Se termina la feria y se viene una semana clave para Cacho Garay: el humorista pidió declarar y habrá apelación

Este lunes se retoma la actividad judicial en Mendoza y llega a su fin la feria. Y serán días movidos para la investigación del caso Cacho Garay, ya que se espera que el humorista declare y que se trate la apelación de su alojamiento en el penal, donde lleva 15 días en el complejo San Felipe. 

En orden cronológico de lo que fue sucediendo en estas dos semanas desde el traslado de Juan Antonio Garay (68) a la cárcel, y que hasta momento no había trascendido, es la habilitación del recurso de apelación en plena feria. Es decir, la defensa, a cargo de los abogados Daniel Romero y Juan Pablo Ildarraz, solicitó que el pase a la penitenciaría del acusado sea revisado por un Tribunal Penal Colegiado, tras el revocamiento de la prisión domiciliaria. 

Los letrados se movieron luego de que la Justicia permitiera un allanamiento en la casa del sospechoso el viernes de la semana pasada, en el que encontraron unas 100 municiones, y plantearon la posibilidad de que también ellos puedan pedir medidas para el expediente en el receso. 

El juez Federico Martínez, el mismo que le retiró el beneficio de la domiciliaria al comediante, hizo lugar a la estrategia defensiva y ahora se sortearán tres magistrados para analizar la apelación que, incluso, podría hacerse esta semana. 

Allí la parte que representa a Garay buscará que vuelva a la detención en la vivienda de su hermana, mientras que la fiscal Mónica Fernández Poblet y los abogados de Verónicas Macías, Cristian Vaira Leyton y Agustín Magdalena, reforzarán sus argumentos para sostener la permanencia del imputado tras las rejas. 

La versión de Cacho Garay 

Además, la defensa le pedirá a la fiscalía la declaración de su cliente en los próximos días. Será la primera vez que el artista aporte su versión de los hechos en el expediente y, según le adelantaron a MDZ, negará todas las acusaciones. 

Ni siquiera reconocerá haber participado junto a la denunciante de encuentros sexuales consentidos. Y, al igual que lo ha hecho antes los medios de comunicación, dirá que toda la causa responde a una venganza de la víctima, porque él le había pedido el divorcio. 

Y mientras sus abogados preparan todas estas armas legales, Garay sigue en la cárcel. Pasa sus días en el pabellón 1A de San Felipe-contiguo a Boulogne Sur Mer-, "como un preso más". contó una fuente que lo cruza a diario. 

"Se lo ve decaído anímicamente. Él dice que está dolido y sorprendido". agregó el informante. 

Complicado 

Sobre Cacho Garay pesan una gran cantidad de imputaciones y delitos que habría cometido en perjuicio de la víctima: amenazas simples, amenazas agravadas por el uso de arma, coacciones simples, coacciones agravadas por el uso de armas, robo simple, tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil (en tres hechos), abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, abuso sexual doblemente agravado por ser con acceso carnal y por ser cometido por dos personas y con el uso de armas en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra una persona a la que se debe respeto particular en un número indeterminado de hechos y desobediencia de una orden judicial (violación de la prohibición de acercamiento al enviarle un audio de WhatsApp a su ex); todo ello en concurso real y en contexto de violencia de género.

En relación a las armas de fuego y a las municiones halladas, sobre esto también la defensa presenta objeciones y pidió sacar compulsa para investigar el proceder del personal policial afectado a las requisas en la propiedad del acusado. 

Lisa y llanamente, los abogados creen que los efectivos no actuaron correctamente, ya que deberían haber encontrado todas las armas y municiones en la primera medida, y no necesitar de al menos tres allanamientos. 

El comienzo y una cómplice 

El caso comenzó en Córdoba, luego de una fuerte discusión que mantuvo la pareja en la habitación de un hotel de Carlos Paz en la que estuvieron hospedados durante el fin de semana de Semana Santa. 

Tras la denuncia de la víctima en esa ciudad, ambos regresaron a Mendoza. Ella quedó alojada en un establecimiento de contención para víctimas de violencia de género, mientras que él se fue a la propiedad en la que vivían, en calle 20 de Septiembre de Luján de Cuyo. 

Allí la Policía allanó y se llevó detenido al sospechoso por las armas, aunque recuperó la libertad al día siguiente con la rendición de una fianza de $1.000.000. La Justicia también le ordenó la exclusión del hogar que compartía con su ex. 

Con el avance de la pesquisa y más declaraciones de la mujer la situación de Garay se complicó notoriamente, quedando acusado por graves delitos, aunque con el beneficio de la domiciliaria. 

Hace un par de semanas le sacaron este beneficio y quedó en la cárcel, en tanto que antes ya había sido detenida e imputada Sandra Astudillo, la empleada legislativa y exreina de la Vendimia sindicada como cómplice y participante de los vejámenes. 

Sus imputaciones son por abuso sexual doblemente agravado por ser gravemente ultrajante y por ser cometido por dos personas y con el uso de armas, en un número indeterminado de hechos, todo en concurso real y en contexto de violencia de género.