Acuerdo

El milagro de Feletti: unió a las cámaras de laboratorios

La secretaría de Comercio Interior cerró el acuerdo con las dos cámaras que representan a los privados; divididos históricamente entre nacionales y extranjeros. Los precios congelados se tomarán al valor de noviembre, lo que incluye las alzas de octubre.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño viernes, 5 de noviembre de 2021 · 11:30 hs
El milagro de Feletti: unió a las cámaras de laboratorios
Foto: TELAM

Roberto Feletti logró el milagro. La Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), representante de los laboratorios de capital nacional, y la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), empresas extranjeras, se unieron bajo un mismo fin; olvidando décadas (muchas) de enfrentamientos. Este sector, muy importante a nivel nacional y regional y uno de los pocos donde el país es líder, se divide casi en partes iguales en intereses locales y extranjeros. Los laboratorios de ambas cámaras batallan desde hace varias generaciones por influencias en un mercado de millones de dólares, donde siempre las empresas operan en azul; pero donde los motivos de conflictos entre locales y extranjeros (patentes, genéricos, compras públicas) generaron un enfrentamiento directo de dimensiones importantes y problemas casi diarios. Hasta que podría decirse que parte de la historia de la medicina argentina se divide entre Gobiernos más cercanos o más lejanos a CILFA o CAEME alternativamente.

Sin embargo, y milagrosamente, el secretario de Comercio Interior rompió esta grieta y logró que las dos cámaras se juntaran y trabajaran juntas ante un peligro superador y unificante: el peligro a un congelamiento de precios puro y duro que los hiciera salir quizá por primera vez en años, del nivel de ganancias y operar en rojo. Más sabiendo ambas partes que el propio estado es el principal actor del mercado: el 40% de las ventas dentro del país corresponden al PAMI. Un sólo mes de retraso (voluntario o involuntario) en los pagos hubiera determinado un situación problemática en muchos de los socios tanto de CILFA como en CAEME. Los de acá, y los de afuera.

Fue así que Feletti logró que las dos cámaras se sentaran ayer por la tarde en la mesa de negociaciones, y aceptaran casi sin protestar la alternativa de un "acuerdo de precios", en lugar de un congelamiento; al estilo productores de alimentos y bebidas, castigados desde hace tres semanas con un pacto unilateral e impuesto desde el sector público. Y al que con el tiempo, tuvieron que ir sometiéndose luego de un atisbo leve y efímero de rebeldías. Fue ante este temor que las dos cámaras que representan a los laboratorios cerraron un acuerdo tipo, con un listado que se negociará y que mantendrá los precios sin variaciones hasta enero. Hay una "trampita" a favor de los privados. Los valores que se tomarán como precios del listado serán los del primero de noviembre; y no, como intentaba el Gobierno, al primero de octubre. La diferencia no es menor. En promedio, según la información oficial, el mes pasado los medicamentos en general se incrementaron un 10%, con incrementos que en algunos casos treparon al 20%. Especialmente los más consumidos. Estas alzas quedarán firmes en el nuevo pacto. Como contrapartida, no aumentarán hasta el 7 de enero. Luego, se verá.

Los laboratorios (de ambos costados) argumentan que los incrementos se debieron a una rebalanceo fruto de los límites que se impusieron durante la pandemia, con la propia aprobación de las empresas. Terminadas las restricciones, consideraron los laboratorios que llegó el momento de comenzar el alza paulatina de los valores, hasta llegar durante el 2022 a un punto de equilibrio. El proyecto quedará pendiente ahora para el primer trimestre del próximo año; cuando, según temen CAEME y CILFA, todo iría a una extensión del acuerdo cerrado en estas horas.

Con respecto al congelamiento de alimentos y bebidas, para la secretaría de Comercio Interior todo marcha sobre ruedas. Y con una baja importante en el nivel de conflictividad. Según la información que manejan en esa repartición, el último mohicano rebelde, Chango Mas, aceptó también las condiciones, con lo que todos los supermercados medianos y grandes están colaborando con el congelamiento. Por su parte, se asegura en el secretaría en cuestión, que el 80% del listado está en tiempo y forma en las góndolas correspondientes, sin mayores denuncias de faltantes o precios irregulares. Eso sí. Es un congelamiento vigente en el conurbano bonaerense manejado por el kirchnerismo, las provincias peronistas y algún otra intendencia cercana al oficialismo.  

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