Opinión

Avances y retrocesos en el día de la lucha contra la corrupción

Hoy es el día de la lucha contra la corrupción. Un análisis de un funcionario municipal sobre un tema clave para la vida institucional de los gobiernos.

Ruben Zavi miércoles, 9 de diciembre de 2020 · 08:09 hs
Avances y retrocesos en el día de la lucha contra la corrupción

Por Ruben Zavi / Jefe de Gabinete Ciudad de Mendoza

Recuperación con integridad. Esta es la invitación de este año que realiza Naciones Unidas para todos los países del mundo en el marco del día internacional de la lucha contra la corrupción.

El desafío que plantea la pandemia COVID-19 llevó a gobiernos a nivel global a desarrollar mecanismos resilientes para contener los efectos de este flagelo mundial. Las administraciones debieron reasignar recursos para brindar un servicio más eficiente, innovador, responsable y concentrado en las prioridades que la realidad demandaba para la ciudadanía; todo ello sin descuidar el necesario abordaje de sectores sociales vulnerables a los fines de garantizar la satisfacción de los derechos humanos de toda la población. La pandemia requirió adaptar gestiones (recursos humanos, económicos, infraestructura, entre otros) implementando –algunas de ellas- nuevas tecnologías basadas en datos, georreferenciación e inteligencia artificial.

Los ciudadanos experimentaron estas adaptaciones e innovaciones administrativas participando en trámites y procedimientos digitales como nunca antes en la historia. La contrapartida fue que muchos no contaban con la conectividad necesaria o, en ocasiones, no tenían computadoras, tablets o celulares inteligentes que les permitieran aprovechar estos renovados recursos virtuales de acceso a la administración.

Sin embargo, numerosos gobiernos locales tuvieron –y tienen aún- la sensibilidad social suficiente para detectar y priorizar situaciones de vulnerabilidad sanitaria o social para brindar la contención de salud o la asistencia social que se requería. Esto permitió contener la curva de casos de la pandemia, a la vez de brindar respuestas para mitigar el impacto económico en las familias.

Nos encontramos actualmente en un período de amesetamiento de la pandemia en la mayoría de las latitudes de nuestro país, que permite reflexionar sobre los avances y retrocesos de los gobiernos a partir de las decisiones públicas adoptadas, donde no podemos olvidar la importancia que reviste la integridad y transparencia con la que se encararon los procesos que llevaron a la asignación de recursos públicos.

Según Naciones Unidas, “la corrupción prospera en tiempos de crisis y la pandemia mundial en curso tampoco ha sido una excepción. Durante la crisis de salud de COVID-19, luchar contra la corrupción puede significar la diferencia entre la vida y la muerte; comida adecuada o hambre; tener un techo sobre la cabeza o quedarse sin hogar”. Por esta razón el referido organismo internacional exige que los programas de asistencia para la recuperación sean desarrollados con la debida integridad y rendición de cuentas.

Un buen ejemplo en este sentido es el Fondo Municipal del Coronavirus de la Ciudad de Mendoza, un patrimonio de partidas especiales creado para la adquisición de insumos y servicios con el fin de hacerle frente a la emergencia sanitaria. Este fondo, creado con el aporte voluntario de funcionarios públicos municipales y donaciones privadas, tiene una trazabilidad inobjetable al rendir cuentas mensualmente de cada una de las adquisiciones y el destino de las mismas, con montos invertidos e identificación de proveedores. La información detallada del mismo se encuentra disponible de manera abierta y reutilizable en el Portal de Datos Abiertos municipal, otra herramienta de transparencia que visibiliza y permite el acceso a información relevante sobre la gestión pública. La austeridad demostrada por el Intendente Ulpiano Suárez al donar parte de su sueldo en un contexto tanto de crisis sanitaria como económica es otra muestra cabal de un liderazgo fundado en valores íntegros con una visión responsable de la gestión.

La pandemia puso en el ojo de la tormenta a muchos gobiernos, aquellos que lograron contenerla con menor restricción de derechos y mayor apertura al diálogo brindaron una mejor contención social sin descuidar la atención de los servicios municipales básicos.

Austeridad, transparencia y gestión para superar contextos de crisis; estos valores han confirmado ser las claves de administraciones exitosas que deberían reconocerse como modelo a seguir.

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