Opinión

Milei defiende la libertad y violencia es la reducción permanente de libertades

Uno de los apoderados del partido Libertario contesta a una opinión crítica sobre Javier Milei y defiende al legislador electo.

Damián Córdoba miércoles, 24 de noviembre de 2021 · 12:24 hs
Milei defiende la libertad y violencia es la reducción permanente de libertades
Foto: TELAM

Por Damián Córdoba/ Apoderado del Partido Libertario en Mendoza.

“Una contundente evidencia” titula una nota que cae en más burdo de la opereta clásica y banal de Twiter para ensuciar a todo aquel que se plante en un pensamiento diametralmente opuesto a los partidos colectivistas reinantes. Lo sorprendente es que esa misma calidad de opinión tan superflua llegue a un medio de tanto prestigio y visitas.

Vamos a lo concreto. Milei jamás se refirió nunca a las personas que reciben planes de “planeros”. De hecho, nunca se pronunció a favor de quitar planes. La solución al déficit, repite Javier Milei en cada oportunidad, pasa por modificar el sistema de obra pública, reducir las transferencias discrecionales desde el gobierno nacional a las provincias y cortar con los privilegios de la casta política. Esos privilegios van desde cobrar dietas obscenas cuando el título del cargo que ostentan en su mayoría son “honorables” hasta generar oficinas y burocracia sólo para acomodar familiares y parientes de la misma clase política.

En cuanto al financiamiento. Tenemos que recordar que existe un organismo del Estado dedicado a analizar los gastos de las campañas de todos los participantes, por lo cual apresurarse a la denuncia de cómo y cuánto se gasto es inaceptable.

Cabe recordar que de la misma forma que los libertarios no renegamos de recibir servicios del Estado como la educación pública u otros tantos servicios que se brindan, ya que esos recursos para entregar esos servicios ya han sido extraído compulsivamente de los bolsillos de los trabajadores por medios de impuestos. NO SON GRATIS y ya los hemos pagado. Por lo tanto mientras exista este sistema, el sistema tiene que ser accesible de la misma manera para todos, no solo para los que están a favor del mismo.

Javier Milei es el único candidato que decidió rifar  su dieta de legislador y financiarse con aportes privados. Es el único de los candidatos que utilizó la tecnología de los NFT para financiar parte de su campaña mediante la subasta de la obra “Revolución Libertaria”. Invitamos al autor de la nota a informarse sobre este tema con una pequeña búsqueda en cualquier portal de noticias.

El autor confunde pasión o agresividad con violencia; y participación política con “casta”.

La agresividad de Milei se reduce a defenderse de los ataques falaces  a sus argumentos, de esa mala intención chicanera de querer dar vuelta las propias palabras para usarlas en su contra ¿Tiene Milei ciertos modales que incomodan a propios y extraños? Sin dudas. Pero violencia es otra cosa. Violencia es la reducción permanente de libertades por parte de un gobierno que legisla o decreta regulaciones absurdas e infundadas, es el saqueo por medio de impuestos abusivos, es coartar el derecho a transitar libremente ejercida por los piqueteros bancados por fondos públicos, son los bloqueos de sindicalistas mafiosos a empresas privadas, entre otras infinidades de expresiones violentas que recibimos todos los ciudadanos día a día por parte del poder. 

Por otra parte, la “Casta” es un término que los libertarios utilizamos para identificar a esos políticos cuyo única forma de vida reside en mantener un lugar dentro del Estado. Aquellos seres incapaces de sobrevivir en el sector privado compitiendo con bienes o servicios de mayor calidad a mejor precio. “Casta” son quienes no tardan en acomodar esposas, amantes, amigos y militantes en diferentes estratos del Estado para vivir de él sin importar sus capacidades o méritos para obtener esos lugares.

Javier Milei se ha referido en múltiples ocasiones en que hay tres vías en llevar a cabo los cambios para modificar el futuro de miseria que nos depara de continuar con las mismas políticas que se repiten por todos los gobiernos hace décadas: por medio de la revolución violenta, la batalla cultural  o enchastrarse en el lodo de la política. Tras años de librar con éxito la batalla cultural y descartando de plano una revolución violenta, se decidió por lanzarse a la participación política para intentar derribar el sistema desde adentro. Es evidente que dicha participación, que ha sido atacada por absolutamente todos los sectores políticos de la Argentina, molesta, y mucho.

Hay que celebrar la aparición de los nuevos espacios en el escenario público y celebrar que gente con total ignorancia, malicia o militancia, tenga la posibilidad de ejercer su libertad de opinión aunque sea para intentar ensuciar a una de los pocas personas en este país que ha tenido un enorme éxito en dar comienzo a la batalla cultural y trasladarla al plano político. Batallas  que están siendo observadas con asombro no solo en nuestro país, sino en el resto de occidente.

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