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Griesa, duro con el país y con CFK: cree que trata de no pagar

El juez no quiere que el país “…se vuelva a reír de una sentencia judicial”. Hubo discusiones a los gritos. Los abogados del fondo buitre no quieren que la discusión de la forma de pago sea por fuera del juzgado de Griesa, como anunciaron los abogados contratados por la Argentina. Creen que Argentina no quiere pagar.
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El juez de Nueva York Thomas Griesa presidió esta tarde una audiencia entre los representantes de la Argentina y de los abogados de los fondos buitre con muy duras declaraciones contra el gobierno nacional: consideró que las palabras de la presidenta Cristina Kirchnerdurante su cadena nacional no le dieron "confianza" y que son "un problema" para la negociación. Dijo además que deben buscarse mecanismos legales “que funcionen” y que “no quiere que la Argentina vuelva a reírse de una sentencia judicial”, según informaron fuentes a los medios La Nación e Infobae.

"Realmente no me da confianza de un compromiso de buena fe para pagar todas las obligaciones de la Argentina", manifestó Griesa sobre los dichos de Cristina en cadena nacional después del fallo, según informó la agencia Reuters. Además, dijo que las palabras de la Presidenta son "un problema" para lograr un acuerdo con los holdouts que evite un default.

En la audiencia convocada por Griesa, quien ordenó pagar 1.330 millones de dólares más intereses a los fondos buitre, el magistrado criticó a la mandataria argentina por haber dicho durante su discurso que la presión de los acreedores con deuda incumplida era una "extorsión".

En tanto, el juez dijo también que presentará una orden que establezca que la propuesta del ministro de Economía Axel Kicillof de abrir un nuevo canje de deuda bajo ley argentina, viola sus decisiones previas.

Griesa hizo estas declaraciones tras presidir una audiencia de más de una hora entre los representantes de ambas partes. Horas antes, la Cámara de Apelaciones estadounidense levantó la medida cautelar (stay) que impedía la ejecución de los fallos y el pago inmediato en efectivo de la deuda con los fondos buitre

La reunión se hizo  en los tribunales de Nueva York, más precisamente en la oficina 1630, sala B, ubicada en el piso 26 de Pearl al 500. Allí el juez Thomas Griesa recibió a los abogados representantes del Gobierno y de los holdouts.


Según Infobae, los abogados Hamilton y Jonathan Blackman, integrantes del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGS&H), y patrocinadores de la Argentina, le informaron al magistrado que representantes del Gobierno negociarán en forma directa con los acreedores. Por esto, la semana próxima funcionarios argentinos viajarán a Nueva York para concretar la reunión.

Ante esto, Theodore Olsen, representantes del fondo NML protestó y exigió que los abogados que representan a la Argentina expliquen en forma concreta cuál era la propuesta. De esta manera, el fondo de Paul Singer dejó clara su intención de no esperar la llegada de los funcionarios del Gobierno. Luego, Olsen afirmó que de los discursos de Cristina Kirchner y Axel Kicillof se desprende que la Argentina no quiere pagar. Esto último provocó la intervención de los letrados de CGS&H. Éstos replicaron aseverando que la intención argentina siempre fue honrar sus compromisos. Fue un momento tenso de la reunión. Hubo gritos y discusiones entre los abogados de las partes.

En ese marco, los letrados de NML insistieron con sus críticas a la Argentina y pidieron que "así como hizo con el Club de París y con Repsol" el Gobierno les pague a los holdouts. Rechazaron someterse a la ley argentina y le solicitaron a Griesa que disponga una orden para que no se pueda negociar fuera de Nueva Yok.

Calmados los ánimos, el magistrado tomó la palabra. "Aquí hay que encontrar un mecanismo legal para que esto funcione. Argentina en los últimos doce años se ha reído de las sentencias judiciales, no quiero que Argentina se vuelva a reír de una sentencia judicial", sostuvo Griesa.

La conclusión al cierre de la reunión fue que siguen vigentes todas las órdenes judiciales y que la intención del equipo económico de ver si existía voluntad para lograr que los holdouts se sienten a negociar en condiciones que permitan evitar un efecto dominó de nuevos juicios no prosperó.