Cambio de mando en el justicialismo

Cómo se construyó el proyecto "Anabel presidenta" en el PJ mendocino

No era el "plan A" de la senadora nacional. Pero en pocas horas negoció con los intendentes y consiguió que varios la acompañen en su postulación. Los que ponen la cara y los que solo mandarán delegados. Los desafíos internos y frente a un electorado que nunca se enamoró del kirchnerismo.

Juan Carlos Albornoz
Juan Carlos Albornoz martes, 10 de noviembre de 2020 · 06:48 hs
Cómo se construyó el proyecto "Anabel presidenta" en el PJ mendocino
Anabel Fernández Sagasti se posiciona para presidir el PJ. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

¿Cambió de planes Anabel Fernández Sagasti? Hace pocas semanas, despreciaba la conducción del justicialismo mendocino. Pero a pocas horas del cierre de listas, afloró un "operativo clamor" a su favor para que se exponga al frente del partido y asuma desafíos complejos.

La lógica es sencilla en el PJ local. Los que ganan la última "interna abierta" (PASO), ponen al presidente partidario. De allí surgió la presidencia de Guillermo Carmona: fue fruto de una victoria previa de la desaparecida "liga de los intendentes". Pero ninguno de ellos quiso ocupar ese sillón. 

El año pasado, Anabel y La Cámpora dieron el batacazo en la PASO peronista y pelearon por la gobernación. Perdieron con la UCR, pero les tocaba ocupar la jefatura justicialista. Hubo un tímido intento inicial de colocar a Flor Destéfanis (una incondicional de Fernández Sagasti y Carlos Ciurca) como "delegada" al frente del partido. Y de repente, después de reuniones atípicas de un domingo en la mañana (el de ayer) surgió el proyecto "Anabel presidenta del PJ".

Aunque hay quienes dicen que la idea siempre estuvo en su cabeza y Fernández Sagasti la ocultaba para evitar que alguien quemara su candidatura, el resultado parece más bien una maniobra de último momento. Que tiene sus riesgos: Fernández Sagasti no tendrá un representante al frente del partido. Ella misma va a poner la cara.

Hubo un condicionamiento: la senadora nacional quería que todos los intendentes la acompañaran en la conducción. Resultaría, más o menos, así.

Matías Stevanato (Maipú) y Martín Aveiro (Tunuyán) serán los vices. También ocuparán cargos en la estructura Destéfanis (Santa Rosa) y Fernando Ubieta (La Paz).

Los otros dos parecen desmarcarse un poco. Roberto Righi (Lavalle) y hasta el díscolo Emir Félix (San Rafael) forman parte del acuerdo, pero estarán representados por legisladores.

El manejo del peronismo no equivale a tener poder. No lo tuvo Carmona en ese cargo. Ahora la apuesta parece ser más ambiciosa. Además, la legisladora se está comportando en forma coherente con su carrera: nunca ha desechado la posibilidad de ocupar espacios, sean candidaturas, comisiones parlamentarias o incluso oficinas de la ANSES.

Lo que viene plantea desafíos fuertes en dos planos. Uno consistirá en diluir las divisiones del PJ, que casi siempre deja sus fracturas a la vista. Si le pasa a ella también como presidenta, su liderazgo quedará herido.

El otro desafío es más importante y consiste en enamorar al electorado. Las derrotas en las urnas se vienen acumulando desde hace muchos años en el peronismo mendocino.

Fernández Sagasti es, desde el comienzo, la seguidora leal de Cristina Kirchner, en una provincia con mucho anti kirchnerismo. Como conductora partidaria y candidata a la vez, deberá tratar de romper ese techo que hasta ahora ningún compañero pudo superar.  

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