Un turista y un trapito terminaron a las trompadas por un insólito motivo

Un hecho de violencia se desató en la zona del muelle de Villa Gesell, donde un turista que veraneaba en la ciudad terminó a las trompadas con un cuidacoches que le exigió una suma exorbitante por estacionar su auto en la vía pública.

El altercado fue registrado por una mujer que pasaba por la zona y, en cuestión de horas, las imágenes se viralizaron en las redes sociales. En el video se observa cómo el "trapito" le pide una suma cercana a los 20 mil pesos al conductor, quien responde de forma airada ante lo que consideró un abuso. A medida que la discusión sube de tono, la situación escaló a golpes de puño.

De fondo, se puede escuchar a una mujer gritar y pedir auxilio, implorando que alguien llame a la policía. El incidente ha generado gran preocupación entre los vecinos, quienes aseguran que este tipo de situaciones no son aisladas. Según testimonios recogidos por el medio local El Mensajero, la presión de los "trapitos" en la zona es constante, y muchos turistas se ven forzados a pagar por un servicio que no solicitan.

En noviembre del año pasado, la municipalidad de Villa Gesell aprobó una ordenanza que regula la actividad de los "ordenadores de tránsito". Esta normativa establece que deben portar una gorra identificatoria, un chaleco y un cartel que indique que el pago es de carácter voluntario. Sin embargo, la práctica de exigir tarifas fijas sigue vigente, lo que ha generado enfrentamientos como el que protagonizó el turista.

A raíz de la viralización del video, las autoridades locales se han visto obligadas a intensificar los controles sobre los cuidacoches no habilitados. Según fuentes policiales, en la última semana se detuvo a cuatro personas que trabajaban sin autorización municipal. Los detenidos, residentes de Mar Azul, Mar de las Pampas y Villa Gesell, enfrentan cargos por ejercer la actividad ilegalmente.

Este incidente pone de relieve la creciente preocupación por la falta de control sobre los "trapitos" en algunas zonas de la ciudad balnearia, un tema que, a pesar de los intentos de regulación, sigue siendo un problema recurrente en la temporada de verano.