Pandemia

El informe sanitario que preocupó a los intendentes por el aumento de casos

El Gobierno le presentó a los intendentes un estado de situación que preocupa. Por ahora aseguran que el sistema puede responder, pero hay una aceleración preocupante de los contagios.

Pablo Icardi
Pablo Icardi miércoles, 7 de abril de 2021 · 09:16 hs
El informe sanitario que preocupó a los intendentes por el aumento de casos
Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

Los intendentes escucharon el informe y se fueron más preocupados. Hubo consenso por tomar medidas de manera gradual, pero con la idea de que en el mediano plazo la situación sanitaria puede complicarse: casi todos los departamentos de Mendoza tienen indicadores en rojo y todo indica que hay un brote que anuncia la segunda ola. El informe que los jefes comunales recibieron no es el mismo que se difunde públicamente y allí hay  datos que alertan. 

La tasa de incidencia y la razón de crecimiento de casos de la última semana pusieron a Mendoza en "rojo". Ambos indicadores están por encima del umbral tomado epidemiológicamente y el dato fue reconocido en la reunión del lunes, más allá de las quejas que hubo porque la Nación había advertido algo similar sobre Mendoza. Incluso hacia adentro de los municipios, salvo 4, están todos el rojo. "La situación es compleja, pero aún se puede manejar. Los indicadores que se mostraron muestran que a futuro se va a complicar si no se toman medidas", reconoció uno de los dirigentes que estuvo presente en la reunión. Salvo La Paz, Junín, Alvear y Malargüe, todos los departamentos de la provincia tienen una razón de crecimiento por encima del límite. El Gran Mendoza es lo que más preocupa por las aglomeraciones.  

Para la semana 13 los datos son duros, con un aumento del 92 por ciento en el diagnóstico y un aumento de la positividad. El pico de enfermedades respiratorias suele darse dos meses y medio más adelante. Por eso la ventana temporal que se abrió ahora durará mucho más. Justamente la semana anterior hubo la misma cantidad de casos que en la semana 35 del año pasado, cuando comenzó el brote en la provincia, con transmisión comunitaria del virus. 

El sistema de salud tiene capacidad de respuesta inmediata, es decir ahora. Pero hacia el futuro mediato la situación es distinta y eso es lo que les quedó a los intendentes. "Hay que estar preparados para no tener sorpresas. Los datos marcan que a mediano plazo puede haber picos complicados", aseguró otro de los referentes que recibió el informe. Para tener una idea, desde el Ministerio de Salud consideran que para tener una situación controlada la tasa de casos nuevos no deben superar los 50 cada 100 mil habitantes. Hoy supera los 135 casos nuevos cada 100.000 habitantes y creciendo. Ayer Mendoza volvió a estar cerca de los 1000 casos diarios.

Hasta ahora había un dato que camuflaba el rebrote. El tiempo de duplicación de casos tenía un parámetro difícil de mensurar. Por eso en Salud hicieron un corte distinto: tomaron como "momento cero" el 17 de diciembre pasado, día en que el factor R estaba en 1. Pues tomado desde ese día, el tiempo de duplicación de casos ya está en menos de un mes y al borde de entrar en zona de alerta. El factor R también: según Salud está en 1,42, pero el informe de las clínicas privadas lo ubica ya sobre 1,6. Eso indica una aceleración de los contagios a mediano plazo. La semana anterior había estado apenas por encima de 1. El ideal es 0,6. 

Los contagios siguen produciéndose en jóvenes, y quienes demandan más atención crítica son los adultos mayores. Pero ese dato ha comenzado a cambiar en el país, así como pasó en otros sitios. El 83% de los fallecidos tenía más de 60 años, pero hubo 32 personas menores de 40 que murieron por covid. 

En cuanto a la ocupación de camas críticas, en el área metropolitana están al 62%. Pero para tomar dimensión muchas veces es mejor dejar de lado los porcentajes. En el Valle de Uco, por ejemplo, están ocupadas 3 de las 4 camas disponibles de terapia intensiva. En el Este 7 de las 14. 

El Gobierno optó por el camino gradual, el aumento de los controles y apela a la responsabilidad. Pero habrá evaluaciones permanentes. Ayer comenzaron las restricciones para circular durante la noche. Los pasos siguientes podrían ser achicar la posibilidad de reuniones recreativas y hasta más restricción a la movilidad. Y esperan la decisión nacional para saber si Alberto Fernández tomará alguna decisión que afecte a la provincia. El 9 de abril vence el DNU y la duda es si se mantendrá el distanciamiento para todo el país, cuestión que dejará en manos de los gobernadores el control, o habrá de nuevo restricciones desde el poder central. Hasta ahora nada indica que le quiten la potestad de administrar la situación a los gobernadores e intendentes. El camino será a la inversa que el 2020, con medidas paulatinas. Las clases serían lo último en cerrar, igual que las actividades económicas con mayor impacto en el empleo y la producción. 

 

Antes, el debate entró en el barro político. Ayer el Frente Cambia Mendoza y el Frente de Todos comenzaron una escalada verbal que desvía el eje. El Gobierno nacional analiza restricciones y la oposición lo cuestionó. Pero en realidad las diferencias no son tan dramáticas. Si se pregunta por separado, todos coinciden en amenguar la circulación. También en mantener las clases presenciales y en cuidar la economía. También saben que el margen de maniobra es corto: el agotamiento generado el año pasado dejó con menos herramientas a todos. 

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