Análisis

Nexos, dudas y "cuestiones de fe": cómo sigue la estrategia para enfrentar la pandemia

El Gobierno se aferra a su estrategia de invertir energía en rastrear los nexos de cada contagio. Cómo es el proceso de rastreo de los mismos. Suarez apuesta a mantener la "delgada línea" entre economía y salud.

Pablo Icardi
Pablo Icardi domingo, 12 de julio de 2020 · 11:11 hs
Nexos, dudas y "cuestiones de fe": cómo sigue la estrategia para enfrentar la pandemia

Como si debieran rastrear los intrincados orígenes y ramificaciones de la familia Buendía, en Mendoza se reconstruyen árboles genealógicos, relaciones sociales y travesuras familiares. Tanto, que los médicos que tienen a su cargo la investigación epidemiológica de los casos de coronavirus muchas veces están más cerca de la literatura popular que de la ciencia médica.  

Reconstruir la trama de cada contagio de coronavirus sigue siendo la principal estrategia de contención de la pandemia en Mendoza, pues aún sostienen la idea de que no hay circulación comunitaria en la provincia. Ese trabajo demanda un gasto de energía y de recursos enormes. Cerca de 35 personas, todos médicos y especialistas, se dedican 24 por 7 a rastrear esos nexos. Familias directas, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, amantes, pretendientes. Todos los contactos, los legales y los “no santos”. Con nombres y seudónimos. Es una telaraña difícil de armar. En ese equipo hay jefes de programas preventivos “reconvertidos” en investigadores sociales, médicos de más de 60 años que por precaución no pueden atender y hasta funcionarios.

El patriarca José Arcadio Buendía se casó con su prima Úrsula Iguarán, fundó un pueblo y con ellos se abrió el juego de relaciones en "Cien años de Soledad". Los médicos recorren el camino inverso para determinar el mismo juego de relaciones, pero no en Macondo, ni siquiera en Aracataca, sino en Mendoza y sin un gitano como Melquíades que los pueda guiar. El tema refleja lo sencillo que es contagiarse y lo difícil que es abordarlo. Las ramificaciones de cada contagio son difíciles de mensurar. El “Caso 98” y sus vínculos ya merecen un libro por la diversidad de contactos que tuvo. Los médicos del Lagomaggiore han generado contagios como para armar un pueblo propio. 

El Gobierno mantiene esa estrategia y la tensa hasta último momento. Rodolfo Suarez sigue el tema de cerca y asegura que busca mantener la delgada línea entre reactivar la economía manteniendo las actividades permitidas y cuidar la salud. Eso implica, entre otras cosas, no ceder ante los pedidos de muchos especialistas que aseguran que hay circulación del virus. En Salud también tienen una delgada línea argumentativa: hay circulación, pero controlada.

Ayer, por ejemplo, fue un día clave y hubo algún alivio porque los casos, que volvieron a ser muchos, estaban en el plano de lo “esperable”. “Todos familiares”, decían aliviados cuando se conoció que 16 de los más de los 116  test habían dado positivos. Es decir hubo una tasa del 10% de "positividad". La cantidad de camas ocupadas crece y ya hay 155 personas internadas, aunque una sola en terapia. Si la cantidad se multiplica, no descartan apelar a la internación domiciliaria bajo "estrictos controles". 

La contención de los nexos implica una logística compleja. Hay cientos de camas de hoteles ocupadas con ese fin y las quejas de los “pasajeros” se suman. Desde mala alimentación hasta problemas de higiene. Turismo volvió a ser ministerio, pero ahora responde más a la lógica sanitaria que de promoción. El Estado, incluso, comenzó a desviar todos los fondos a ese fin o al menos es lo que se argumenta: todos los pagos que el gobierno debía hacer por orden judicial fueron suspendidos por la pandemia y en uso de las facultades extraordinarias otorgadas al gobernador por la emergencia.

 

La delgada línea

“El sistema de salud aún tiene para responder. Hay una sola persona en terapia por este tema”, explican. El problema se presenta con los recursos humanos, pues el “cluster” más afectado tiene que ver con los profesionales de la salud, en particular con el hospital Lagomaggiore. Médicos, enfermeros y sus familiares se contagiaron y obligaron a mudar personal desde otros hospitales o, incluso, desviar intervenciones. El contagio de dos policías también genera preocupación porque se trata de personal de alta exposición y que no tiene reemplazo. No son situaciones sorpresivas. Es algo que ya ocurrió en otros sitios donde la pandemia se expandió. También como era esperable, el principal puente de ingreso de los contagios es el transporte nacional e internacional. “No se puede frenar”, repiten. Las malas condiciones de estadía de los miles de camioneros que quedaron varados por las nevadas en la montaña genera un riesgo mayor.

El Gobernador apuesta a mantener las actividades permitidas y regular el distanciamiento con la cantidad de personas que puedan o no circular. Por eso, llegado el caso es probable que haya más restricciones a las juntadas familiares o de amigos, antes que cerrar el comercio u otras actividades. Los datos preliminares de recaudación y de actividad turística son alentadores en un marco de recesión brutal.

La situación económica es tan dramática que el foco no está puesto en cuántos emprendimientos nuevos puede haber, sino tratar de que haya la menor cantidad de cierres definitivos posibles. Por eso la semana pasada lanzaron el programa "Mendoza Activa. El retardo en tener información económica y social es un placebo. En marzo, en el Gran Mendoza el desempleo afectaba a 50 mil personas (el 9,8% de la población activa). Pero además hay 132 mil personas que decían tener empleo pero buscaban otro para poder mantenerse y otras 82 mil subempleadas. En total en el Área Metropolitana había hasta marzo 262 mil personas con problemas laborales. Con los más de 100 días de cuarentena la situación es mucho más dramática. Mendoza comenzó a tener algunos datos de movimiento económico, pero el anhelo de algunos de “vivir con lo nuestro” no es sustentable a largo plazo.

 

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