Provincia pobre, municipios ricos: las inversiones de los intendentes que envidia Suarez

El gobernador Rodolfo Suarez y su ministro de Hacienda Víctor Fayad sacan cuentas, reciben demandas y temen por un futuro inmediato incierto por los recursos provinciales. Mientras, miran de reojo que muchos de los intendentes están “sentados” sobre un colchón de recursos que genera envidia: plazos fijos y hasta dinero en fondos comunes de inversión para generar ganancias vía intereses son parte de las inversiones financieras que algunos jefes comunales hacen con los excedentes que tienen.

Es una tendencia que ha crecido desde el gobierno de Celso Jaque en adelante, porque aumentó la coparticipación: una provincia con recursos acotados y con alta dependencia, y municipios “ricos” o con mayor holgura en sus cuentas. En el Gobierno, como ocurrió también en otras gestiones, ese desequilibrio genera bronca porque los municipios no terminan de hacerse cargo de mayores responsabilidades. Este año, cuando hubo una recuperación, los municipios crecieron más que la provincia porque, por ejemplo, impuestos como el Automotor es casi completamente "propiedad" de los departamentos (se coparticipa el 70%). 

Ni la salud, ni la educación, ni la seguridad son temas temas comunales. Y muchos de los servicios básicos que prestaban están tercerizados. Las comunas tienen direcciones de educación, pero no tienen escuelas a cargo (sí jardines maternales). También tienen direcciones de seguridad, pero solo con guardias urbanas o de tránsito. Sí tienen algunos centros de salud, pero la mayoría de los problemas le explotan a la provincia.

Por eso, se quejan en la Provincia, los intendentes pueden “hermosear” la gestión. Lo sabe Suarez, que como intendente ejecutó más obras que el propio Cornejo como gobernador y ahora sufre la escasez de recursos.

Ganar intereses

Guaymallén y Godoy Cruz, por tomar dos ejemplos de municipios grandes y que difunden información, tienen una holgura financiera envidiable para cualquier ministro de Hacienda. Los dos tienen millonarias inversiones financieras.

Guaymallén, por ejemplo, tiene más de 70 plazos fijos. Todos diversificados en montos y bancos. En total son más de 2 mil millones de pesos. Desde la comuna explican que es una especie de fondo anti crisis y también un ahorro para poder ejecutar obras sin depender de las transferencias provinciales y nacionales. “Cuando hacemos una obra no queremos frenarla porque la mala fama se corre. Entonces pagamos al día. Hoy tenemos los recursos para pagar los certificados de obra hasta abril más o menos”, explican.

Marcelino Iglesias apunta a tener cierta autonomía de manejo. Claro, con responsabilidades acotadas como en todos los municipios. En 2020 por la pandemia esos fondos amenguaron, pero este año se recuperaron.

Según los datos que figuran en el informe de la Ley  de Responsabilidad Fiscal, Guaymallén tiene plazos fijos en los bancos Nación, Supervielle, Galicia y Credicoop. En total son más de 2 mil millones de pesos, con una ganancia en intereses de más de 260 millones de pesos.

En el caso de Godoy Cruz el monto incluso es superior. Esa comuna también tiene plazos fijos en los bancos Patagonia, Galicia, Hipotecario, Nación y Supervielle. Todo por cerca de 3 mil millones de pesos. Incluso colocaron casi 1.000 millones de pesos en un fondo de inversión. El destino de esos recursos es garantizar la prestación de servicios y pago de obligaciones “con un colchón” de dinero. Y también obras.

El Gobierno busca que los intendentes tomen más responsabilidad en la gestión de temas estructurales: salud, educación y seguridad. Los intendentes responden, pero con superficialidad. Una de las carencias principales que tiene Mendoza es la calidad de la infraestructura escolar. Allí es donde el Gobierno busca ayuda. Pero las comunas ayudan con lo básico: limpieza de tanques, mantenimiento, arreglos menores. Los arreglos de techos, estructurales y la construcción quedan en manos de la provincia.

La Nación envía fondos para infraestructura escolar y se coparticipa a los municipios el 18,8%. Suarez busca que al menos esos recursos sean volcados a las escuelas. Pero no será el único pedido. Los municipios reclaman que en Mendoza se otorgue la autonomía que la Constitución nacional impuso desde 1994. La Carta Magna provincial atrasa y uno de los ejes de la reforma es darle a las comunas más potestades y responsabilidades.