AMBA saturada

Estrés sanitario: el 85% de las camas están ocupadas en el Gran Buenos Aires

El mayor déficit del sistema público y privado de salud de la Provincia de Buenos Aires, fundamentalmente de lo que se ha conformado como Área Metroplitana Buenos Aires, es la descoordinación informativa producida por los efectores privados de salud que no ingresan al sistema sus camas disponibles.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare viernes, 23 de abril de 2021 · 15:30 hs
Estrés sanitario: el 85% de las camas están ocupadas en el Gran Buenos Aires
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El gobierno de la Provincia de Buenos Aires les exigió a los prestadores privados de salud que informen “minuto a minuto” la cantidad de camas que tienen disponibles para evitar que los pacientes “deambulen” de una clínica a la otra una vez que se atiende al paciente en su domicilio.

Hasta el momento, por motivos jamás aclarados, las asociaciones de clínicas y sanatorios privados jamás informaron en tiempo y forma las camas que tenían disponibles.

Algunos sostienen que esto fue así porque el año pasado han estado sub ocupando sus instalaciones y por ese motivo preferían mantenerse al margen. De hecho, solo en los primeros días algunos ingresaron al sistema informativo diseñado para estos efectos.

Cuando llegó el pico de hace tres semanas y la situación comenzó a complejizarse, tampoco hubo información y así fue que se vieron múltiples situaciones traumáticas en las que los ambulancieros no tenían adonde derivar sus pacientes.

El otro inconveniente mayúsculo en todo el sistema son los costos. El oxígeno, algo vital en estos momentos, aumentó el 500%, producto del rol monopólico de sus proveedores, y los medicamentos e instrumentos accesorios vinculados con el combate contra el covid, o la sedación de pacientes, han llegado a crecer 1.000% en un año.

Por este motivo, el ministerio de Salud bonaerense, que conduce Daniel Gollan, dispuso una escala de precios máximos para prevenir los mayores costos y cubrirse de las compras futuras.

El instituto médico y obra social que cubre sanitariamente a todos los empleados estatales de la provincia, incluidos los municipales, IOMA, es uno de los más afectados por esta desinformación. “Permanentemente les estamos exigiendo que carguen esa información”, dijo un auditor.

La ocupación de camas de Unidad de Terapia Intensiva oscila entre el 80% y el 90% en todo el Gran Buenos Aires, con picos del 95%. Según informaron todos los consultados por MDZ, “el problema sigue siendo el mismo que el año pasado. Vos podés poner más camas, cerrar consultorios y habilitarlos para el cuidado de los pacientes covid, pero no hay terapistas ni especialistas. No se crean de un año para el otro, son carreras que demandan mucho tiempo, que no se tiene hoy”.

“Lamentablemente lo que se está viendo es un mercado persa del sistema. No hay personal médico suficiente, por más que ahora estén vacunados o ya hayan tenido la enfermedad. Entonces, el poco que hay, lo único que puede hacer es cambiar de un lugar a otro sólo por mayor remuneración salarial”, explicó esta fuente que articula entre los sanatorios privados, el IOMA, y el Ministerio de Salud bonaerense.

Entre el sistema público y el privado, oficialmente, se reconocieron algo más de 3.000 camas en Gran Buenos Aires y Gran La Plata, lo que fue constituido como zona AMBA por el presidente, Alberto Fernández. A esta cifra hay que excluir la Ciudad de Buenos Aires.

Oficialmente el Ministerio provincial insiste con el alerta de precariedad sanitaria. “Estamos peor que en el peor momento que el año pasado en el pico de la pandemia”, reconoció un asesor de Gollan, para quien el pánico aumenta cuando se proyecta la imposibilidad de atender a un paciente, el primero que aparezca, y no tenga cama disponible. “Esa persona muere y es una tragedia para la familia, para nosotros y para la política en general”, explicó.

Cuando todo empezó a crecer, en el Gran Buenos Aires y La Plata había 1.100 camas disponibles. Hoy sólo 700, informaron oficialmente. El intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, uno de los jefes comunales de la zona sur, del Frente de Todos, comentó que “muchos hospitales públicos, que tienen un poco más de disponibilidad que los sanatorios y clínicas privadas, están atendiendo a sus afiliados”.

Igual situación sucede en Vicente López, donde en el hospital Bernardo Houssay están asistiendo a dos pacientes con coberturas médicas de primer nivel. Para estos casos, como tantos otros que se ven diariamente, los municipios implementaron el sistema de recobro denominado SAMO, en el que se puede facturar a la prepaga para que ésta luego realice el reintegro por los costos que generó atender a un paciente con obra social.

A su vez, apenas se libera la cama del sanatorio privado, el paciente, en caso de ser posible, es derivado.

"Es un grave error cuando se habla de camas solamente. 'Las camas' vienen con un enfermero o enfermera, kinesiólogo, y un terapista para las unidades de terapia intensiva. En salas con menos complejidad se reubican otros profesionales y se pasa personal de un servicio que no está funcionando con tanta demanda. Esto no se puede hacer con terapia intensiva”, comentó un director médico de la zona oeste.

En cuanto a la vacunación, las marcas registran una notable variedad entre municipios de una misma región o limítrofes. Mientras que en la zona oeste sobre sale Morón, con el 23% de su población, al lado, La Matanza, sólo inoculó al 8,4% de su población.

Lo mismo sucede en la zona sur del conurbano, en el que sobresale Avellaneda, con el 20% de su población vacunada contra el 12% que registra Lomas de Zamora.

Los cuatro distritos corresponden al Frente de Todos. Por lo cual, no se trata de política partidaria ni complejos.  

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