Cuestionadores, conscientes, inclusivos, militantes e híperconectados: cómo se vinculan los centennials con la industria agropecuaria
¿Cuáles son los temas que preocupan a los jóvenes? ¿Cuánto saben sobre el campo y la agroindustria? ¿Cuáles son sus fuentes de información? ¿Qué mensajes reciben? Amenazas, fortalezas y oportunidades en la relación entre el Agro y los centennials. Nuevas narrativas para gestionar nuevos vínculos.
Por Catalina Castro Almeyra
El aporte que el sector agropecuario hace al desarrollo de la economía argentina es innegable y, en general, ampliamente reconocido. “El campo argentino” suele ser un actor de peso en la representación cultural e idiosincrasia de nuestro país. Paradójicamente, este aporte no siempre es reconocido de manera proporcional por la sociedad que lo siente lejano a su realidad. Esto plantea un gran desafío para el sistema agro.
La Plataforma Comunicación y Agro de la Universidad Austral presentó los resultados de una nueva investigación que busca relevar cuáles son las percepciones que los jóvenes tienen sobre el sector agropecuario (la producción, el negocio, los actores que lo conforman) y los alimentos.
Las nuevas generaciones son - y han sido siempre- motor y protagonistas de los grandes cambios en la historia. Cambios que, lejos de ser transitorios, muchas veces han marcado profundas transformaciones sociales, culturales e incluso industriales.
Sus agendas - como les decimos- no sólo marcan las tendencias o discusiones del momento. Las nuevas agendas se sustentan en ideas, creencias y fuertes convicciones que se traducen en debates, conductas, cambios de hábitos, reclamos e incluso fuertes presiones que llegan a impactar de lleno en decisiones políticas y de negocio.
“Los alimentos en una sociedad cambiante. La agro-bio-industria escucha a los jóvenes”, esta segunda investigación, realizada por la Plataforma, sobre la precepción de los jóvenes sobre el agro, confirma y profundiza algunos de los emergentes que se vislumbraban ya en la primera investigación realizada en 2018.
El agro tiene el potencial de generar respuestas a las demandas de los jóvenes, pero lo interesante es que ellos no asocian tales respuestas ni soluciones con el agro, y si bien esto puede leerse como una debilidad, es una ventana de oportunidad para una estrategia de comunicación.
Los temas por los cuales se sienten interpelados están muy relacionados entre sí: el ambientalismo, el especismo (concepto de que el hombre es una especie más entre los animales, que emerge en repetidas ocasiones y de manera espontánea), el digitalismo (en el teléfono está su mundo, es el dispositivo por donde se informan y relacionan) y una nueva conciencia alimentaria traducida, entre otras características, en la preponderancia del veganismo. Hay, en este sentido, un cambio de cosmovisión, que pasa desde una mirada egocéntrica a una más eco-céntrica, en la que el ser humano ya no es el centro del ecosistema.
Estos mismos temas, o issues, son los que pueden tender un puente entre los centennials y el agro, sobre la base de una estrategia que gestione el vínculo a través de la comunicación y la información sobre las prácticas que efectivamente se llevan adelante en lo que respecta al cuidado del ambiente, el trato animal, la innovación tecnológica tanto en la producción de los alimentos como en los alimentos en sí mismos, y el manejo de toda la producción bajo las guías de las buenas prácticas.
Otro espacio favorable para trabajar la vinculación y la licencia social tiene que ver con las ciudades medianas de las provincias, donde los jóvenes no vinculados al agro, lo reconocen como parte fundamental del humor social y económico de sus pueblos.
Ante la falta de conocimiento y asociación con figuras referentes, son los pares de los jóvenes quienes tienen mayor oportunidad y capacidad de empatía. Los pares que están vinculados con las prácticas agropecuarias, se sienten interpelados por las demandas y los cuestionamientos que les llegan desde sus propios grupos de amigos. Son ellos mismos quienes pueden empezar a tender esos puentes, ya como miembros de la misma generación comparten las agendas.
El desafío para el agro es grande, los resultados de esta investigación lo reflejan, y lo pone frente a la necesidad de buscar nuevos caminos, nuevos modos de narrar, voceros para los mensajes y nuevos canales de diálogo y formas de vinculación con la sociedad. Incomodarse y abandonar el discurso conocido, escuchar, responder, mostrarse y construir una identidad que responda a lo que el agro es, lo que significa para el país, y lo que la sociedad le reclama.
Por Catalina Castro Almeyra es Coordinadora de la Plataforma Comunicación y Agro de la EPC y el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral