Jorge Brito: un banquero con cintura política pero en el foco de duras acusaciones

Jorge Horacio Brito acaba de morir tras caer en un helicóptero, y con su fallecimiento se sella una vida marcada por las luces y sombras de los negocios en la Argentina. Dueño del Banco Macro, y con acciones en diversos mercados, llegó a ser presidente de la poderosa Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) en el año 2016. Se dice que llegó a ubicarse entre las diez personas más ricas del país y la Revista Forbes lo mencionaba en sus listas de magnates.

Había nacido el 23 de julio de 1952 y tenía 68 años. Se inició en la Bolsa y sus adversarios lo acusaban de haber fundado sociedades mediante las que habría blanqueado bienes non sactos obtenidos durante la última dictadura. Desde el principio su patrimonio creció exponencialmente.

Así fue como en los años 70 fundó Macro, que avanzó a toda velocidad gracias a la liberalización de las regulaciones financieras. Luego, cuando triunfó Alfonsín y la democracia asomaba en el horizonte, Brito afinó su sintonía con los radicales, y se lo vinculó con figuras como Enrique "Coty" Nosiglia. A fines de los 80´, el Banco Macro ya estaba bien establecido y seguía desarrollándose. 

Brito se expandió en el mundo de los negocios inmobiliarios, la energía y el campo, con compañías como Vizora, Frigorífico Bermejo y la Inversora Juramento. En tanto, el Macro se asentó como uno de los bancos privados más grandes del país. 

De ahí en más Brito se consolidó como un jugador fuerte en la trastienda de la política económica argentina. Supo tener una relación ambivalente con los gobernantes que siguieron, e incluso fue repetidamente investigado por presuntas irregularidades en sus operatorias.

Se lo señala como uno de los "sponsors" del ex vicepresidente Amado Boudou, con llegada a Sergio Massa y a otras figuras del peronismo. Fue sobreseído en la causa Ciccone y su nombre sonó fuerte cuando se destaparon los Panamá Papers.

Solía escribir sus opiniones y publicarlas en su sitio web www.jorgehoraciobrito.com. Para el establishment, sus palabras eran una referencia. En las últimas semanas había expresado su desacuerdo con el proyecto de gravar a las grandes fortunas. ​