El apoyo de Axel Kicillof a Sergio Berni que deja en evidencia su distancia con Máximo Kirchner

En medio de un fuerte debate sobre su figura, en la que el propio Sergio Berni levantó la apuesta al aceptar haber discutido de manera acalorada y con un tono mucho más elevado al habitual con Máximo Kirchner, el gobernador Axel Kicillof se mostrará hoy a la tarde en Olavarría con el ministro de Seguridad bonaerense en una nueva entrega de patrulleros y equipamiento a la Policía.

Al mismo tiempo que en América 24 Berni ratificaba la primicia brindada por MDZ hace un mes, en la que se relató una fuerte discusión entre el funcionario y Máximo Kirchner en la noche de la derrota electoral, y en la que aclaró que “no hubo golpes y estrangulamientos”, por redes sociales se conoció un supuesto movimiento policial que pretendía realizar un paro similar al de septiembre del año pasado, en el cual las fuerzas de seguridad rodearon la residencia presidencial de Olivos y se instalaron en Puerta 12 durante tres jornadas a la espera de una fuerte mejora salarial y de condiciones de trabajo.

La solución llegó con un decreto de Alberto Fernández que rompió todo diálogo con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al quitarle 1,18 puntos de coparticipación, equivalentes a $40.000 millones de pesos, para dársela directamente a la administración bonaerense, que debía utilizar ese dinero para equipar, recomponer salarios y modificar situaciones laborales cotidianas de la policía bonaerense.

Según confiaron fuentes del Ministerio de Seguridad provincial, estos nuevos rumores sobre una revuelta policial “no tienen ningún sustento” y relativizaron su posible realización. “No hay nada de nada”.

Igual opinión ofrecieron a MDZ dos secretarios de Seguridad de municipios del Conurbano. Sin embargo, en las comisarías aún se reclama porque la manera en liquidar las horas CORES, virtuales extras por trabajo a destajo, no son liquidadas como corresponden y la actualización de las cajas chicas que manejan los comisarios no alcanzan para los gastos diarios de cada dependencia.

En los últimos días hubo informaciones periodísticas que lo afectaron directamente y se replicaron las versiones sobre su posible salida del Ministerio. A Berni lo critican los intendentes, los primeros interesados en mejorar la seguridad en sus localidades, pero además tiene enconos personales no sólo con Kirchner sino también con el presidente Alberto Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. Todos le pidieron a Kicillof que lo eche, pero hasta ahora el gobernador se resiste a tomar tal decisión. 

Con la misma vehemencia que mantiene la continuidad de Berni, el gobernador pretendía no realizar ningún cambio en su Gabinete con fuerte presencia de sus colaboradores históricos, sin conocimiento político ni territorial. Finalmente, tuvo que cambiar mucho de lo que no quería. 

El ministro de Seguridad coincidió con declaraciones que realizara hace un mes a MDZ Gabriel Mariotto, quien dijo que parte de la derrota del Frente de Todos se debió a la falta de discusión interna y no haber ido a las PASO entre diferentes miradas del mismo espacio político, entre otros motivos.

Berni había dejado trascender su idea de irse del Ministerio hace dos meses, pero luego no tomó tal decisión. En el medio realizó algunos cambios internos para mejorar su relación con los jefes comunales, pero su propia personalidad implosiona los puentes que pretende construir. 

“Aún no podemos calibrar cuánto suma y cuanto resta su figura y sus posturas. Si se va, es un nuevo quilombo que nos compramos. Pero si se queda, la tensión seguirá eternamente. Hay que definir qué costo queremos pagar”, le dijo a MDZ un importante jefe comunal que no tiene el mejor de los conceptos sobre el funcionario.