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La estabilidad de Losardo ya es una anécdota

La magnitud del conflicto de poderes que se viene entre Cristina Kirchner y el Poder Judicial le quitan importancia a la continuidad o no de Marcela Losardo en el Ministerio de Justicia. Si llega Soria u otro dirigente K no va a mover el amperímetro de la crisis.

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 8 de marzo de 2021 · 06:50 hs
La estabilidad de Losardo ya es una anécdota
Marcela Losardo Su continuidad o renuncia no garantiza que cambie la relación de fuerzas. Foto: El Intransigente

La gravedad de la crisis institucional que empieza a percibirse le quita la relevancia a la estabilidad de Marcela Losardo en el Ministerio de Justicia. “Esta guerra va a ser más dura que la ley de medios porque acá varios se juegan el pellejo y la libertad”, dicen voceros de la Corte Suprema, comparando este conflicto de Cristina Fernández de Kirchner por su situación procesal con el que tuvo con el Grupo Clarín y el Poder Judicial.

En el cuarto piso del Palacio de Tribunales y en Comodoro Py hay una coincidencia que es compartida por gran parte del Círculo Rojo: la magnitud del conflicto de poderes que se viene va más allá de quien ocupe la cartera de Justicia. Resulta más que obvio que en el mundo judicial, empresario y en la oposición prefieren que continúe Losardo antes de que desembarque un alfil del Instituto Patria.

“Con un hilo de tuits no se puede frenar una condena y menos su ratificación en la Corte”, dicen quienes adhieren a esa teoría. Expresan que con Losardo o Martín Soria, el candidato a sucederla que más suena, la tensión no se modifica entre la “familia judicial” y la vicepresidenta. Pronostican meses de alta conflictividad institucional sin que nadie sepa a ciencia cierta el resultado final.  En todo caso el curso de los acontecimientos va a estar supeditado al resultado de las elecciones de medio término.

“Soria o quien asuma, si es que finalmente hay cambio, no van a poder lograr los objetivos que le facturan a Losardo”, dicen en el entorno presidencial. Algo de razón tienen. La justicia federal y la actual composición de la Corte no parecen dispuestos a ceder frente a la ofensiva de Cristina. Han avanzado con varias condenas contra ex funcionarios de la última administración kirchnerista y sobre todo la situación de la familia Báez, conformando un escenario inédito en la democracia moderna que se inició en 1983. En este contexto, todos miran a la vicepresidenta sin importar quien está a cargo de Justicia.

Todo parece indicar que la estabilidad de Losardo tiene más que ver con la relación de fuerzas en la interna del Frente de Todos. Comprobar si CFK tiene el poder para despedir a la amiga y socia del presidente. Y en todo caso si Alberto Fernández cede y acepta que su autoridad se vea aún más debilitada. La idea del rionegrino Soria surgió, según fuentes confiables, como una idea de preservar al verdadero operador de la vice, Juan Martín Mena, actual viceministro del área.

El actual diputado y ex intendente de General Roca no es un kirchnerista de pura cepa y nunca perteneció a La Cámpora. Si llegara a ser ungido como sucesor de Losardo, intentarán que no se lo presente como un candidato puesto por la señora de Kirchner. Pero es un soldado que cumplirá con las instrucciones que salgan de la presidencia del Senado. Aunque por más voluntad política que ponga no va a mover el amperímetro. Evidentemente la cuestión se ha transformado en un capricho personal. Con lo cual si llegara a continuar la actual ministra de Justicia en su cargo sería un costo político cada vez más elevado para CFK.

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