Análisis

Vivir del Estado: la becaria vacunada VIP y la paradoja que separa a ciertos políticos de los ciudadanos comunes

La vacunación de Stefanía Purita Díaz, una joven becaria de 18 años, dejó al descubierto los beneficios y privilegios con los que cuentan ciertos políticos por el solo hecho de tener un cargo.

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MDZ Política miércoles, 24 de marzo de 2021 · 16:16 hs
Vivir del Estado: la becaria vacunada VIP y la paradoja que separa a ciertos políticos de los ciudadanos comunes

Fue impactante la aparición pública de la becaria de la Municipalidad de Avellaneda, Stefanía Purita Díaz, quien a los 18 años fue vacunada privilegiadamente por su labor como administrativa en una dependencia de educación comunal.

Al explicar sobre su currículum, que enumeraba tres licenciaturas, ¡una de Harvard! y dados sus 18 años, aclaró que se trataba de un error y que en realidad está cursando dos carreras en simultáneo.

Es sabida la dificultad que conlleva todo estudio superior. Abordar dos en conjunto aparece como titánico y si se le agrega un trabajo en el sector público, luce prácticamente utópico.

Ante ello podrían deducirse dos opciones; o es ñoqui que percibe remuneración sin trabajar o mintió cuando afirmó que cursaba dos carreras en simultáneo.

Ante este despropósito, y en paralelo, se advierte la conducta del exintendente de Avellaneda, ahora ministro del gabinete de Alberto Fernández, Jorge Ferraresi, quien le dio un puesto laboral en la comuna a su cargo, y le posibilitó la vacunación privilegiada, cuando en la provincia de Buenos Aires todavía no está vacunado todo el personal de salud, quedando en claro la situación contrapuesta y claramente desventajosa que viven millones de ciudadanos comunes que diariamente luchan para sobrevivir en medio de la dura crisis económica que se transita.

Stefanía Purita Díaz junto a Jorge Ferraresi.

El político, desde los fondos públicos, dispone a voluntad de nombramientos y otorga posibilidades indebidas.

Cualquier ciudadano común que posee un emprendimiento lucha diariamente, en un marco económico hostil, con innumerables obligaciones que lo asfixian y comprometen.

Pago de salarios, los aportes de la 931, tasas municipales de ABL, seguridad e higiene, ganancias, bienes personales, los anticipos de esos impuestos, ingresos brutos, doble indemnización, licencias dudosas de 6 meses por stress laboral, jueces que fallan en contra de los empleadores por sistema y automáticamente, son algunas de esas obligaciones. 

Lo blanco y lo negro

Así pintan la realidad muchos políticos. Nunca pagaron una nómina salarial, no invirtieron, ni arriesgaron, ni están agobiados por tasas, impuestos y reglas absurdas. Sin embargo, disponen a discreción nombramientos, beneficios y privilegios. 

La paradoja que separa a la mayoría ciudadana de algunos (demasiados) políticos.

Un detalle; la esposa del intendente Ferraresi, hoy ministro, que aseguran algunos periodistas es quien maneja en realidad el municipio, canceló inmediatamente la beca de la joven vacunada de privilegio.

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