Apartaron a la jueza que intervenía en la investigación por el crimen de una beba de Las Heras: cómo seguirá la causa

Milagros Iglesias (23), imputada por el crimen  de su beba de dos meses en Las Heras en agosto del año pasado, volvió a ganar otra "batalla" en la Justicia. Así como en diciembre último logró la libertad, ahora, a través de su abogado, se impuso en un recurso de recusación que derivó en el apartamiento de la jueza que participaba de la causa. 

Además de esta joven, la investigación tiene acusado a su pareja, Gustavo Olguín (26), aunque él está mucho más complicado en la pesquisa. Está preso y no solamente sindicado por el asesinato de su hija, Emma Pilar, sino también como el autor de abusos sexuales que habría sufrido la criatura. 

El pedido de la defensa de esta mujer, representada por el doctor Fernando Peñaloza, se sustentó en que la magistrada María Cristina Pietrasanta actuaba en el expediente con "una postura ya tomada y con decisiones sin perspectiva de género". Ella fue quien oportunamente les dictó la prisión preventiva en la cárcel a ambos sospechosos, revocada por el juez Ramiro Salinas a fines del 2023, pero solo para Iglesias. 

La solicitud de apartamiento fue desestimada por la propia Pietrasanta, tras lo cual hubo apelación. La definición cayó otra vez en manos de Salinas, quien compartió el criterio y las razones de la imputada e hizo lugar a la recusación. 

"Advierto por parte de la jueza -sobre todo valorando su informe realizado en forma oral en la audiencia que motiva esta intervención-, una posición tomada en relación a hechos y pruebas. Ello así y sobre todo, luego de la resolución de esta cámara que, en ejercicio de la competencia por apelación, realizó una valoración distinta a la que originariamente había justificado la prisión preventiva revocada, sin hacerse cargo la magistrada cuestionada de la política procesal que obliga a seguir –en esta situación concreta- la posición del tribunal de instancia superior", detalló Salinas en un tramo del fallo al que tuvo acceso MDZ. 

" Se confirma asimismo -luego de atender al informe oral de la sra. jueza-, la toma de postura en relación a la posibilidad de analizar situaciones vinculadas con un contexto de violencia de género, en la medida que la magistrada defiende su antigua posición de negar tal extremo, por el sólo hecho de que Iglesias lo haya rechazado en su declaración, sin analizar el resto de pruebas que fueran señaladas en la resolución anterior de este tribunal y que -como se dijo- constituyen indicios de la posible situación de vulnerabilidad", agregó en el documento. 

También destacó que Pietrasanta "insiste en su posición de entender que la niña no estaba alimentada y estaba deshidratada, tareas que -según su opinión- le corresponden por su situación de madre, sin atender a las razones expuestas por esta Alzada, que relativizaba ese extremo, y con ello sigue demostrando un sesgo claro de atribuir a ese rol -madre- determinadas actividades de las cuales deduce su responsabilidad". 

"En definitiva, advierto en la jueza una clara posición tomada en relación a extremos que la acusación y la defensa controvierten, lo que afecta claramente el deber de imparcialidad para guiar la actuación de la judicatura y que justifica su apartamiento", concluyó Salinas. Cabe recordar que su decisión es irrecurrible, es decir, no se puede apelar. 

La continuidad 

Ante este acontecimiento, en los próximos días deberán sortear a otro juez para que se involucre en las actuaciones de la causa. En este sentido, probablemente su primera definición tenga que ver con una prueba que discuten las partes. 

Mientras la fiscal Andrea Lazo busca la realización de una nueva pericia-sería en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo-para lograr mayores precisiones en cuanto a la antigüedad de las lesiones que presentaba la beba al momento de su muerte, la imputada se opone a esta medida. 

Es que este peritaje es fundamental para la situación de la acusada. Por un lado la fiscalía quiere demostrar que la víctima venía sufriendo maltratos desde antes y que su madre debía tener cocimiento de ello, en tanto que la defensa lo niega y sostiene que la joven no tuvo responsabilidad en el crimen. Para esto se basan  en la declaración de los peritos del Cuerpo Médico Forense, quienes habrían descartado heridas antiguas y precisado que el homicidio habría sido ocasionado por un hecho de las últimas horas, cuando la sospechosa se encontraba fuera del domicilio familiar por una urgencia médica suya. 

Dramático

El caso se inició en la madrugada del 14 de agosto pasado, cuando la joven le dijo a la Policía, luego de llamar al 911, que se había ausentado de su casa del barrio Infanta de Las Heras, y que al regresar se encontró con su hija pálida y con dificultad para respirar, acostada al lado del padre. 

A la beba la trasladaron al hospital Notti y fue estabilizada, aunque los profesionales de la Salud detectaron indicios de violencia y algunos moretones. Esto se lo comunicaron a la Justicia, que dispuso la aprehensión del progenitor. 

La niña fue desmejorando en su estado, y en la mañana del día siguiente falleció. Horas después, Gustavo Olguín fue imputado a partir de los primeros resultados de la autopsia, que arrojaron un abuso y un asesinato. 

Tras el deceso de la menor se ordenó también la captura de su mamá, posteriormente acusada de manera formal. 

Ambos están imputados por homicidio agravado por el vínculo y por alevosía, pero al hombre le suman un abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. Arriesgarían prisión perpetua en un futuro juicio por jurado.