Maniobra política

Una reunificación light del PJ, forzada por las elecciones

Se anunció hoy que las siete bancadas del justicialismo actuarán bajo la modalidad de interbloques en la Legislatura provincial. La maniobra favorece a Anabel Fernández Sagasti y Alejandro Bermejo y no perjudica a nadie: en lugar de menos jefes, ahora habrá más.

martes, 18 de junio de 2019 · 22:09 hs

Con un simple cruce de mensajes por Whatsapp. Así se empezó a gestar hoy entre algunos senadores el apresurado acercamiento de los bloques legislativos del PJ.

Pero no por arte de magia van a convertirse en uno solo, cuando hoy hay siete. Autónomos y con personal propio, cada uno de los bloques legislativos funcionan así, divididos pero sin trauma, desde comienzos de 2018.

No hay magia, pero sí existen necesidades electorales. Anabel Fernández Sagasti, la sorpresiva candidata a gobernadora del PJ, requiere de la unidad del peronismo para fortalecer sus chances en los comicios generales de setiembre.

Sin esa unidad, al menos aparente, el poderío de Anabel se reduce al control de sólo 8 de las 32 bancas provinciales del justicialismo. Es minoría, una candidata a gobernadora débil. La mayoría de los legisladores no responde a ella, sino al sector de los intendentes.

Pero el beneficio de esta unificación light es mutuo. El senador Adolfo Bermejo escribió hoy en Twitter que el interbloque del PJ en el Senado se formó por un "mandato expreso" de Fernández Sagasti y Alejandro Bermejo.

El peronismo mendocino en realidad no tiene dos cabezas, sino tres: los hermanos Félix tienen control absoluto del PJ en el sur y su tropa propia en la Legislatura es casi igual que la de Unidad Ciudadana (7 legisladores). 

A pesar de esta realidad, el intendente de Maipú fue empoderado hoy como máximo interlocutor político de los ganadores de Unidad Ciudadana.

Adolfo Bermejo levantó así el perfil del perdedor de las PASO provinciales, justo cuando se discute en firme la posibilidad de que sea convertido en candidato a diputado nacional antes de que termine esta semana.

Desde otro ángulo de análisis se puede agregar que, sin un interbloque que refleje poderío y respaldo partidarios, los dos candidatos a intendentes más importantes de Anabel serían figuras casi marginales en la estructura legislativa del PJ.

El senador Alejandro Abraham, crédito suyo en Guaymallén, es en los hechos integrante de un bloque (UC) de sólo tres miembros. Sus rivales del justicialismo orgánico son muchos más:  10 en total.

Guillermo Amstutz, quien se postula nada menos que a intendente de Las Heras, es en contraste el único legislador del monobloque Unidad Popular.

Algo parecido ocurre en la Cámara de Diputados, donde los justicialistas se dividen en cuatro bancadas: dos monobloques dedicados a Perón (Juan Domingo y Eva), el PJ orgánico y Unidad Ciudadana.

El candidato a vicegobernador de Anabel (Jorge Tanús) y el que irá por la intendencia de Luján (Omar Parisi) son miembros del minoritario bloque de Unidad Ciudadana. Ese bloque tiene cinco miembros, contra los 11 que componen la bancada del peronismo tradicional.

Los diputados avanzarán este miércoles por el mismo camino que el Senado y, en su caso, el interbloque peronista será coordinado por el kirchnerista Lucas Ilardo y alguien más. Para la Cámara Alta habían sido designados en esa función los senadores Adolfo Bermejo y Natalia Vicencio (UC).

No hay razones para no hacer un interbloque, cuando el arrime entre distintos bandos del PJ no implica ceder cargos ni romper estructuras en la Legislatura.

Por el contrario, la maniobra multiplicará las jefaturas. Es el caso de Patricia Fadel, presidenta del bloque de senadores del PJ orgánico, quien seguirá siendo líder de esa bancada hasta fin de año, a pesar de que el peronismo tiene ahora en el Senado dos nuevos coordinadores