El enigmático empresario que junta voluntades para que Lousteau sea presidente de la UCR

Tuvo su cuarto de hora de alta exposición cuando llegó a la jefatura de Gabinete en la administración de Fernando de la Rúa. Fue el último en abandonar la Casa Rosada el 20 de diciembre de 2001 luego de la forzada renuncia del expresidente. Oriundo de Zapala, provincia de Neuquén, Chrystian Colombo, volvió a la actividad privada pero nunca abandonó su vínculo con la UCR y más precisamente con Enrique Nosiglia.

Mientras se dedica a administrar sus empresas y fondos de inversión desde el Bajo Belgrano, también se hace tiempo para trabajar en el proyecto político de Martín Lousteau. Si bien aún no queda claro que camino va a tomar el senador radical para el 2023, actualmente la prioridad es competir contra Gerardo Morales por la presidencial del Comité Nacional de la UCR.

Junto a Nosiglia, el próspero empresario se reúne con delegados del interior para seducirlos sobre la conveniencia de la llegada de Lousteau a la conducción de la Unión Cívica Radical. “Plantean que la mejor forma de oxigenar al partido y aprovechar el impulso de las PASO es elegir un liderazgo moderno y no más de lo mismo”, comentan fuentes radicales.

De todas formas, el poroteo no viene sencillo ya que se eligen por distrito cuatro delegados al Comité Nacional y Morales tiene mucho predicamento en el interior, sobre todo en todo el norte del país. El espacio del economista tiene fuerte injerencia en provincias grandes, como Córdoba, Buenos Aires, CABA, pero a la hora de votar tienen el mismo peso que las más chicas. “El Comité Nacional es como el Senado, Martín sólo podría controlar con comodidad la Convención”, explican sus correligionarios. Igual no está dicha la última palabra.

Además, Colombo se entusiasma con el proyecto presidencial de Lousteau o que pelee por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Su exitosa trayectoria en el sector privado lo ha transformado en un conspicuo representante del Círculo Rojo. Es propietario de la marca Havanna, tiene inversiones en energía, uno de los precursores en ingresar en ese negocio antes que José Luis Manzano, y mantiene su pasión por las inversiones financieras.

“Al Vikingo siempre le gusto la timba desde sus viejos tiempos en Macro cuando Mario Brodershon era uno de los propietarios”, cuentan los memoriosos. Colombo y Nosiglia tuvieron mucho que ver con el éxito de Exequiel Carballo y el fallecido Jorge Brito cuando se hicieron cargo del banco que tradicionalmente siempre tuvo afinidad con la UCR. Ahora la dupla ha decidido invertir en un activo competitivo como es el senador porteño. Por ahora no saben si el objetivo es la Casa Rosada o la sede gubernamental porteña. Va a depender de la interna radical y del acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta.