A pesar de la ayuda del Banco Nación, los sueldos siguen en suspenso

El suspenso crece. A menos de 15 días de la fecha de liquidación de los sueldos de mayo, el Gobierno provincial todavía no está en condiciones de asegurar que a fin de mes podrá pagar en tiempo y forma los salarios de los empleados estatales.

Incluso hay cierto misterio respecto de una obligación mucho más cercana en el tiempo. La semana que viene, la Provincia debe realizar un pago de intereses por el bono de 500 millones de dólares que emitió en 2016. La Provincia tiene que depositar 25 millones de dólares, pero ha lanzado un proceso de refinanciación de deudas para posponer estas obligaciones. El Ministerio de Hacienda no da pistas sobre el avance de este proceso.

Desde Hacienda se sigue pintando, a corto y mediano plazo, un panorama oscuro en materia económica, que ha sido producto de la cuarentena y su efecto negativo en la recaudación y la coparticipación.  "Dependemos de la asistencia nacional", ratificó este viernes el ministro Lisandro Nieri, ante la consulta de si la Provincia podrá o no afrontar a fin de mes el pago de los sueldos estatales.

Desde que a nivel nacional se creó un fondo especial de 120.000 millones de pesos para asistir a las provincias en medio de la pandemia, el Gobierno provincial ha recibido unos 1.200 millones en ATN. Pero su aspiración es que la Casa Rosada le gire 3.800 millones más y subraya que necesita la plata rápido. 

Es lo que se supone que la Nación va a enviar, si sigue el criterio de reparto según los índices de la coparticipación federal. Sin embargo la "cuota" para Mendoza se redujo entre el primer y segundo envío a la mitad (825 millones primero y 430 millones después), con lo cual en Hacienda no hay certeza de cuánto dinero recibirá en las próximas semanas. Tampoco sabe cuándo llegará.

La semana, a pesar de todo, termina con un saldo positivo en medio de tanta incertidumbre. El directorio del Banco Nación aprobó la refinanciación de la deuda que tiene la Provincia con esta entidad financiera.

El anuncio no lo hizo Rodolfo Suarez o alguien de su equipo. Fue la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti la que dio la noticia este viernes, después de mantener una reunión en Olivos con el presidente Alberto Fernández.

El episodio mostró cómo funciona la política en estos tiempos. Por su cercanía con el Gobierno Nacional, una legisladora opositora a nivel local se encargó de dar la buena noticia que tal vez debería haber anunciado el gobierno de Suarez.

El Gobierno provincial, de todos modos, trató de aclarar por qué hizo silencio. Afirmó que la aprobación del directorio del Banco Nación es un "muy buen avance", pero aclaró que la operación todavía no está cerrada. 

Para que sea efectiva la refinanciación, todavía tienen que intervenir y dar el visto bueno el Ministerio del Interior, la cartera de Economía y el Banco Central. Sin embargo, en todos los casos, se trataría de pasos "administrativos", no de decisiones políticas, las cuales ya parecen haber sido tomadas a favor de la refinanciación solicitada.

Fernández Sagasti también señaló que faltan algunos pasos, pero aseguró que Fernández se comprometió a acelerarlos. La legisladora, además, terminó de sacarse una espina: hace una semana se la había acusado de trabar la renegociación con el Banco Nación.

Desde ambos bandos terminaron desmintiendo alguna maniobra política. El gobierno de Suarez, de todos modos, guarda algunos resquemores. Señala, por ejemplo, que el tiempo que se está tomando la Nación para aprobar el pedido de Mendoza disminuye sensiblemente el impacto del beneficio.

En concreto, Hacienda explicó que ya ha liquidado sus compromisos con el Banco Nación hasta mayo, a pesar de que pidió la refinanciación en enero.  En consecuencia, sólo va a poder posponer el pago de las cuotas que debería liquidar entre junio y noviembre.

Esto significa que al final refinanciará bastante menos de los 3.500 millones de pesos que debía pagarle este año al Nación. Con un detalle más: lo que se postergará es el pago de amortizaciones, no de los intereses, que rondan los 50 millones de pesos mensuales y se seguirían pagando con normalidad.

La demora molesta, ya que el Gobierno provincial siempre minimizó el trance de conseguir más tiempo para pagarle las deudas a su agente financiero. Lo había logrado durante la gestión de Mauricio Macri sin problemas, pero en la nueva era, a pesar del contexto, le ha costado más.

Además, todavía queda por resolver con la Nación la deuda con ANSES, que compromete el pago de otros 1.200 millones de pesos que Suarez también quiere reperfilar.

En medio de pases de factura y cálculos que no cierran, el tiempo pasa. 

Suarez necesita reunir 7.000 millones de pesos a fin de mes para pagar la nómina salarial de los empleados. El acuerdo con el Banco Nación le dará un poco de oxígeno, pero no solucionará el problema inmediato. Insiste en que, a los recursos que pueda reunir, necesita sumarle créditos y ATN del Gobierno Nacional. Sólo de esa manera podrá cumplir.