Qué pasó con el puente de la ruta 40: la historia de una "obra eterna"

Un socavón en la fundación del puente sobre el arroyo Los Chañares, en la Ruta 40, puso en riesgo la seguridad de las miles de personas que usan esa ruta por día. Y trajo a la memoria la historia de la “obra eterna” que tardó 15 años en ser realidad, pero estuvo en “boca” de todos los dirigentes políticos nacionales y provinciales.

Las hipótesis sobre lo que le ocurrió al puente son varias y aún no está confirmado qué va a pasar. Pero evalúan si hay daño estructural, algún error constructivo o si el colapso se produjo por efecto de la erosión del curso del arroyo en la base del puente a causa de la extracción de áridos; de materiales usados para la construcción. Es decir la minería de tercera categoría. De hecho en el lugar hay extracción legal e ilegal de esos materiales. En eso trabajan la Dirección de Hidráulica, Vialidad y otros organismos. Según aclararon, el que muestra fragilidad es el antiguo, que está asentado en dos columnas. Pero la erosión afecta a ambos e investigarán si ello ha provocado modificaciones en la seguridad de los dos puentes y si se habían realizado los trabajos de mantenimiento correctos por parte de Vialidad e Hidráulica. 

Ese lugar tiene arraigada la historia política reciente de la provincia y el país. El junio del 2015 la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner se comunicaba por teleconferencia para inaugurar oficialmente un nuevo tramo de la “doble vía Luján – Tunuyán”, una obra tantas veces nombrada que daba pudor. Entre otras cosas, en ese acto se destacaban las “obras de arte” de la ruta, como el puente sobre el arroyo que colapsó ayer.

La empresa Cartellone estuvo a cargo de la obra, firma que seguramente será citada para evaluar lo que pasó. Sin embargo, aclararon que el nuevo puente está asentado en tres columnas y a profundidad, por lo que ha resistido la creciente por ahora. Sin embargo, la fundación del puente quedó al descubierto.  

Pero la historia de la doble vía comenzó mucho antes y hasta que fue realidad pasaron cuatro gobernadores: la empezó Iglesias, se terminó en el período de Francisco Pérez. Vale decir que son menos de 70 kilómetros de ruta. Un promedio de avance de obra lento como para que quedar en la historia: menos de 5 kilómetros por año.

La historia de la ruta eterna

Por la ruta 40 entre Luján y el Valle de Uco pasan cerca de 40 mil vehículos por día. La saturación de esa vía ya se notaba hace dos décadas; particularmente en los puentes que atravesaban el Río Mendoza y los arroyos. La doble vía era una promesa eterna, lo mismo que la autopista hacia La Paz.

Ambas obras fueron parte de innumerables campañas y gestiones ante la Nación. Como son rutas de jurisdicción federal, es Vialidad Nacional quien tiene a cargo la planificación y financiamiento.

Pues los trabajos finalmente se iniciaron en 2001, un año dramático para la historia argentina. Los 65 kilómetros fueron divididos en tramos que fueron concretándose con una distancia espacial grande entre uno y otro.

Justamente ese creen que fue uno de los problemas: la cantidad de licitaciones que hubo en el medio para hacer una ruta de menos de 100 kilómetros. Cada tramo fue una licitación nueva. Y cada licitación una suma de pasos administrativos, litigios, burocracia y todos los etcéteras que eso implica. 

La licitó y la comenzó Iglesias, la continuó Julio Cobos, que logró inaugurar un tramo, luego le tocó a Celso Jaque y la finalizó Francisco Pérez. Cuando el puente fue habilitado, el ministro de Obras era Rolando Baldasso, que ahora también es legislador del oficialismo; aunque otro oficialismo: el bloque Cambia Mendoza.

El puente que colapsó fue parte del tramo “doble vía Anchoris – Tunuyán”, que tuvo a cargo la empresa José Cartellone Construcciones Civiles SA. El presupuesto, en ese momento, fue de $ 273 millones, pero costó 410.025.755 pesos. Era una de las etapas más complejas porque incluía cuatro puentes nuevos en los arroyos Los Chañares Norte, Los Chañares Sur, Tierras Blancas y La Estacada.

“Son impactantes las imágenes que estamos recibiendo aquí de lo que es la autovía, porque en realidad es la ruta 40, pero en este tramo convertido en autovía con lo cual la hace absolutamente segura y ayuda a fortalecer la competitividad a este maravilloso camino definido como el Cordón del Plata”, decía Cristina Fernández en la inauguración. Se había comunicado con Martín Aveiro, que era y sigue siendo intendente de Tunuyán. En ese momento se hizo un puente nuevo. El otro puente se mantuvo hasta ahora.