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La candidata que es peronista de casualidad

María José Ubaldini no proviene de una familia de militantes y entró en política casi sin darse cuenta. Defiende la independencia de los legisladores y destacó la pluralidad del espacio que encabeza.
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A diferencia del resto de la mayoría de los candidatos, la militancia política de María José Ubaldini no es una cuestión de herencia. Si bien su abuelo se identificaba con el peronismo, sus padres eran "más bien radicales" y su hermana defiende al gobierno de Mauricio Macri. Incluso, su aterrizaje en el peronismo mendocino fue prácticamente una cuestión del destino.

En su juventud fue al colegio Nuestra Señora de la Misericordia y luego estudioó Derecho en la Universidad Nacional de Cuyo. Por aquel entonces, salía a bailar a Picasso y era fan de la banda mendocina "Vil & Vic". "Jugaba al voley y era la capitana del equipo de la universidad", recordó.

 Recién recibida de abogada, María José Ubaldini dejó su trabajo en un estudio dedicado al derecho Civil y Comercial y armó las valijas para hacer una pasantía de tres meses en Costa Rica. Sin embargo, el viaje se extendió y se quedó tres años trabajando en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en ese país.

En 2008, regresó a Mendoza y sin tener muchas expectativas le hizo llegar su currículum al por entonces subsecretario de Derechos Humanos de Mendoza, Diego Lavado. Para su sorpresa, la tomaron como asesora y al cabo de cinco meses fue designada como personal penitenciario adscripto a esa dependencia. Hoy en día pelea en la Corte para retener ese cargo.

De a poco fue subiendo escalones hasta convertirse en subsecretaria de Derechos Humanos durante el gobierno de Francisco Pérez. "Me dieron espacio gracias a mi currículum y no por cuestiones políticias, y eso estuvo bueno", destacó Ubaldini y confesó que le costó "entender la dinámica del juego".

"Me acuerdo que algunas legisladoras me querían conocer porque no sabía quién era yo. Tuvimos una reunión y cuando se estaban yendo les agradecí por la visita y les pregunté de que partido eran. No sabés como se ofendieron", recordó. Se trataba de diputadas y senadoras del PJ, el partido que era gobierno y al cual respondía Ubaldini.

De todas maneras, ese no fue el único cortocircuito entre Ubaldini y los legisladores del peronismo. Muchos no le perdonan su independencia para manejarse en torno a ciertos temas y aún recuerdan con enojo su acto de rebeldía al votar en contra del pliego de Miriam Gallardo como candidata a la Suprema Corte. El partido había bajado la orden de acompañar pero ella no lo hizo.

"Yo he sido siempre consecuente y congruente con lo que pienso, hago y digo y creo que eso finalmente se valora", manifestó Ubaldini a MDZ y subrayó que si hubiese mayor independencia de los legisladores, Mendoza tendría una mejor calidad institucional.

En ese sentido, destacó que el espacio Encuentro por Mendoza que la lleva como candidata es plural y está compuesto por personas que piensan diferente y debaten sus ideas. "Hay algunos que prefieren mano dura en seguridad y yo soy de la idea contraria. De esas discusiones se obtienen buenos resultados", manifestó.

Quien la convenció de encabezar este espacio fue el ex subsecretario de Trabajo Ariel Pringles, a quien Ubaldini conoció cuando era subsecretaria de Derechos Humanos.

"Yo no seguiría en política si no fuera en un espacio político independiente", esgrimió la actual senadora provincial, que llegó a la Legislatura tras el fallecimiento del senador Ignacio Ortigala.

Dedicada a la maternidad de su primer hijo, que nació el año pasado, Ubaldini asegura que está viviendo un cambio de perspectiva en su forma de ver las cosas. Tanto es así, que ha cambiado su dieta, ya no come harinas y prácticamente no consume carne. "Practico yoga, está iniciada en el método DeRose y ha realizado cursos de Bioneuroemoción. "El objetivo es la congruencia interna. Ser positivo como forma de mejorar el entorno", manifestó.

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