Crimen de Diego Aliaga: arrancaron los alegatos del juicio y la fiscalía apunta a cinco perpetuas

Como estaba previsto y adelantó MDZ el fin de semana, este martes comenzaron los alegatos en los Tribunales Federales de Mendoza en el juicio por el crimen de Diego Aliaga (51), el exdespachante de Aduana y presunto operador del juez federal Walter Bento en la supuesta asociación ilícita que pagaba y cobraba coimas para beneficiar a imputados. La fiscalía irá por la perpetua para los cinco acusados por el asesinato. 

Varias horas se tomó la fiscal María Gloria André para desarrollar sus argumentos y las pruebas frente al tribunal, para convencer a los jueces que lo integran, Alberto Carelli, María Paula Marisi y Alejandro Piña, de que todos los imputados deben ser condenados a la pena máxima por organizar un secuestro que terminó con la muerte de la víctima en 2020. 

Luego de un extenso y detallado relato, incluyendo el repaso de puntos claves en la investigación y el rol que habrían tenido los sospechosos en el hecho, se decretó un cuarto intermedio para que el próximo martes la fiscalía concluya y haga el pedido de condenas para Diego Barrera (51), exsocio y amigo de Aliaga, para su esposa, Viviana Sacolle (52), los hijos de ella, Lucas (28) y Gastón Curi (30), y Yamil Rosales (34), empleado de la empresa de esta familia. 

André solicitará prisión perpetua para todos, planteo que seguramente será acompañado por la querella. Una semana después, será el turno de las defensas. 

El cuerpo de Diego Aliaga fue encontrado el 10 de septiembre del 2020 en un descampado de Lavalle, gracias a la confesión de Rosales en calidad de "arrepentido". La hipótesis de la acusación sostiene que los cinco detenidos armaron un plan para secuestrarlo, lo tuvieron cautivo algunos días y luego lo mataron. Presuntamente, todo por los enfrentamientos y diferencias entre el fallecido y Barrera. 

Cuestiones de papeles, deudas y disputas de inmuebles y vehículos de lujo entre los por entonces socios, uno del barrio Palmares (Aliaga) y el otro del Dalvian (Barrera). 

El hermano de Aliaga denunció su desaparición el 29 de julio de ese año, un día después de que la víctima se reuniera con Barrera en un terreno de Guaymallén, sobre calle Bandera de los Andes, en donde proyectaban un nuevo negocio. 

Y mientras se radicada la denuncia, al hermano de Diego lo llamaron y le dijeron: "Dejá de revolver el avispero y andá juntando el palo verde, que ya te vamos a llamar”. A partir de esto la investigación derivó en la Justicia Federal, ante la posibilidad de un secuestro extorsivo. 

Para la fiscalía, Aliaga salió vivo pero ya en manos de los sospechosos de ese predio de Guaymallén, desde donde la trasladaron a un galpón de la empresa de transportes que tenía la familia en la calle Jujuy de Ciudad. Tras varias horas cautivo lo mataron mediante asfixia por sofocación, e intentaron ocultar su cuerpo en Lavalle bajo tierra.