Cornejo y el objetivo de"tres puntos más"

Alfredo Cornejo ganó una apuesta después de las PASO. Fue la que hizo con su encuestador de cabecera, Elbio Rodríguez, quien sostenía que el kirchnerismo tenía buenas chances de ganar a interna del peronismo en Mendoza. Para el consultor, iba a funcionar la campaña directa de Juani Jofré, el candidato de La Cámpora, y para el gobernador no había chance de que fuera derrotado el aparato de los intendentes peronistas que respaldaba la postulación de Omar Félix. Pero más allá del juego, ambos sabían desde principios de agosto que el triunfo de Cambiemos en Mendoza iba a arrojar una diferencia que rondaría los siete puntos. Fueron casi ocho, que le permitieron al gobierno ratificar un par de estrategias y apuntar ahora a conseguir "por lo menos tres puntos más" para octubre.
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La principal fue que, casi en sintonía con el voto nacional, más allá del ostensible deterioro económico en muchos sectores, la sociedad mendocina votó confiando en la promesa de que todo mejorará en el futuro.
En Mendoza, pesó menos el bolsillo y las críticas a las políticas económicas de Mauricio Macri y más la gestión de los gobiernos provinciales y municipales. Ya sean opositores u oficialistas.
Eso le evitó al gobierno una elección peor. Las gestiones de los intendentes del Gran Mendoza más la imagen positiva del propio gobernador, sirvieron para amortiguar el impacto de la mirada más negativa que positiva que el presidente acumuló en la provincia en estos últimos meses.
Cornejo cometió un desliz estratégico al minimizar en la previa el caudal de votos que podía terminar cosechando la candidatura de José Luis Ramón, pero acertó no solo en que los aparatos políticos todavía sirven (lamentablemente) para ganar elecciones. Sino que además en su plan de apartarse de Macri para hacer campaña con la gestión provincial y con los intendentes propios.
Macri y Cornejo obtuvieron buenos resultados en las PASO y si nada grave pasa, apuntan a repetir en octubre. Pero la elección, sin embargo, tendrá en ellos al menos dos impactos bien distintos.
Uno: Mauricio Macri ya puede pensar en comenzar a diseñar su proyecto reeleccionista para 2019. Alfredo Cornejo deberá sepultarlo definitivamente. Y dos: el presidente sabe que es vital cada legislador que se sume a las bancadas oficialistas en el Congreso. El gobernador, no depende tanto de la renovación en la Legislatura para garantizar su gobernabilidad.
No existen dudas de que un Congreso desfavorable a partir de diciembre, lo complicará a Macri porque, fundamentalmente, el gobierno no podrá avanzar con el paquete de reformas que ya postergó hasta después de las elecciones.
Para Cornejo, la marcha de la gestión no dependerá de la nueva composición legislativa que le significara al oficialismo la pérdida de un puñado de legisladores en sus bancadas.Si todo se mantiene como en las primarias, Cambia Mendoza perderá dos senadores y un diputado como mínimo desde mayo del año que viene.
Pero las leyes con reformas que esta administración precisaba, ya están sancionadas. Desde el endurecimiento de prisiones preventivas, crucial para la política de seguridad de Cornejo, pasando por las reformas laborales o la de procedimiento administrativo.
En el corto y mediano plazo, tampoco se avizoran conflictos. Está a punto de aprobarse el nuevo Código Civil y el proyecto de Presupuesto 2018, el anteúltimo de ese gobierno, se tratará con esta composición legislativa.
Se viene una movida fuerte: en menos de dos semanas ingresará a la Legislatura la prometida creación de los juzgados plurales, anunciada desde la campaña de 2015 y que toma un modelo chileno de agilización de la Justicia para agrupar a los juzgados de garantías y otros de tipo penal para que, todos conformen uno solo.
Y por ahora no mucho más. Puede haber un tema fuerte antes de que finalice el actual mandato y es la designación de un nuevo miembro de la Suprema Corte. Pero dependerá de que un juez cumpla su promesa. Es la que hizo Alejandro Pérez Hualde, al momento de asumir Cornejo, de que se presentará su renuncia el día que cumpla 65 años.
Chau a la reelección
Es cierto que Macri casi no habla en público de la posibilidad de su reelección, aunque se descartaba que una derrota en las elecciones de medio término sepultaría cualquier posibilidad de pensar en un nuevo período.
Cornejo actuó distinto en los últimos tiempos. Cuando se lo preguntaron, nunca negó su deseo de intentar cambiar la Constitución para poder estirar cuatro años más su mandato. Pero los deseos no siempre se cumplen. A decir verdad, hasta las PASO, el gobernador no pudo resolver una ambigüedad personal sobre el asunto: por un lado nunca se fanatizó con la reelección. Aunque por el otro siente como injusto que el tiempo de gestión que le tocó, se haya reducido solo a ordenar las cuentas públicas y a mostrarse siempre más cerca del ajuste que de los grandes anuncios.
Ese tironeo interno fue el que provocó que jamás se haya puesto al frente de la movida reformista, ni siquiera de la intentona de abril pasado. Allí Cornejo dejó hacer a la vicegobernadora Laura Montero y a los legisladores oficialistas que le prometieron los votos necesarios del peronismo para declarar la ley de necesidad de la reforma de la Constitución, pero no levantó el teléfono ni una vez para persuadir a nadie. Las PASO habían abierto una expectativa de que, con una victoria amplia, el gobernador iba inclinarse por la voz que le dice que debe ir y buscar cuatro años más en el sillón de San Martín. El triunfo fue indiscutible, aunque no por los márgenes que hubieran dado envión necesario para conseguir las mayorías necesarias, entre agosto y setiembre, y sancionar así la ley que habilite luego el referéndum para cambiar la Carta Magna.
El peronismo olfateó el hilito de sangre que corrió por la herida. Y el martes mandó el mensaje: "El domingo se cayó toda chance de reelección para Cornejo", lanzó Adolfo Bermejo quien, además, se instalará en la Legislatura a partir del año que viene.
El PJ sabía que una elección aplastante los dejaría con pocas posibilidades de resistir, pero se aferraron a los siete puntos de diferencia en contra para tomar algo de coraje.
Cornejo deberá ocuparse ahora, en términos políticos, de buscar a su delfín que sin duda saldrá, además, de su riñón.