El Gobierno envió al Congreso un proyecto de libertad religiosa

A pesar de estar a punto de terminar el mandato, el Gobierno Nacional encabezado por Mauricio Macri envió al Congreso un nuevo proyecto de libertad religiosa. En este caso fue consensuado con la mayoría de los credos que conviven en Argentina y, a diferencia de una iniciativa parecida que se había presentado hace dos años, no incluye la objeción de conciencia.

Dentro de las principales modificaciones que plantea el proyecto es que la inscripción en el Registro Nacional de Cultos (que cambiará de nombre y se denominará Registro Nacional de Entidades Religiosas) ya no será obligatoria y pasará a ser optativa.

De esta forma, desde el Ejecutivo Nacional consideraron que se pasa de un sistema de "control y vigilancia" de las comunidades religiosas a otro diferente, en el que "se valorará la libertad prevista en la Constitución Nacional".

Además, miembros de la Secretaría de Culto, donde se le dio forma al proyecto, informaron que se excluirá la regulación de la objeción de conciencia que había sido el eje de la polémica y resistencia por el cual no se había podido avanzar anteriormente con la propuesta. En aquella ocasión, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) se habían opuesto.

En concreto, el artículo de la polémica decía que "toda persona tiene derecho a invocar un deber religioso o una convicción o una moral sustancial como razón para negarse a cumplir una obligación jurídica". El mismo fue eliminado y no forma parte de la nueva iniciativa.

Alfredo Abriani, titular de la Secretaría de Culto, expresó: "La sanción de esta ley es una demanda histórica de las confesiones religiosas, sobre todo de la comunidad evangélica. La demanda es justa y se funda en que carecen de un marco jurídico apropiado".