Vitivinicultura
La UCIM le pide a Cornejo que se involucre en la crisis vitivinícola
La entidad advierte sobre la acuciante situación que atraviesa la industria. En concreto, le solicita "implementar la reasignación de partidas dentro del Presupuesto provincial para acudir en ayuda urgente" a este sector. El texto fue elaborado tras una dura reunión donde los principales actores de la vitivinicultura local expresaron la compleja situación por la que atraviesan y la necesidad de encontrar una salida con la intervención del gobierno provincial.
La Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) le envió una nota al gobernador Alfredo Cornejo en la que describe la acuciante situación que atraviesa la vitivinicultura local, a la vez que le solicita que intervenga con acciones concretas para ayudar a la industria más representativa de la provincia.
La nota que fue enviada con copia al ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner Tomba, a la ministra de Hacienda y Finanzas, Paula Allasino, a la vicegobernadora de la provincia, Laura Montero solicita, concretamente "implementar la reasignación de partidas dentro del Presupuesto provincial, para acudir en ayuda urgente de quienes con su actividad, generan producción genuina y puestos de trabajo que dinamizan al resto de la economía provincial".
La decisión fue tomada tras una reunión con representantes distintos sectores de la actividad, quienes detallaron lo terminal de la situación que sobrellevan y la necesidad de que el Estado intervenga para no perder más superficies cultivadas, puestos de trabajo y mercado.
Las voces de la crisis
UCIM, a través de su Comisión de Industria convocó a representantes de todos los sectores involucrados en la industria vitivinícola con el fin de interiorizarse de los pormenores de la crisis que atraviesa esta actividad icónica de la Provincia.
Asistieron representantes de productores, comercializadores, bodegueros, productores de mosto y exportadores de fruta en fresco.
Cada uno de los participantes detalló la situación de su sector pero todos sin excepción, detallaron la situación de crisis en la que se encuentra la viticultura, la producción del vino y su comercialización, tanto en el mercado interno como el externo.
Ya comenzada la cosecha, los productores se encuentran en graves riesgos de no poder levantar los frutos; las bodegas se encuentra sobre stockeadas; el mercado interno se ha retraído; al externo es imposible acceder debido al incremento de retenciones y aranceles y la falta de competitividad.
Los problemas en los que todos coincidieron fue, en general, la fuerte presión impositiva, el incremento de los insumos, los altísimos costos laborales y previsionales.
Junto a la contracción del mercado interno y la falta de acuerdos bilaterales que permitan acceder a mercados que no sean Brasil, se mencionaron la falta de adecuación de la industria a los tiempos que corren (planteo que deberá hacerse a largo plazo) y escaso rendimiento por hectárea.
Mendoza está sufriendo el abandono de viñedos (que se traduce en menos fuentes de empleo) por falta de atractivo para los productores de seguir con una actividad que fuera de ser rentable, se ha transformado en una verdadera lucha por la supervivencia.
El texto de la nota enviada
Ante la llegada de la vendimia vitícola 2019 y teniendo en cuenta las opiniones recogidas entre las Cámaras Específicas de la actividad madre de Mendoza, que en reunión mantenida en UCIM el día 6 de febrero, mayoritariamente solicitaron una mayor injerencia del Gobierno Provincial en la defensa de la producción y comercialización de la vid en todas sus etapas, desde nuestra Institución y apoyando al reclamo de esas Cámaras, solicitamos al señor Gobernador implementar la reasignación de partidas dentro del Presupuesto, para acudir en ayuda urgente de quienes con su actividad, generan producción genuina y puestos de trabajo que dinamizan al resto de la economía provincial.
No actuar con la premura y eficiencia que la situación exige, llevará al abandono de más unidades productivas, especialmente aquellas más frágiles en cuanto a organización empresaria y volumen, produciendo un daño irreparable al tejido social y ahondando la crisis económica que transitamos.
Somos conscientes que ésta sería una solución transitoria, pero mientras apuntamos a las soluciones de fondo, ayudemos a que los productores más débiles puedan seguir con su actividad.
Esperando que nuestra propuesta sea acogida con la premura que requiere, lo saludamos con atenta consideración.
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