Repudio

Grave: dañan y vandalizan una sede del PJ local

La sede central del PJ fue agredida. Pintadas anti K y amenazas.

MDZ Política
MDZ Política lunes, 2 de noviembre de 2020 · 08:09 hs

Grupos desconocidos agredieron la sede del PJ local y a través de pintadas amenazaron a los dirigentes de ese partido. Las pintadas aparecieron en las ventanas y las puertas de la sede partidaria y es la cuarta vez en el año que ocurre un hecho de esas características.

El presidente de ese partido, Guillermo Carmona, fue quien alertó sobre el tema. "Desde que comenzó el año, la sede del Partido Justicialista ha sufrido ataques vandálicos en cuatro ocasiones", denunció Carmona. El primero fue el 6 de enero, luego el 9 y 19 de septiembre. Y el 31 de octubre ocurrió el cuarto. 

Pero Carmona también denuncia que no hubo acción policial ni judicial para investigar. "Ni el Ministerio Público Fiscal ni la policía de Mendoza mostraron el más mínimo interés den la investigación de los hechos", asegura.

El dirigente opositor denuncia que la inseguridad los afecta. Pero además asegura que hay un clima de hostilidad política agitado desde el propio oficialismo. "El justicialismo de Mendoza y sus aliados padecen una creciente hostilidad de parte de referentes políticos y de funcionarios oficialistas que crean un clima político enrarecido contrario a la necesaria convivencia democrática. Los casos abundan", asegura.

La denuncia completa de Carmona

 

Amenazas de muerte, vandalismo e intolerancia política contra el peronismo en la tierra de nadie

Por Guillermo Carmona,

Presidente del Partido Justicialista de Mendoza

Desde que comenzó este año, la sede del Partido Justicialista de Mendoza ha sufrido ataques vandálicos en cuatro ocasiones: el 6 de enero, un robo con destrozos varios en nuestro mobiliario y archivos de documentación; el 9 de setiembre un segundo ingreso de desconocidos que rompieron todo lo que encontraron a su paso sin llevarse nada; el 19 de ese mismo mes, pintadas con la expresión “muerte a los K” y un símbolo aparentemente anarquista; ayer, 31 de octubre, aparecieron nuevas pintadas en el frente de nuestra sede, que había sido repintada tras la anterior acción vandálica, con idénticas expresiones de amenaza de muerte que las sufridas el mes anterior. En cada ocasión hemos hecho la correspondiente denuncia penal sin que los funcionarios del Ministerio Público Fiscal ni la Policía de Mendoza mostraran el más mínimo interés en la investigación de los hechos, aún cuando en la última ocasión aportamos registros de las cámaras que instalamos tras el segundo hecho delictivo que denunciamos. Además, la casa del Partido Justicialista está en una zona de la ciudad en la que abundan las cámaras de seguridad. En ninguno de los casos denunciados se ordenó la verificación de los registros de video para intentar identificar la presencia en la zona de sospechosos de cometer esos actos ilícitos.

Si bien tuvimos dudas respecto a la intencionalidad política de los ingresos a la sede partidaria con la aparente intencionalidad de robo, las pintadas en el frente de calle San Lorenzo denotan, en cambio, una abierta acción de ataque y amedrentamiento contra nuestra fuerza política que no podemos dejar de denunciar y poner en evidencia por su reiteración y por su mensaje de muerte y odio. Difícil resulta, en tal contexto, quitar significado político a los actos vandálicos perpetrados en el interior de la sede.

En primer lugar, considero fundamental señalar que tal situación pone en evidencia el calamitoso estado de inseguridad que padecemos en nuestra provincia. Que hechos delictivos se cometan en una de las zonas consideradas “más seguras” de la Ciudad de Mendoza, de manera reiterada y con ensañamiento, nos impone reflexionar sobre las críticas situaciones que sufrimos los habitantes de la provincia en áreas en las que no hay sistemas de video vigilancia, rondines de la policía municipal ni presencia de la Policía de Mendoza. La falta de respuesta policial preventiva y de la acción investigativa de fiscales y jueces resulta cada vez más alarmante.

Sin embargo, en estos casos que he descripto más arriba, se suma la cuestión del ataque hacia un partido político, el principal partido de oposición de la provincia, casos en los que el vandalismo y las expresiones de odio cobran un sentido político que daña a la democracia y encienden una alarma sobre la intolerancia que se manifiesta en algunos sectores de la sociedad involucrados en el fomento de la descalificación y la estigmatización. La ausencia de reacción oficial ante este tipo de situaciones acrecienta el peligro de que este tipo de prácticas violentas se naturalicen y hasta se promuevan.

En otro plano, aunque de una gravedad no menor, el justicialismo de Mendoza y sus aliados padecen una creciente hostilidad de parte de referentes políticos y de funcionarios oficialistas que crean un clima político enrarecido contrario a la necesaria convivencia democrática. Los casos abundan. Baste, como ejemplos, mencionar las expresiones de odio publicadas por el hijo del intendente de San Martín que buscó descalificar a un periodista de un medio local de ese departamento diciendo que “obvio que es un rata más del peronismo” y agregó “pongansé a laburar todos los oportunistas que esperan ganar guita de la política sin trabajar y esto no lo digo por el PJ solamente”.

 

 

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