El fantasma de la hegemonía

Cristina quiere reinstalar "el vamos por todo"

Entre el duro discurso del presidente Alberto Fernández y el intenso alegato político de Cristina Fernández de Kirchner frente a la Cámara de Casación queda en evidencia que el Frente de Todos impulsa un proyecto hegemónico. Para lograrlo están obligados a ganar las elecciones legislativas.

Beto Valdez
Beto Valdez viernes, 5 de marzo de 2021 · 06:46 hs
Cristina quiere reinstalar "el vamos por todo"
Foto: EFE

Termina una semana donde ha quedado en evidencia que el oficialismo empieza a dejar atrás sus internas y contradicciones y se alinea detrás de la agenda de Cristina Fernández de Kirchner. El puntapié inicial lo dio el lunes el presidente Alberto Fernández lanzado una ofensiva contra el Poder Judicial y la oposición. En consonancia con el jefe de Estado la vicepresidenta describió ayer con lujo de detalles que el Frente de Todos intentará reconstruir un proyecto hegemónico y por eso las elecciones de medio término pasan a ser de “vida o muerte”.

En su enérgico alegato político frente a los jueces de la Cámara de Casación, la vicepresidenta fue hilvanando el ADN kirchnerista respecto a la relación con el poder: No disimuló que intenta reinstalar, como en 2011, la épica del “vamos por todo” porque no acepta bajo ningún punto de vista la actual relación de fuerzas en el escenario político e institucional. Obviamente el malestar de CFK se origina en las causas judiciales que se tramitan en Tribunales, pero la cuestión es más profunda. Ella creía que, uniendo al peronismo, tragándose varios sapos como el regreso de Sergio Massa, y poniendo a Alberto Fernández de candidato derrotaba a Mauricio Macri y “desarticulaba” la supuesta alianza entre los “poderes concentrados”, los medios de comunicación y el gobierno anterior.

A Cristina le resulta muy difícil aceptar, desde la mirada conspirativa del “lawfare”, que luego del triunfo del Frente de Todos en 2019 “todo siga igual” y no se haya alterado la relación de fuerzas en detrimento de los “malos”, según el maniqueísmo con que el kirchnerismo cataloga el panorama nacional, "ellos y nosotros". No termina de comprender las razones por las cuales desde el 10 de diciembre de 2019 el oficialismo ni siquiera pudo aprobar en la Cámara de Diputados una “tibia” reforma judicial, obviamente ella pretendía una ofensiva más dura.

Otra cuestión que surge del discurso de la vice es que como no está conforme con el poder político que hoy ejercen, luce obsesionada por acumular más mediante un triunfo electoral en las legislativas de este año, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. “Para ella es la gloria o Devoto”, dice un operador del Gran Buenos Aires. Por eso se descarta que va usar la lapicera para armar las listas en casi todos los distritos, donde apuntara a poner integrantes de La Cámpora.

También conviene tener en cuenta que no sólo Alberto ha capitulado frente a las presiones del Instituto Patria, también Sergio Massa, el supuesto representante del voto moderado de clase media. Es más, la mayoría del gabinete presidencial salió rápidamente, una vez concluido el alegato, a elogiar a través de las redes sociales a CFK. Su agenda judicial ya pertenece al Frente de Todos. Incluso, los menos convencidos consideran que las cuestiones institucionales no mueven el amperímetro en el padrón electoral. Creen que sólo se indignan los votantes convencidos de Juntos por el Cambio. 

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