Confesó que mató a su hermano estando embarazada y la condenaron: quedó con domiciliaria para cuidar sus hijos
El asesinato de Rubén Pérez a manos de su hermana Laura Pérez fue confesado por la misma en el marco de un juicio abreviado y recibió su condena.
Los hermanos Micaela y Raúl Pérez, protagonistas del sangriento asesinato en La Favorita.
MDZ.Raúl Exequiel Pérez (28), alias el Padi, fue asesinado a tiros en junio de este año por su hermana Laura Micaela Pérez (22) en La Favorita. La mujer confesó el crimen este martes y recibió una pena de 10 y 6 meses años. Debido a que estuvo embarazada y dio a luz recientemente, permanecerá con prisión domiciliaria.
La sentencia se dio a través del acuerdo entre la fiscal de Homicidios Florencia Díaz Peralta y la defensa de Pérez, que fue homologado por la jueza Sonia Yornet, del Juzgado Penal Colegiado N°2, durante una audiencia que se desarrolló en el Polo Judicial Penal.
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La magistrada tuvo en cuenta que, al no tener antecedentes previos, era justa la pena de 10 años y 6 meses, la mínima prevista para el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, explicaron fuentes judiciales.
Pese al fallo condenatorio, la Fiscalía no solicitó la revocación la detención domiciliaria que le otorgaron a la mujer, ya tiene dos hijos pequeños (uno de 2 meses y otro de 4 años) a su cargo. De esa manera, la posibilidad de que en el futuro termine recluida en una cárcel, será definida por un juez con intervención en Ejecución Penal.
El asesinato de su hermano
Eran cerca de las 20.45 del lunes 23 de junio y una motocicleta con dos mujeres a bordo llegó hasta una verdulería cercana a la escuela N° 4-174 Joaquín Salvador Lavado. Acto seguido, una de ellas le apuntó con un arma de fuego a su madre, a quien le confesó que iba a matar a alguien. Sin embargo, la mujer no sospechaba que se trataba de su hijo Rubén, conocido en el barrio como Padi.
Seguidamente, el vehículo de baja cilindrada aceleró y paró pocas calles después, donde se escucharon tres detonaciones. A los pocos minutos el Padi Pérez fue hallado sin vida, tendido en el suelo, con sangre en la cabeza y tapado con una frazada.
De acuerdo con los peritajes que practicó en la escena, la Policía Científica, recibió el impacto de un plomo en el sector parietal y también tenía hematomas y escoriaciones en el rostro, producidas por la caída que sufrió tras el disparo.
Cómo cayó la fratricida
A las pocas horas del hecho de sangre, las teorías en torno a la muerte del Padi comenzaron a centrarse en una persona: su hermana.
Posteos en las redes sociales apuntaron a Laura Micaela como la responsable del mortal ataque. "La Mica Páez fue la que mató al hermano Porque, le robo merca y unas zapatillas (sic)", fue el posteo con el que fue escarchada la hermana de la víctima en un grupo de la Facebook de la barriada.
El conflicto familiar y la prueba clave
De forma paralela, la investigación del caso también comenzó a apuntar a la joven, pero sosteniendo que todo se había generado por un conflicto familiar de vieja data.
Al parecer, el fallecido tenía problemas de consumo de estupefacientes, que lo llevaron a vivir en las calles del oeste capitalino. En ese contexto, de acuerdo con testigos, le robaba pertenencias a sus familiares y vecinos de la zona para poder adquirir drogas para sustentar su adicción. Esto habría colmado la paciencia de la asesina.
Adicionalmente, se conoció la existencia del registro fílmico de una de las cámaras de seguridad de la zona que llegó a manos de los detectives del caso. Si bien las imágenes no muestran el momento del ataque armado, se puede apreciar a la motocicleta roja conducida por una mujer huyendo de la escena, luego de los disparos.
Todo esto llevó a que Laura Micaela fuera imputada por el crimen de su hermano, para luego ser alojada en su vivienda con domiciliaria —en ese momento estaba embarazada—. Ahora, medio año después de terminar con la vida del Padi Pérez, el caso se cerró con la condena de más de una década en su contra.



