cristina. Ambas volverán a ser compañeras de bancada. Pero en el plano electoral, no era la vicepresidenta la que generaba alguna ilusión de arrastre para ella, sino la Nación "en general" y Alberto Fernández en particular. Ahora, el presidente es un problema. 

Como ocurría a nivel nacional, la esperanza estaba puesta en el "segundo semestre". El plan de vacunación masiva y alguna señal de reactivación económica eran la esperanza. El golpe de la fiesta clandestina generó un impacto fuerte que aún no es medido en cuanto a su duración. Por eso, por ejemplo, en el Frente de Todos decidieron hacer públicos los videos de la fiesta para enfrentar todo el impacto de una y tratar de reconstruir después. La senadora enfrenta otras incomodidades, como el vidrioso rol del kirchnerismo frente a la situación del juez Walter Bento.  El problema para la senadora es reencauzar el discurso de campaña para no incomodarse con la figura de Alberto y hallar puntos de fuga. El nuevo eje pasaría por la crítica a su ex rival en el 2019, es decir el gobernador que ahora también tendrá en las boletas "enemigas". 

El punto de partida de los candidatos se conocerá sobre el fin de semana. Los dos principales frentes encargaron encuestas para trazar un panorama más realista. La coyuntura les cambió la agenda y los números le indicarán si necesitarán cambiar o no el enfoque de la campaña, ahora que son más vulnerables

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