Entrevista

Rodolfo Suarez: "No se va a poder cerrar, no vamos a poder mandar a la gente a la casa"

El Gobernador defiende su estrategia de apertura y "conciencia ciudadana" para enfrentar la pandemia. En una entrevista con MDZ, asegura que la reforma judicial de Alberto "es inoportuna". La visión "zen" de un gobernador que dice "construir sin construir" en política.

Pablo Icardi
Pablo Icardi jueves, 27 de agosto de 2020 · 07:07 hs
Rodolfo Suarez: "No se va a poder cerrar, no vamos a poder mandar a la gente a la casa"
Rodolfo Suarez Foto: Pablo Icardi

Rodolfo Suarez aún no sufre el "mal del Gobernador"; los efectos del estrés de conducir una provincia con vértigo. Son cuatro años a todo o nada, sin posibilidad de revancha y con una marca pesada: la del "sillón de San Martín. Más ahora, con una pandemia inédita que tiñe cualquier acción de Gobierno. El despacho encandila. Suarez, como habían hecho muchos de sus antecesores, acomodó la oficina a su gusto y pintó todo con colores claros. Sobre su escritorio no hay libros, pero sí mucha tecnología custodiada por Siri.

El Gobernador vivió 9 meses frenéticos. Pero dice sobrellevar bien el estrés: delegar en su Gabinete, acostarse temprano, hacer ejercicio y estar con la familia. Los métodos del "modo Zen" del hombre que trabaja de gobernador y que dice renunciar a cualquier ambición política a futuro. "Se puede construir sin construir", sugiere.

En la víspera a un nuevo anuncio sobre cómo seguirá la estrategia para enfrentar la pandemia redobla la apuesta y asegura que no se puede volver atrás simplemente porque la gente no aguanta. Por eso propone mantener las actividades abiertas y apelar a la responsabilidad individual. La situación social y económica que dejará la pandemia es la prioridad de una gestión que se vuelve monotemática. Mientras habla, llegan mensajes de mendocinos desesperados.

-¿Cuánto ha envejecido en este tiempo?

-Me estoy cuidando mucho en la alimentación, hago mucho deporte, duermo bien, no hago ningún tipo de desarreglos, me acuesto temprano y me levanto temprano. Hemos cambiado la rutina por la pandemia. Me cuido.

-El cargo suele traer estrés, angustia y esas cosas. ¿Cómo las maneja?

-Lo manejo con deporte, con tiempo para la familia. En definitiva uno cumple un rol de facilitador del trabajo de los ministros, de darles apoyo, contenerlos. Es muy preocupante lo que está pasando.

-En medio de esta árida realidad, ¿alguna vez pensó 'por qué me metí en esto'?

-No, la verdad que no. Esto era inimaginable. Sabía que teníamos problemas porque la Argentina estaba en problemas. Pero esto no se le pasaba por la cabeza a nadie. Además por los problemas nuevos que trae. Hay muchos dramas humanos que se van generando. No tenemos avión sanitario en Mendoza, no podemos llevar y traer gente para las urgencias. Todas las provincias tienen avión sanitario. Hoy lo necesitamos porque hay mucha demanda de ayuda.

-¿Cómo se hace para administrar el tiempo entre esa cantidad de casos particulares, que son dramáticos, y tener una mirada general para gestionar?

- Mariana Juri se dedica a esto. Está todo el día gestionando. Con la logística de los hoteles, controles de los pasos, de la gente. Se refuncionalizó en ese trabajo, que es agobiante. Yo trato de salir un poco de eso. Hacemos reunión de gabinete y estamos trabajando no por área de gabinete sino por proyectos.

-Todo se va a la pandemia

-No tiene fondo... Estamos sumando camas nuevas que son las "camas Covid". Sumar camas significa sumar personal. Llega un momento donde la plata falta, y también falta recurso humano. Todos los días es una logística diaria.

-¿Saben cómo se va a seguir?

Las decisiones son difíciles...Lo de San Rafael (las protestas de comerciantes por el cierre) es un dato valioso. No se puede cerrar, no vas a mandar a la gente a la casa. En Buenos Aires la gente sale. Cuando Alberto Fernández dice "no hay cuarentena" es porque la gente anda igual. El único distintivo que podemos tener los mendocinos es mantener la economía abierta y mantener el distanciamiento y las medidas. Si llegara a calar esto en los mendocinos vamos a poder tener todo abierto por mucho tiempo, porque esto va para largo aparte.

-Hay un contraste muy grande entre Mendoza con otros sitios que mantuvieron cerrado todo. ¿Cómo se ha evaluado el resultado?

-No sabemos lo que va a pasar. Por eso no se puede hacer una evaluación grande. Lo que sí veo es que cada mes que pasa es un mes más con la economía funcionando. No sé si el día de mañana tendremos que cerrar todo, pero cada día que pasó es gente que trabajó y el sistema ha seguido respondiendo.

-¿Tienen un monitoreo de la economía?

-Son cuentas que las vamos a poder hacer con el tiempo. Sin lugar a dudas esto es un desahogo económico para la gente. Estamos haciendo un estudio por rubro. Obviamente el sistema turístico es el más afectado. El consumo también. La gente compra menos, no hay cumpleaños, actividades... Pero por lo menos algo va funcionando.

-Hasta el Presidente expuso a Mendoza por el supuesto aumento de casos

-No hay día en que en Mendoza no haya un pico sin que haya un pico en la Nación siempre ha coincidido. Yo se lo dije al Presidente, coinciden los picos con todo abierto. Él me decía qué sería de Buenos Aires si no hubiera cuarentena. Pues, yo creo que sería lo mismo porque (en Buenos Aires) la gente no está en cuarentena.

-¿Temen que haya una saturación del sistema de salud?

-Puede existir. Pero veo las estadísticas a cada rato de la evolución de los casos, de las edades. Lo más importante es la edad. Los mayores contagios están hasta los 39 años. Pero lo que hay que ver es cuando aumentan los casos en personas mayores. No es importante cuántos se contagian por día sino cuántos de esta edad (avanzada) se contagian. Hoy estamos con menos ocupación que el año pasado. El sistema puede seguir respondiendo.

-¿Ha estado en la encrucijada de que le pidan cerrar todo?

-La discusión fuerte la tuve con Carla Vizzotti, que decía 'hay que cerrar, hay que cerrar'. Pero si uno ve los cuadros, la situación es distinta. A los jóvenes no les pasa nada. Son algunos días de fiebre, siete y ocho días y salen andando.

-Hay quienes dicen que se están poniendo en riesgo la salud. Lo dice el PJ

-La opción del PJ es cerrar. Que cerremos todo. Como Lavalle, Santa Rosa. La política de ellos es cerrar. Pero qué pasa con Mendoza, Córdoba y Santa Fe... Tenemos de coparticipación un 50% de ingresos más o menos. El resto depende de nosotros. No es lo mismo que las provincias del Norte, por ejemplo, que tienen un 80% de recursos por coparticipación federal. Cierran todo y la plata les llega igual. Nosotros no podemos hacer eso, nosotros necesitamos que la economía funcione. Las provincias productivas necesitan eso. Por eso Schiaretti no cerró, si Santa Fe. San Juan tiene muchos más recursos nacionales que recursos propios. Buenos Aires tiene toda la ayuda de la Nación, un chorro que le entra de millones y millones de pesos. Nosotros estamos días a día.

-¿Creen que si cierran todo la gente no hará caso?

-Después viene el otro debate. Todos dicen que hay que bajar el "R" que son los contagios. Pero yo no creo que se baje cerrando todo porque la gente se va a mover igual. Se baja con conciencia y responsabilidad de la gente. Es la única manera. Eso sí baja el R, Uruguay es un claro ejemplo de eso.

-Hay una enorme incertidumbre en todos los planos. ¿Cómo se puede despejar esa incertidumbre?

-Todo lo que estamos haciendo en cada área apunta a eso. Hemos largado Mendoza Activa, la capacitación, lo que firmamos con Turismo de la Nación. Estamos firmando obras ante el BID para los acueductos. Estamos previendo mejorar las escuelas y una política de austeridad absoluta. Vamos a acelerar las jubilaciones. Le pedí a cada funcionario que activen la agenda de gestión. Nosotros somos los que decimos que hay que convivir con el virus y vamos a convivir. Vamos a empezar a darle salida a todos los temas que nos habían quedado frenados.

-¿Cómo se hace para volver a generar riqueza, movimiento en la economía?

-La generación de inversiones de afuera depende mucho de la macroeconomía. Nosotros podemos hacer algo para generar inversiones internas en la medida en que se estabilice un poco la economía. En la medida en que la gente sepa cómo puede ir el dólar a futuro y demás, podemos ver cómo reactivar y generar mucha inversión en obras privadas. Después prepararnos para venderle al mundo y preparar el turismo cuando venga. Pero hay temas que hemos cerrado en Mendoza, como la minería.

-No ve la posibilidad de agregar otras actividades

Mendoza tiene una matriz productiva diversa, pero insuficiente. Hay que ampliarla. Nosotros hemos hablado del cannabis medicinal y de otras cosas. Hay que ver el tema del petróleo, hay que invertir en Pata Mora, ganar más tierras productivas. Hoy el agua en Mendoza es un problema porque no tenemos tecnología para optimizarla, no tenemos plata para incorporar tecnología, Deberíamos tener más diques, nadie debería regar por surco. Entre otros temas vamos a avanzar con Vale (dueña del proyecto Potasio Río Colorado). Nos quedamos con todos los bienes de la empresa. Vamos a explotar, vamos a hacer la empresa minera de Mendoza. Una empresa minera provincial que pueda llevarla adelante. Ya está el convenio listo. Se suman un monto de dinero para el mantenimiento. Hay posibilidades de agregarle valor acá en Mendoza. Están los chinos y también capitales noruegos.

-La situación social que se gesta parece dramática. ¿Cuánto le preocupa el impacto que tendrá?

-Me preocupaba mucho antes de la pandemia y más ahora. La gente pide trabajo. Tener su vida digna. Va a ser muy difícil la situación. Vamos a tener más pobres. Todo esto lo hablamos en un escenario bastante cambiante.

-Por eso redundo en la pregunta sobre qué hacer. Pasó en 2002

-Ese año teníamos Chile al lado, el turismo. No va a ser una "V", con un rebote grande. Este es el debate que se viene. Por eso creamos el Consejo Económico Social y Ambiental, para que venga la sociedad y veamos cómo generamos trabajo y riqueza para tanta gente. Ese es el debate que se viene.

-Pero más allá de las buenas intenciones, medidas como esas no han salido con el nivel de acuerdo necesario. El Consejo salió fragmentado...

-Si la oposición no me da el roll over, si no me aprueba las obras que ya se estarían ejecutando y demás; es un problema de la oposición no mío, es un problema de la oposición que le hace haciendo daño a Mendoza.

-Pero a quien le van a golpear la puerta por los problemas es al Gobierno no a la oposición

-Por supuesto, pero también existe el mensaje y el discurso. Yo lo que dije en campaña lo hice todo. Dije que iba a bajar el costo de la política y mandé el proyecto. Después vendrá cada uno y mostrará cada uno lo que hace. Yo dije que mi obsesión era generar empleo. Estoy convencido que mi camino para generar empleo era uno (la minería), pero si la sociedad te dice que no, uno es empleado de la gente.

-Puede ser que fuera de las buenas intenciones falte peso político para conseguir lo que se propone: la rosca como se dice popularmente

-Hay que ver. Con la minería fue la gente que salió por una campaña del miedo, exagerada, incluso campañas internacionales. En cuanto a la falta de apoyo a otros proyectos hay que preguntarle a la oposición. Por qué no apoyan tal o cual obra; por qué no van a apoyar la reforma de la Constitución.

-Cree que es la teoría del "peor para mejor"

-No quiero hablar de la estrategia de la oposición. Yo estoy haciendo lo que dije, no hago nada que no haya dicho. Hay que preguntarle a los otros. Yo estoy convencido de lo que hago, que hay que reducir los costos, que haya una sola cámara en la Legislatura. Habrá que ver los argumentos.

-La "ambición política" parece inherente a un dirigente. El preanuncio de no querer tener aspiraciones futuras puede haber sido entendido como un signo de debilidad

-Yo no necesito ser nada después. Puede ser cierto. Pero también puedo decir que lo que quiero decir con esto que yo no necesito de la política. Para mí lo más importante es la gestión. Jamás haría algo en pos de una carrera política propia porque tengo la libertad de que puedo trabajar de otra cosa. Yo creo que es un signo de fortaleza y no lo digo yo solamente. La no ambición al poder es la mayor herramienta de poder que podemos tener. Yo estoy bastante desprendido de los símbolos de poder. No es una debilidad. Aparte el gobernador no tiene reelección. Si hubiera reelección.

-¿Cuánto lo condiciona la Nación? A nivel discursivo y en la gestión

-Está claro que pertenecemos a espacios distintos. Pero sí llevamos una agenda de gestión muy insistente. Cada ministerio con cada funcionario nacional trabaja todo el tiempo. Golpeamos puertas, insistimos. Lo que pasa es que la Nación ayuda más a otras provincias, es cierto. Pero la vamos llevando.

-¿Ha sufrido algún portazo?

-No. Trato de no politizar la relación por "hacer política" y seguimos trabajando. Obviamente a otras provincias se les hace más fácil.

-¿Cómo ve la agenda de gestión del presidente? Con la reforma judicial por ejemplo

-La reforma Judicial es inoportuna. Nosotros propusimos la reforma de la Constitución que algunos lo comparan. Pero nuestra reforma es para bajar costos es una señal de empatía con la gente. No creo que la reforma judicial sea una señal de empatía con la gente. Creo que una reforma judicial genera sospecha en la gente. Pero en nuestro caso bajar la cantidad de legisladores no genera sospecha. Lo de la reforma judicial sí. No creo que sea una política que haya que llevar adelante ahora. No juzgo, pero genera esto en la gente; que hay sospechas.

-En Mendoza el Poder Judicial está en un conflicto, particularmente el conflicto de poder en la Corte

-Me genera una preocupación porque es facultad del Gobernador postular a los miembros de la Corte. Es facultad del Senado evaluarlo. Se cumplieron todos esos pasos constitucionales, por lo cual me alarma que se esté cuestionando eso. Sobre algo en lo que estoy convencido. Teresa obedece a lo que uno piensa lo que tiene que ser un miembro de la Corte en cuanto a políticas públicas, sobre todo en materia de Seguridad. Está claro que cumple los requisitos.

-La eligió por su perfil, por su enfoque que tiene de la política criminal

-Por supuesto. Yo he trabajado mucho con ella en leyes durante el Gobierno de Cornejo en las que yo me involucraba. La reforma del Código Contravencional, como presidente del radicalismo lo hemos trabajado. Obviamente trabajaba con ella porque era abogada. Hoy ejercer la profesión de abogado no es lo mismo que antes. El ejercicio tiene distintos matices. Hay abogados que no han pisado Tribunales y lo ejercen. Es una discusión absurda.

-¿Esa pelea debilita a la Corte y Tribunales?

-Las instituciones siempre son las personas. Y las personas son las que hacen a las instituciones y su prestigio. Si el Gobernador propone a una persona para la Corte, el Senado lo aprueba, se hacen las audiencias y empezar a cuestionar cosas. La oposición no es por eso: es por una posición frente a una dogmática jurídica en cuanto a cómo tiene que funcionar la justicia, cómo tienen que ser la leyes, cómo se tiene que combatir el delito. La discusión entre el mal llamado garantismo (todos somos garantistas). La pelea es por cómo tienen que ser ejecutadas las políticas públicas. Y uno postula según lo que cree que es mejor.

- Hay una coherencia con la visión que tenía el gobernador anterior.

-Sí. El gobernador anterior, el espacio político al que represento y por lo que la gente nos votó. Nosotros tenemos un mandato. Por eso nos votan.

-¿Hay algún conflicto con Cornejo?

-Ninguno. Él es muy respetuoso, no se inmiscuye en temas de Gobierno, en nada. Ahora, yo con él tengo una relación y un diálogo permanente. Cuando hay diferencias, que las hay porque sería absurdo que no ocurra, las debatimos, las discutimos como se discuten las cosas. Nosotros sí nos hemos juramentado con Cornejo algo: que por sobre todas las cosas está siempre primero Mendoza. Nosotros creemos en los buenos gobiernos. A Alfredo lo conozco hace muchísimos años. Yo tengo muy buena relación. Hablo con todos: incluí a Mario Abed, a Juan Carlos Jaliff, a Ernesto Sanz. Tengo muy buena relación. Nunca he creído en las políticas de líneas internas. No hay una línea interna que me responda a mí. Ni a Julio, ni a otro.

-Pero Cornejo sí construye. Y es inevitable no tener esa referencia

-Pero todos construimos de una manera diferente. Algunas veces construir es no construir. Hay que salirse de los esquemas tradicionales de la política.

Archivado en