Una bodega a expropiar y otros detalles mendocinos en el caso Vicentín

El Gobierno nacional intervendrá y expropiará el grupo Vicentín, una firma especializada en los negocios agrarios y que si bien tiene base en el Litoral y la exportación de granos, también se diversificó. En Mendoza tiene una bodega y líneas de vino de gama media y alta. Según anunció el presidente Alberto Fernández, la bodega entra en el paquete del proceso de intervención y posterior expropiación. 

Pero no es el único detalle local del "caso Vicentín". En la trama de la expropiación hay dos mendocinos. La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, como una de las creadoras de la idea dentro del equipo de Cristina Fernández, y también José Luis Manzano, que merodea alrededor del negocio. 

La bodega está en Luján, en la ruta 7  (a la altura de Perdriel).  Mendoza fue el sitio elegido por el gigante santafesino, tras haber analizado realizar el emprendimiento en Salta. En 2009 la familia compró un viñedo y en 2010 produjo el primer vino bautizaron "Vicentín", pero con bodega prestada. Fue uno de los primeros productos de alto valor agregado de un grupo acostumbrado a los comodities. 

El salto lo dieron en el año 2016, cuando compraron la bodega Sottano, una marca ya instalada en los vinos de alta gama de Mendoza. Sin embargo el grupo producía allí y también en bodegas de terceros. A ello le agregaron la producción de mosto en el complejo industrial que pertenecía a Cartellone. 

Una mendocina en primer plano y otro cerca

"Gracias por escuchar la ide", dijo Anabel Fernández Sagasti. La senadora mendocina fue una de las gestoras de la idea de la intervención y expropiación del gigante Vicentín y ahora será uno de los ejes en el Congreso. Es que el proyecto de intervención y expropiación debe salir por ley y allí necesitarán consensos para aprobarla. 

La gestión estará a cargo de YPF Agro. Antes de concretar el anuncio, había distintas especulaciones sobre el futuro de Vicentín, una de las empresas agroexportadoras más grandes de Argentina. Esa firma está en convocatoria de acreedores y "camino a la quiebra" como dijo Alberto Fernández. Los principales acreedores son bancos, particularmente el Nación. 

Una de las alternativas que se manejó era que el Estado ayudara junto a algún grupo empresario. Allí se mencionó al mendocino José Luis Manzano como posible operador del negocio. A mediano plazo ese esquema no está descartado. El Estado ahora interviene para "el rescate" de la empresa y Fernández buscó despejar fantasmas de expropiaciones a otras firmas. Por el volumen que tiene en el mercado, Vicentín es una empresa que puede generar cambios en el mercado agrario de Argentina. "Es una empresa testigo en el mercado de granos y nos va a dar el sendero a la soberanía alimentaria de Argentina", dijo la senadora mendocina.