Admiten la debilidad de Juntos por el Cambio que no quieren que aproveche el kirchnerismo

En los últimos días escaló de forma exponencial la tensión interna en el frente Juntos por el Cambio. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde las chicanas entre Facundo Manes, Diego Santilli y Elisa Lilita Carrió encendieron las alarmas sobre las consecuencias que esto puede llegar a tener. En concreto, entienden que podría terminar beneficiando al kirchnerismo y el Frente de Todos, por lo que la presidenta del PRO Patricia Bullrich reveló que implementarán un plan de emergencia para evitar "heridos".

“Es necesario que haya amistad cívica, comportamientos éticos y que no haya golpes debajo de la cintura”, manifestó anoche la exministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri. El disparador fueron las denuncias de Facundo Manes sobre un posible financiamiento de campaña de Diego Santilli con fondos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los dardos de Carrió hacia el candidato radical al que acusó de mitómano.

“El lunes vamos a presentar un código ético de comportamiento en la campaña”, adelantó Bullrich en Intratables. "Uno sabe que las cosas se embarran y cuando viene la campaña general si embarras mucho es difícil salir de esa situación”, reconoció en referencia a que luego de las PASO del 12 de septiembre tanto Santilli como Manes deberán convivir en un mismo espacio.

En este sentido, en diálogo con el periodista Alejandro Fantino manifestó que implementarán una suerte de arbitraje sobre la campaña. “Vamos a tener un VAR de lo que se puede y lo que no se puede hacer”, aseveró.

El primer roce se generó cuando Facundo Manes deslizó que la campaña de Diego Santilli se financie con fondos públicos de CABA. Pero a eso, se sumó el descargo de Elisa Carrió contra Facundo Manes al que acusó de mentiroso. Específicamente, Manes había dicho que en 2015 Lilita le ofreció ser su candidato a vicepresidente en los comicios pero Carrió salió a refutar categóricamente esa versión.