Impuesto automotor: suman a los intendentes para analizar cambios o compartir costos

Los impuestos patrimoniales los recauda la provincia y se coparticipan a los municipios. Ahora el Ejecutivo quiere "coparticipar" también cualquier decisión que se tome y costo político en caso de que no haya cambios. Es que el impacto que tuvo el aumento del impuesto automotor por la revaluación de los vehículos es tal que ha incomodado al Gobierno. 

Por eso consultarán a los intendentes alguna salida. La primera opción es no cambiar nada y hacer causa común por la necesidad de recaudar. Pero el ministro de Hacienda Lisandro Nieri prepara algunas opciones para menguar el impacto de la suba. El pedido lo hizo el gobernador Rodolfo Suarez. 

La reunión con los intendentes estaba pautada desde antes y se había armado para hablar sobre el inicio de clases. Pero se agregó el "ítem impuesto" al temario. Para el oficialismo es un tema delicado desde el plano político porque la oposición se montó en el reclamo. Ayer los distintos bloques hicieron un pedido al Gobernador para que envíe un proyecto para modificar la ley impositiva. Incluso se convocaron a protestas por el mismo tema, algo que no ocurrió ni siquiera con la suba de las tarifas. 

Costos

Bajar el impuesto puede tener más impacto político que fiscal. En Mendoza el impuesto que más peso tiene en la recaudación es Ingresos Brutos, que recae sobre la actividad económica. Para este año prevén recaudar 48 mil millones de pesos por esa vía. Los impuestos patrimoniales  quedan muy relegados en comparación, pues este año piensan recaudar 8500 millones de pesos a través del automotor e inmobiliario. Ese tipo de tributos son considerados "virtuosos" porque no grava  la actividad, sino los bienes. Pero la suba de un año a otro y en un contexto de crisis ha generado un impacto social grande. 

La alícuota del impuesto automotor no creció. Pero los vehículos se revaluaron más que la inflación y desde hace algunos años en Mendoza se toma el valor de mercado para calcular ese tributo. La Provincia es, además, una de las que tiene el impuesto más caro del país, junto con la Ciudad de Buenos Aires. El importe en algunos casos se duplicó o incluso subió más. En principio en el Gobierno no pensaban en cambios. Más en un contexto de escasez de recursos. Con las cuentas públicas débiles, una rebaja en el impuesto implica un ajuste en los gastos.

Ese es otro argumento que tienen para no hacer caso al reclamos. El otro es el político: que los intendentes, que reciben el 70% de lo que se recauda, apoyen la idea de no modificar la ley impositiva. En otras provincias los impuestos patrimoniales están descentralizados y los cobran los municipios. Por eso ocurre que muchos vehículos son patentados en comunas de Jujuy y Neuquén porque cobran alícuotas mucho más bajas.