Sergio Massa le ganó al "Chiqui" Tapia en la disputa por la AFA

Desde el Futbol para Todos, su posterior suspensión y la actual negociación permanente entre lo público y privado, con una decena de dirigentes políticos metidos en los clubes, fundamentalmente del ascenso, cada campaña merece ser vista desde un prisma particular y analizar las connotaciones políticas que trae aparejado un ascenso, un triunfo o un descenso. 

En medio del escándalo que trajo aparejada la sugestiva actuación del partido de Villa Dálmine contra Barracas Central, en la que los jugadores del equipo de Campana quedaron envueltos en una investigación judicial por la supuesta entrega del partido al club que conduce el hijo del actual presidente de la AFA, Ricardo "Chiqui" Tapia. 

Sergio Massa y Tapia estuvieron a pocos metros de distancia. Fiel a su estilo, el actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, esperaba la invitación del hombre fuerte de Barracas Central para ver juntos el partido o, por lo menos, un saludo protocolar que nunca llegó. 

Ni siquiera luego del partido hubo un cruce. "Fue penoso verlo irse raudamente. No se quedó ni siquiera para la premiación", dijo un testigo privilegiado de la noche, ubicado en una distancia prudencial de Tapia, quien tampoco bajó a coronar al campeón y ascendido. 

Massa y Tapia difieren fuertemente sobre el manejo del fútbol argentino y la tensión creció cuando al inicio del gobierno de Alberto Fernández el propio Massa, Marcelo Tinelli, Matías Lammens, Hugo Moyano, Máximo Kirchner y varios importantes dirigentes del Frente de Todos empezaron a revisar los manejos administrativos de la AFA y empujaron una discusión pública que casi pone fuera de la Asociación a Tapia, a quien el apoyo de Lionel Messi lo ayudó mucho en la ocasión. 

Más allá de las circunstancias, desde que el exintendente de Tigre y posterior jefe de Gabinete durante el primer Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el club de Victoria no paró de crecer y ser protagonista de varios campeonatos que disputó, tanto en la Primera categoría como en el Nacional. 

La campaña de Barracas Central, en cambio, fue de una sospecha permanente. Penales absurdos cobrados en su favor, otros no sancionados en contra, fueron una constante en el campeonato que lo tuvo como máximo animador. A pesar de estas cuestiones extrafutbolísticas, la mayor indignación se generó en la fecha que lo catapultó a la final, cuando se enfrentó a Villa Dálmine. 

Por lo extraño que resultó todo, y las filtraciones periodísticas que mostraron acusaciones entre los propios jugadores del equipo de Campana, quienes acusaban a sus compañeros de haberse "vendido", el abogado Javier Ferreira se presentó ante la Justicia y denunció por incumplimiento a la Ley de Deportes 20655..

El fiscal a cargo, Sebastián Bringas, había pedido la incompetencia de la Justicia de Campana para intervenir en los hechos de público conocimiento. Sin embargo, Adrián González Charvay, juez Federal de esta localidad, le rechazó tal solicitud y le pidió al funcionario del Ministerio Público que inicie la investigación correspondiente. 

Según publicó en su cuenta de Twitter @rodrialegre, el periodista Rodrigo Alegre mostró a los jugadores de Villa Dalmine en un video donde responden, todos juntos, a las acusaciones que se le formulan.