Casa Rosada

Por qué peligra la continuidad de Guzmán en el Palacio de Hacienda

La inflación, la pérdida de poder adquisitivo y su excesivo fisicalismo, han generado muchos cuestionamientos del Instituto Patria contra el ministro de Economía, Martín Guzmán. Por ahora lo sostiene Máximo Kirchner y Sergio Massa pero esperan resultados urgentes.

Beto Valdez
Beto Valdez martes, 6 de abril de 2021 · 08:06 hs
Por qué peligra la continuidad de Guzmán en el Palacio de Hacienda
Foto: Impulso Negocios

“Este muchacho de Columbia le habla más a a sus amigos de Wall Street que a nuestro electorado”, dicen despectivamente en el kirchnerismo respecto a las últimas incursiones mediáticas del ministro de Economía, Martín Guzmán. Demostrando que en el Instituto Patria no sienten simpatía por el titular del Palacio Hacienda sobre todo por los resultados que se perciben en la economía real y la pérdida de poder adquisitivo de sus votantes. 

Los principales detractores de Guzmán son Axel Kicillof y su grupo de técnicos que ven a un ministro más cercano a los operadores financieros de Wall Street que a la economía de los argentinos. “Lo único que le importa es hablar con los fondos de inversión y el FMI pero no con las PYMES y los gremios”, agregan cerca del gobernador de Buenos Aires.

Con la inflación consolidada en torno al 4% mensual es muy difícil que se cumpla la pauta presupuestaria y además genera una mayor presión de los gremios. Conviene seguir con atención la interna sindical ya que ayer Pablo Micheli respaldó desde la CTA rebelde la candidatura de Pablo Moyano a la conducción de la CGT. La pelea por la central obrera va a generar más conflictividad sindical en ala dura contra la moderación de los Gordos e independientes que respaldan la reelección del albertista Rodolfo Daer, aunque su gremio sanidad está implementando paros en medio de la segunda ola del Covid.

Precisamente, el aumento de la peste empieza a ser un desafío para la lenta recuperación de la economía. Todavía no se sabe a ciencia cierta qué tipo de restricciones van a ser necesarias para enfrentar esta nueva etapa y cuanto puede afectar en las empresas, PYMES, trabajadores y cuentapropistas. Por eso hizo ruido entre los K que el ministro de Economía haya descartado más ayudas fiscales tipo IFE o ATP para el sector privado. Su sentido común respecto al cuidado de las cuentas fiscales enfurece a los kirchneristas. Todavía hay una pelea de fondo por el aumento de las tarifas y cuántos subsidios va tener que erogar Economía. Seguramente la última palabra la va a tener Cristina Fernández de Kirchner. Ella va a tener que hacer un equilibrio complicado en medio de un contexto económico y político complicado. 

Además, terminó en marzo el congelamiento de alquileres y cuotas hipotecarias. Las deudas entre inquilinos y propietarios se pueden cancelar en 12 cuotas. El gobierno apunta a extremar los controles de precios y pisar el dólar hasta las elecciones. Las industrias que producen alimentos amenazan después de un año con ir a la justicia contra los precios máximos. Sigue bajo control el dólar con la ayuda siempre del campo y el boom de la soja: fue récord el ingreso de divisas entre enero y marzo. Si bien se mantiene congelado el dólar, las reservas del BCRA no recuperan por la mayor demanda para importaciones y pagos al exterior. Aumenta la venta de dólares de familias de altos ingresos que tienen que utilizar ahorros para compensar la fuerte baja de ingresos por la recesión, las cuarentenas y la pandemia. Este es un fenómeno interesante: mucha gente vende dólares para pagar deudas y también para mudarse a barrios privados, 

Las expectativas de una fuerte devaluación en el futuro no se disipan. Es que se espera mayor déficit fiscal si es que lo tuercen el brazo a Guzmán

 Obviamente que gran parte de la disparada inflacionaria es atribuida desde el Patria al ministro Matías Kulfas. Pero a esta altura ya es casi una anécdota. Todos los dardos apuntan contra Guzmán. Su permanencia en el cargo está muy cuestionada. Dicen que Kicillof tiene candidatos para reemplazarlo, uno de ellos es Augusto Costa, el ministro de la Producción bonaerense. Ex secretario de comercio de Cristina Fernández de Kirchner, quien además lo valora como técnico. 

A esta altura el aval de Alberto Fernández al titular del Palacio de Hacienda no es tan estratégico. Casi que no mueve el amperímetro con resultados muy pobres. Voceros confiables del Frente de Todos aseguran que la continuidad de Guzmán depende de Máximo Kirchner, quien mantiene sus diferencias con el ministro pero no está de acuerdo con cambiar en medio de este contexto y mucho menos por un alfil del gobernador. Ahí hay una relación tirante pese a que ambos responden a la vicepresidenta. No se llevan bien, tienen sus diferencias y ambos saben que están en competencia por 2023, ya sea por la candidatura presidencial o por Buenos Aires.

En la movida de sostener por ahora a Máximo también se suma Sergio Massa. Ambos creen que hay que darle un chance más en medio de la negociación con el FMI y la pelea por frenar la inflación. Por ahora el ministro no muestra buenos resultados y de su performance depende el resultado de las elecciones de medio término. ¿Cuánta paciencia le tendrán?

Archivado en