En 1986, en una casa de campo perdida entre los pastizales del paraje Tuyutí, se ocultaba uno de los crímenes más atroces del país. Su protagonista: El asesino serial Luis Fernando Iribarren, mejor conocido como “El Carnicero de Giles ”. Su historia volvería a causar conmoción décadas después, cuando en 2024 logró escapar de prisión.
Corría el año 1986 cuando Iribarren tomó una carabina calibre .22 y asesinó a toda su familia mientras dormían. No hubo gritos, no hubo pelea. Solo cuatro disparos y una fosa improvisada a 40 metros de la casa familiar. Allí, en silencio, sepultó los cuerpos y continuó su vida como si nada hubiera pasado. Según sus propias palabras, los mató porque “les tenía bronca”.
Nueve años después volvió a atacar
Pero su impulso homicida no se detuvo allí. En 1995, Iribarren le puso fin a la vida de su tía, quien estaba enferma de cáncer. Primero intentó asfixiarla, pero como no pudo buscó un hacha y la golpeó dos veces en la cabeza. El cuerpo quedó en su casa, sin enterrar. Fue el olor lo que despertó las sospechas de un vecino, quien alertó a la policía.
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Los escalofriantes detalles que reveló la investigación
Durante su detención, Iribarren confesó: “No tuve el coraje de dispararle a mi tía porque me acordé de lo que les había hecho a mis padres y a mis hermanos, y no soportaría hacerlo de nuevo”. Tres meses más tarde, la Policía excavó en el campo de Tuyutí y encontraron los cuerpos enterrados. El secreto del asesino salió a la luz.
Condenado a prisión perpetua
Su historia volvió a los medios en 2024, cuando protagonizó una cinematográfica fuga de la Unidad Penitenciaria N.º 26, en Olmos. Junto a su perra, tomó un taxi hasta Florencio Varela, otro hasta el centro porteño y, finalmente, una vieja camioneta Peugeot 504 rumbo al norte del país. Por once días fue el prófugo más buscado de Argentina. Finalmente, Iribarren fue detenido en la provincia de Santiago del Estero.
Hoy, Iribarren vuelve a estar tras las rejas. Pero su historia, la de un joven que asesinó a toda su familia con total frialdad, quedó grabada como una de las más escalofriantes y perturbadoras del país.