Análisis

Los curiosos aliados del Gobierno y el desafío para gestionar fuera de la zona de confort que le dio la pandemia

Rodolfo Suarez tuvo en la pandemia su forma de ser resiliente. Ahora comienza una nueva etapa que le exige gestión. Los curiosos nuevos aliados del Gobierno de Mendoza.

Pablo Icardi
Pablo Icardi domingo, 11 de julio de 2021 · 11:21 hs
Los curiosos aliados del Gobierno y el desafío para gestionar fuera de la zona de confort que le dio la pandemia
Foto: Gobierno de Mendoza
Los curiosos aliados del Gobierno y el desafío para gestionar fuera de la zona de confort que le dio la pandemia
Suarez tiene en los gremios y hasta el el Gobierno nacional aliados transitorios Foto: Gentileza
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Rodolfo Suarez fue resiliente luego de un comienzo de gestión con lesiones autoinflingidas. Por habilidad o, como dicen algunos aliados suyos, con algo de fortuna, la pandemia le permitió dar un giro en el enfoque de gestión que sacó los temas estructurales del eje para abocarse a una coyuntura inesperada. A él le resultó favorable: se diferenció de la Nación y le salió bien. La propia lógica política de la pandemia alejó también otros focos de conflictos como podrían haber sido las tensiones con otros sectores de poder. Ahora la gestión le exige mayor pericia política y comenzaron a verse curiosidades en la forma de vincularse.

Ocurrió en la relación con los gremios por los salarios. También en la relación con los empresarios por la obra Portezuelo del Viento. Incluso con la crisis en seguridad y las diferencias con la política. El lento retorno a la “normalidad” también sacará de la zona de confort a Suarez. Tendrá que gestionar fuera de la cápsula. 

Nuevos aliados

Primero le estrecharon la mano a Roberto Macho, líder de ATE, y se promocionó un acuerdo. Al otro día hubo repudio la marcha de los médicos y enfermeros conducidos por AMPROS. Para ser justos con el contraste hay que hilar fino, pero también es cierto que esas dos imágenes son parte del juego de alianzas y estrategias políticas que lleva adelante el Gobierno con varios temas sensibles. Lo curioso es el intercambio de roles: ATE, ligado a la izquierda y con pasados belicosos en la calle, se transformó en un aliado circunstancial del gobierno radical. Los representantes del sector de salud, que en los últimos años habían tenido mayor cercanía de la mano de AMPROS, se alejan. Justo el área del Estado que mayor empatía tiene por la misma pandemia que a Suarez le dio rédito político.

Roberto Macho, titular de ATE y aliado del gobierno. 

En el acuerdo con ATE no hay tampoco amor político. Sí mutua conveniencia. Roberto Macho fue domado por la política oficial desde la gestión pasada. Primero con un manejo inteligente de las disputas internas y la falta de arraigo en la comunidad. Luego hasta con el uso de los problemas personales del propio dirigente gremial. Pero no es solo eso. La sola firma de ATE en un acuerdo salarial implica también caja. ATE es un organismo político y sin caja no hay policía. De manera automática, el próximo mes esa entidad gremial recibirá el 1,5% de cada sueldo estatal que haya quedado bajo el acuerdo. No menos de 10 millones de pesos.

La protesta de los trabajadores de la salud. 

Los acuerdos promocionados no tuvieron repercusión política. Por eso, incluso en el propio oficialismo, hay quienes cuestionan “a quién se suma y a quién no”.  

Las protestas de los trabajadores de la salud crecen, no son disruptivas y generan más empatía. Suarez aumentará por Decreto y habrá que ver si ocurre, como cree el Gobierno, que el aumento en realidad es más significativo de lo que se promociona. En realidad eso se verá en enero del año que viene, cuando se terminen de pagar las cuotas del bono. Como había adelantado MDZ, la pobreza de las arcas públicas generaron una necesidad extra: usar creatividad financiera para mejorar los salarios, pues no había ni hay previsibilidad sobre los ingresos futuros.

Grieta empresaria

La otra estrategia de alianzas que se ve tiene que ver con la grieta que generó en las cámaras empresarias la forma de gestionar el único fondo asegurado que tiene la provincia. Se trata de los 1023 millones de dólares que quedarán acumulados en el fideicomiso para hacer Portezuelo del Viento.

La licitación lleva más de un año en proceso y cada vez es más intrincado. No solo hubo una oferta única, sino que más cara y con empresas en problemas. Ocurrió una cosa única: la obra tiene como líder a una empresa china (Sinohydro). Las empresas chinas suelen tener como valor de competitividad que son “más baratas” y en general traen financiamiento propio. Pues para Portezuelo Sinohydro no tiene que poner un peso y presupuestó la obra más cara. Es decir la represa será China, saldrá más cara y buena parte del valor generado migrará.

El formato de la licitación hace que el consorcio tenga un poder enorme, pues es un proyecto llave en mano en el que la UTE tiene el poder de negociar puertas adentro. Allí está parte de las tensiones entre empresas.

Adjudicar Portezuelo será la decisión más importante de Suarez este semestre. 

En el nuevo juego de alianzas, el Gobierno acercó a las empresas de la Cámara Argentina de la Construcción e incluso al Gobierno nacional gracias a que son socios en IMPSA. Cuando se lanzó la licitación hubo advertencias sobre los problemas que tenía el pliego de licitación y que podía ser un proceso que terminara con una oferta única y cara. Suarez respondió agresivamente: “Son todos los empresarios que están encuadernados los que se quejan”, decía en referencia a los “cuadernos de la corrupción”. Obviaba que el gran destinatario de la obra iba a ser IMPSA, una empresa protagonista de esa causa. Quizá entonces tampoco sabía que sería socio del mismo gobierno que repudia esa causa.

La grieta ha puesto a la CAC y al Gobierno frente a otras cámaras que no representan solo a la construcción. Pero también enfrenta a sectores políticos. Buena parte de los informes técnicos que ahora desaconsejan la adjudicación de Portezuelo está formada por ex amigos del Gobierno. Desde sectores de la UNCuyo y universidades privadas, hasta voces “por ahora tímidas” del gobierno. También hay sectores del peronismo “no k”, como el grupo Olascoaga que lidera Rodolfo Lafalla.

Portezuelo está rodeada de análisis y diferencias técnicas. Pero su adjudicación será una decisión política, probablemente una de las más importantes que tomará Suarez en su nueva etapa de gestión.

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