Potrerillos

La obra que marcó un hito histórico de progreso y decadencia

Se cumplen 20 años de la inauguración formal de Potrerillos, aunque el dique estuvo en funcionamiento bastante después. Fernando De La Rúa cortó la cinta, a pocos días de dejar el poder. La obra la hicieron empresas emblemáticas que hoy están en crisis. Lo que nunca se hizo.

Pablo Icardi
Pablo Icardi viernes, 10 de diciembre de 2021 · 08:11 hs
La obra que marcó un hito histórico de progreso y decadencia
Foto: ALF PONCE / MDZ
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Dieron la orden por radio, se bajaron las compuertas del dique que comenzaron a contener al río Mendoza, el curso de agua que se negaba a ser domado desde hacía más de un siglo. En plena montaña ocurría algo extraño; en el peor momento del país, se inauguraba una obra enorme. En medio de la incertidumbre el presidente Fernando De La Rúa hablaba de bueyes perdidos y obviaba lo que pasaba. Era el 10 de diciembre del 2001 y se inauguraba oficialmente Potrerillos, una obra que pasaría a ser emblemática: fue el último dique construido en Mendoza, el dinero provino en parte por las privatizaciones y su inauguración simbólica ocurrió 10 días antes del derrumbe del presidente que cortó la cinta. 

Regular el río Mendoza era un objetivo que estaba en los libros de historia de Mendoza. Y el dique Potrerillos era, también, el primero de un sistema de represas pensadas para garantizar agua, energía y turismo para la provincia. Incluso, para contener aluviones que ya habían arrastrado edificios, vidas y sueños. 

La obra se gestó durante décadas y tuvo un financiamiento mixto. La mitad la aportó el Estado con los recursos de las privatizaciones de OSM y EMSE (la distribuidora de electricidad) y la otra mitad la aportó el consorcio de empresas que construyó el dique y las turbinas. Allí hay otro dato clave. La obra estuvo a cargo del Consorcio de Empresas Mendocinas para Potrerillos (CEMPPSA) que formaron IMPSA y Cartellone. Justamente dos de las empresas más grandes de Mendoza y que 20 años después están en una situación angustiante. IMPSA era una empresa que exportaba valor al mundo. Hoy dejó de ser de Pescarmona, es cuasi estatal y solo se sostiene con los rescates. Cartellone fue la constructora más importante del país y hoy también atraviesa una dura crisis.

Por eso 20 años después lo que corrió por Potrerillos fue mucho más que agua: crisis que se mantienen, obras que se frenaron y hechos que vuelven a la memoria con una actualidad increíble. 

El túnel del descargador de fondo de Potrerillos, uno de los lagos ocultos de la represa. 

Fernando De La Rúa llegó en helicóptero al predio montado en la base del paredón de Potrerillos. El corralito ya había hecho estragos, la situación era dramática y la tensión alrededor del presidente se notaba. Sin embargo, él parecía ajeno. El gobernador Roberto Iglesias era el anfitrión incómodo de un presiente que no estaba bien. En Mendoza habían hecho caso al "déficit cero" pedido y aún había alguna ilusión de que los rescates prometidos llegarían. A eso se refirió De La Rúa cuando habló. Luego, comió canapés en la carpa y se retiró nuevamente en el helicóptero que lo trajo. Diez días después dejaría de ser presidente. 

Un sector escondido: el túnel que sale desde el "morning glory" de Potrerillos (usado para descargar crecidas).

Potrerillos se hizo para regular el Río Mendoza, que hasta ahora no se había logrado. La represa, realizada con material compactado y una pantalla de hormigón, generó un embalse "chico", de unos 430 hectómetros cúbicos aproximadamente que serviría para tener almacenada agua de manera estacional. Y sirvió: el impacto de la sequía fue menor gracias a esa "caja de ahorro" de agua. El otro propósito era y es la generación de energía, con una central hidroeléctrica nueva montada en Cacheuta y la refuncionalización de la central Álvarez Condarco. CEMPPSA tiene la concesión y obtiene los beneficios de la venta de electricidad. 

El plan no terminaba con la construcción de la represa. Había que ejecutar una enorme cantidad de obras aguas abajo para evitar el fenómeno de "aguas claras", medida que se hizo a medias y que por eso se sigue perdiendo mucho de ese recurso vital. Además, la intención era construir otras represas aguas arriba, que aún siguen en etapa de proyecto. Incluso Potrerillos ya perdió parte de su capacidad de almacenamiento por el sedimento acumulado en el fondo. 

El plan también incluía la explotación turística del perilago. Hoy la imagen de Potrerillos es icónica, pero también la desidia: en 20 años no se pudo desarrollar un plan de turismo sustentable. El camino del perilago se hizo con fondos del BID y durante años topaba en la montaña. El túnel original se planificó varias veces, hubo hasta un derrumbe y finalmente se logró terminar para unir, también dos décadas después, Cacheuta con Potrerillos. 

Dos décadas después, no se hizo ningún dique más en Mendoza, ni obras de esa trascendencia. Potrerillos era la obra prometida y que parecía ser una bisagra al futuro. Pero acarreó otras cargas simbólicas que también marcaron los años de decadencia. 

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