Asesinado por la policía

¿Por qué Luis Espinoza no es remera ni bandera?

Su homicidio brutal por parte de la policía de Tucumán no generó la indignación popular ni el pedido de renuncias masivas como sucedió con otros casos similiares y, una vez más, parece ser por una cuestión más política que ética.

Gonzalo Conti
Gonzalo Conti domingo, 7 de junio de 2020 · 12:17 hs
¿Por qué Luis Espinoza no es remera ni bandera?

Luis Espinoza era un peón rural tucumano de 31 años que, tras una semana desaparecido, fue encontrado muerto en Catamarca. Pocos días después del hallazgo se comprobó que fue asesinado a quemarropas y por la espalda por policías tucumanos que luego del crimen intentaron deshacerse del cuerpo. Llamativamente (o no tanto) su asesinato en manos de la Policía no generó la indignación popular y el pedido de justicia que, con razón, si hubo para otros casos resonantes similares.

Quizás la preocupación por el desarrollo de la pandemia de coronavirus haya sido uno de los motivos por los cuales miles de personas que habitualmente militan contra este tipo de abusos por parte del Estado hayan decidido no salir a manifestarse por el brutal homicidio de Espinoza.

Quizás la rápida resolución del caso, con 9 policías y dos civiles imputados por el crimen, hicieron que los ánimos nunca se desbordaran en el pedido de justicia por un joven asesinado por las fuerzas de seguridad de la provincia de Tucumán

Así todo, llama la atención cómo es que algunos parecieran, ante igualdad de condiciones en los crímenes, elegir en cuáles es válido movilizarse, exigir respuestas y pedir renuncias de políticos de turno, y en cuáles es mejor mirar para otro lado.

En este sí, en aquel no

Hace casi tres años, el 1° de agosto de 2017, en la Patagonia, Santiago Maldonado desapareció luego de una serie de allanamientos de Gendarmería Nacional y su caso tomó tal resonancia que hasta que apareció su cuerpo en el Río Chubut 77 días después, el país estuvo prácticamente paralizado.

Aquí no entraremos en detalles de todo lo que sucedió durante los dos meses y medio que Maldonado permaneció desaparecido, pero sí en lo que se generó alrededor. Tampoco discutiremos la importancia de que la sociedad se movilice en este tipo de casos, pero sí en la hipocresía de quienes deciden por quién sí y por quién no, en función de sus conveniencias.

Cuando los días pasaban y no había respuestas acerca del paradero de Maldonado, se realizaron marchas y movilizaciones a lo largo y ancho del país exigiendo justicia. Algo que en principio no estamos viendo por el crimen de Luis Espinoza.

La cara de Santiago Maldonado copó las calles y no había reunión en el ámbito que fuera en la que no se discutiera sobre su desaparición.

Incluso hoy, a poco menos de tres años de su muerte, existen dudas sobre lo que determinó la Justicia (que murió ahogado y sin intervención de las fuerzas de seguridad) y es uno de los casos en los que siempre las aguas estarán divididas, porque habrá quienes digan que fue asesinado por Gendarmería y quienes opinen que murió de manera accidental al escapar de los uniformados.

El uso político

A diferencia del caso Maldonado, durante la semana que Luis Espinoza permaneció desaparecido y tras su muerte, no hubo marchas multitudinarias en distintas provincias del país, ni se preguntó en los colegios (en clases virtuales esta vez) qué había pasado con el joven peón rural.

Tampoco se vio a muchos de los políticos que en su momento acompañaron las marchas con cara compungida y pidieron explicaciones por Santiago Maldonado, exigir respuestas y hasta pedir renuncias en el Gobierno tucumano.

Ser mal pensados nos llevaría a suponer que se trata de un problema de colores políticos, ya que en aquel momento el presidente era Mauricio Macri y quien comandaba la seguridad era Patricia Bullrich, por lo cual era más cómodo pedir Justicia que ahora, que debieran hacerlo contra Juan Manzur, gobernador de Tucumán y un aliado importante del Gobierno Nacional.

Podemos analizarlo también a la inversa, porque muchos de los que hoy levantan la voz por Espinoza son justamente aquellos que, en el tiempo que Maldonado estuvo desaparecido, jamás lo hicieron.

Hay que destacar en este tipo de casos que quienes se mantienen coherentes con sus ideas y reclamos son los dirigentes de la Izquierda. Habrá que ver, en el caso de que algún día les toque ser gobierno, si actuarán en consecuencia.

¿Por qué Luis Espinoza no es remera ni bandera? Aparentemente por una cuestión más política que ética, y por el uso de las tragedias en favor o en contra dependiendo de la conveniencia y el rédito que se pueda obtener.

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