Campaña

Cornejo y la "complicadísima" situación de Macri

El gobernador se despegó de la crisis nacional para concentrarse en la campaña provincial, aunque en Casa de Gobierno admiten que la crisis se le está yendo de las manos al presidente. Una dato salió a la luz: Mendoza es tenedor de $200 millones en Letes y quedó atrapada en el “default selectivo” dispuesto por el ministro Hernán Lacunza

domingo, 1 de septiembre de 2019 · 13:35 hs

Casi de incógnito, el viernes por la tarde desembarcó en Mendoza el ministro del Interior, Rogelio Frigerio para inaugurar una obra de cloacas en Luján. Con seguridad, en otro momento de la historia actual muy convulsionada del gobierno nacional, el motivo de la visita bien hubiera merecido la presencia de Mauricio Macri y con toda la pompa de campaña, además.

El presidente estuvo en ese mismo lugar hace exactamente tres años, en agosto de 2016, para presentar una obra que iba a beneficiar a 8.000 habitantes de los barrios Urviser, Coni, Perdriel I y II, Cuadro Estación, Paula Albarracín, Solar de Cuyo y Achiras del distrito de Perdriel. Ese día, se produjo una de sus anécdotas más recordadas aquí: fue cuando pidió ir al baño en una casa particular porque se estaba haciendo encima y una vecina le prestó el suyo. El detalle era que en esa vivienda, como en el resto del barrio, no existían las cloacas.

Frigerio llegó para dar por concluidas esas mismas obras de saneamiento prometidas y su presencia fue casi un signo de los tiempos para esta administración. Terminó hablando más de la crisis del dólar que de la obra en sí, que, en definitiva, le va a cambiar la vida a mucha gente.

Posiblemente el ministro político de Macri sintió en carne propia, con ese acto casi a las escondidas en Mendoza, el pensamiento que carcome a Macti después del “palazo” de las PASO.

En líneas generales, la gente, a la hora de votar, no fue por la opción que le planteó el Gobierno de que había que hacer pesar a las obras y a la noción de cambio, por encima de la inflación y de la caída del consumo.

En Luján, Macri sacó más votos que Alberto Fernández y fue uno de los pocos lugares en dónde el círculo se cerró. Pero en el país y en buena parte de la provincia la realidad se reflejó duramente: el presidente debió dar respuesta a las dos cosas, mejorarle la calidad a los sectores más desprotegidos, pero también garantizarle a esas familias que no iban a quedarse sin trabajo. Y no lo hizo.

Alfredo Cornejo estuvo junto al ministro del Interior el viernes en Luján. Es, a esta altura de los acontecimientos, prácticamente con el único funcionario de la Casa Rosada con quien mantiene todavía un canal de diálogo razonable. Con él vienen trabajando en sintonía desde hace meses cuando (junto a Emilio Monzó) trataron de hacer virar el rumbo político de un Gobierno que se dirigía a una debacle electoral.

Y además, tanto Cornejo como Frigerio, comparten la misma aversión, el nivel de enfrentamiento y el rosario de críticas por el estado de cosas para con el Jefe de Gabinete, Marcos Peña.

El gobernador está borrado de alguna manera de la situación nacional. Salvo la semana posterior a la derrota en la PASO, en dónde estuvo por algunas horas en Buenos Aires y realizó una minigira mediática, no volvió para allá.

Integra la mesa de Acción Política de Juntos por el Cambio, pero no acudió a ni una sola de sus reuniones. Igual avisó de su jugada: se lo dijo tanto a Peña como a sus colegas gobernadores (Gerardo Morales y Gustavo Valdés) que se iba a concentrar en retener el poder en Mendoza en las próximas elecciones a gobernador y que se declaraba por un tiempo prescindente de la crisis de la coalición de gobierno, más allá de ser, como jefe del radicalismo, una de sus patas fundamentales.

Recién en unos días, Cornejo va a tener un panorama claro acerca de dónde está parado Rodolfo Suárez después de la derrota del oficialismo del 11 de agosto. Elbio Rodríguez, el encuestador en que el gobernador más confía, está terminando de procesar un sondeo a nivel provincial que se realizó la última semana en la que se verá cuál ha sido el nivel de daños de la victoria de Alberto Fernández.

Para hoy no se esperan novedades. El peronismo mendocino ratificará la hegemonía de sus intendentes en Lavalle, en San Rafael y en Tunuyán y Cornejo alberga una cuota de esperanza de que su candidato, Raul Rufeil, le ganará a Jorge Giménez en San Martín. Desconcertante fue, hace tres días, la expectativa de la Casa de Gobierno sobre esta elección: el entorno político del mandatario habló de una segura derrota en el Este,mientras Rodríguez (muy molesto con ese mismo entorno) refería que a él le daba una ventaja de tres puntos para el candidato radical.

Pero si bien Cornejo se borró de Buenos Aires, sigue desde aquí con extrema preocupación lo que está sucediendo en el país. Para el gobierno mendocino la situación es “complicadísima” a nivel nacional y si bien el panorama fiscal de la provincia es aceptable, nadie puede aseverar qué ocurrirá en el futuro.

“Nosotros podemos subsistir a lo que está ocurriendo, pero jamás, ni por asomo, trazamos este panorama. La situación (a Macri) se le está yendo de las manos”, fue lo que aseguró un integrante del gabinete provincial a MDZ para graficar la situación.

Dos o tres elementos preocupan, como mínimo, acerca de lo que está pasando.

El primero es la situación del dólar y la crisis financiera. Un dato no menor que la crisis hizo salir a la luz: Mendoza, por decisión del ministerio de Hacienda, tiene en su cartera $205 millones de Letras del Tesoro (Letes) que ahora entraron en el “reperfilamiento” de la deuda impuesto por Hernán Lacunza.

Hace ya mas de una década que la provincia no tiene un fondo anticíclico (que había sido dispuesto en su momento por la Ley de Responsabilidad Fiscal) pero Cornejo decidió crear uno a través de la compra de este tipo de letras para acudir en caso de emergencias financieras. La decisión de Hacienda de patear para adelante el vencimiento de esas obligaciones para los tenedores institucionales, dejó a a la provincia de Mendoza dentro del “default selectivo”.

Por ahora Cornejo no le pegará el cachetazo al presidente que sí le han pegado el resto de los gobernadores peronistas por los recortes en los ingresos de las provincias. Pero nada descarta que en el mediano plazo un reclamo judicial por el congelamiento de las subas de los combustibles vea la luz.

“Todavía hay tiempo”, sostienen a nivel oficial, para una presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (como ya hicieron Rio Negro y Neuquén) por el hecho de que las provincias productoras de petróleo, con la disminución de sus regalías, están sosteniendo el precio de las naftas en todo el país.

Cornejo no tiene opción en este punto: debe accionar judicialmente en defensa de los intereses de la provincia. De hecho, un planteo similar ya lo hizo en 2016 cuando se enfrentó con el exministro de Energía, Juan José Aranguren, por su idea de llevar el precio del barril de petróleo en el país al valor internacional, vía eliminación de subsidios.

En la cuestión macro, para Cornejo la semana que se avecina será muy dura. El límite impuesto el viernes a los bancos , que deben pedir autorización para girar sus dólares al exterior, podría generar un espiral de aumento en la desconfianza que todavía no ha provocado un retiro masivo de los dólares por parte de los ahorristas. Pero la gente, se sabe, ya comenzó a sacar su plata de las entidades financieras.

Este fin de samana, muy atentos a las repercusiones sobre un eventual cepo cambiario que pudieran generar una ola de pánico, los bancos públicos y privados salieron a garantizarle a sus clientes que están los dólares para aquellos que quieran retirarlos. Sin embargo este tipo de corridas se sabe cuándo comienzan, pero nunca en dónde terminan.